Narra Diana:
—Entonces, Gustabo, Isidoro y Leo mirarán por la zona de aparcamientos. —Cogí el móvil para ir apuntando todo.
—Alicia, Noah y Molotov, iréis a la estación marítima. —Apunté lo que dijo Conway.
—Williams, Gordon y Freddy iréis al almacén. —Fui metiendo a cada grupo en una frecuencia.
—Conway, Hades y Diana irán al muelle. —Nos metí en otra frecuencia.
—Primero haremos perímetro rápidamente; después nos iremos separando. Lo importante es la comunicación. —Miré a mi padre cada vez que podía; él solo miraba con asco a Conway.
Mientras nos dirigíamos al puerto, el silencio en el coche era horrible.
La tensión entre Hades y Conway llenaba el aire como una nube oscura, y aunque intentaba concentrarme en la misión, era imposible ignorarlos.
Conway conducía, con las manos firmes en el volante y la mandíbula apretada, mientras mi padre, sentado en el asiento del copiloto, no dejaba de lanzar miradas frías hacia él.
Sabía que esta conversación iba a suceder, pero no esperaba que fuera ahora, justo antes de lo que podría ser la misión más importante de mi vida.
—¿Cuánto tiempo más piensas jugar a ser joven, Conway? —La voz de Hades era baja, pero afilada como una cuchilla.
Conway no apartó la vista de la carretera, pero su agarre en el volante se tensó.
—No estoy jugando a nada, Hades. Sé lo que hago. —Su tono controlado hizo que una pequeña sonrisa saliese de mi boca; por suerte, al estar atrás, no lo vio más que Conway.
—¿Sabes lo que haces? —replicó Hades, se notaba que tenía un desprecio hacia él gigante.
—Porque desde donde yo lo veo, lo que haces es aprovecharte de alguien que podría ser tu hija. —Di un salto en el coche mientras le grité.
—¡Papá! —Intervine, sintiendo cómo la rabia y la incomodidad se mezclaban dentro de mí.
—No voy a quedarme de brazos cruzados mientras arrastras a mi hija en tu patética crisis de la mediana edad, Conway. —Continuó Hades, ignorándome completamente.
—¿Qué crees que eres para ella? ¿Un héroe? ¿Un protector? Porque lo único que veo es a un hombre que debería saber cuándo retirarse. —Conway finalmente giró la cabeza hacia mi padre.
—Diana es capaz de elegir de quién se enamora. Ella no es una niña, Hades. Es una mujer. Una mujer que puede tomar sus propias decisiones. —Mi padre soltó una risa seca, sin humor.
—¿Amor? —escupió la palabra como si le quemara.
—¿Eso es lo que llamas cuando te metes en la cama con alguien que tiene la mitad de tu edad? No voy a permitir que la uses para redimirte de tu fracaso. —Sentí que el aire se volvía más denso.
Me dolía ver a las dos personas que más me importaban enfrentarse de esta manera, pero sabía que ninguna palabra que dijera cambiaría sus mentes en este momento.
—Ya basta, los dos. —Mi voz era firme, aunque sentía que estaba al borde de romperme.
—Tenemos un trabajo que hacer. Podemos dejar nuestras diferencias para después, si es que aún tenemos tiempo para esas estupideces. —Conway me lanzó una mirada rápida; su expresión cambió un poco al ver mi cara de miedo combinada con angustia, pero mi padre no cedió.
—Este no es el final, Conway. No mientras siga respirando. —Advirtió mi padre, dejando claro que esto era solo una tregua temporal.
Salimos del coche junto a los demás, tratamos de hacer perímetro hasta que nos dimos cuenta de que todo estaba plagado de mercenarios; todos nos miramos sabiendo que era hora de separarse.
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Blue lights 🚨
FanficGustabo vuelve a la ciudad después de pasar por el psiquiátrico quedándose a cargo de él Conway, pero unas semanas después de su llegada una vieja amiga de él y de Horacio llega a la ciudad y decide vivir junto a Gustabo. Además de esto llega a la c...