27. Cabaña

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-¿Dónde estuviste ayer por la tarde, Molotov?- Él me miró con cara de seriedad; por una vez parecía que no iba a chivarse.

-A ver, neno, es muy simple, ¿entiendes? Ayer hiciste algo durante tu turno que no está documentado. Nos lo dices o te vas a la puta calle, fácil- Molotov miró a Fila, que también había hecho exactamente lo mismo que él.

-Estábamos con el sheriff- Freddy sacó la radio y preguntó. En ese momento me miró extrañado.

-Hmm, vamos a ver, ¿alguien tiene idea de por qué Diana está en radio con Williams?- Entré en la radio rápidamente para mirarlo; entré por curiosidad en su frecuencia.

+Williams, ¿nada?+ Diana 
+Nada, voy a la otra ubicación+ Williams 
+Buenos días+ Freddy 
+¿Qué hacéis?+Conway 
+Diana me está ayudando con un caso+ Williams 
+Si necesitáis algo, nos lo decís+ Freddy 
+10-4, gracias+ Diana 

-Si esta se cree que yo me creo que Williams está trabajando, se ha vuelto loca- Freddy no conocía tanto a Conway como yo. Aun así, tenía razón; Williams no es nada trabajador.

-Molotov, neno, saca el móvil. Vas a llamar a Diana y vas a preguntarle qué hace- Molotov negó, así que tuve que ponerme serio.

-Molotov, dos segundos o te vas a la calle- Sacó el móvil en contra de su voluntad y marcó, dejando el móvil boca arriba.

-Hola, comisaría, ¿qué estás haciendo?- Se le notaba mucho que algo le pasaba.

-Estoy con Williams, ¿habéis salido del despacho de Conway?- Molotov tragó saliva; con suerte no sonó.

-Sí, claro, por eso llamo- Sonó un murmullo de Diana.

-Pues, Williams me está intentando convencer de ir a que me hagan hipnosis- Nos miramos sin entender nada; al parecer Leo tomó la iniciativa.

-Diana, chocho, que eso no sirve para nada- Pudimos escuchar cómo reía.

-Leo, se me ha olvidado, ¿tú habías dicho de ir a comer a tu casa para ponernos al día?- Molotov miró la agenda en su móvil y respondió.

-Sí, aunque no es que él se acuerde de lo que he dicho treinta veces- Miró a Leo enfadado; él solo sonrió con malicia.

-Que sí, Diana, que sí, que pesada eres, coño- Miré a Leo con cara seria; él subió las manos en forma de disculpa.

-Bueno, chao- Colgó sin dejar que ellos se despidiesen.

-Bueno, a tomar por culo ya de aquí, nenos- Salieron del despacho rápidamente; yo me quedé esperando que Freddy me dijese su opinión.

-Oye, tú, ¿cuánto hace que no hablas con Diana en privado?- Pensé unos segundos hasta que di con la respuesta.

-Dos días- Freddy se acercó a mí, poniendo una mano en el hombro.

-O te pone los cuernos con Williams, que sería una locura, o te esconde algo- Le miré mientras quitaba la mano de mi hombro.

-Ayer trató de hablar conmigo, pero no pude porque teníamos que ir a ver lo del sobre- Freddy suspiró; yo seguí pendiente de él.

-Habla con ella, no creo que te mienta- Tenía razón; quizás mi desinterés del otro día había causado que no me contase algo importante para ella.

-Luego le escribo- Freddy asintió mientras miraba el móvil.

-Bueno, yo me voy con Isidoro. Que te vaya bien- Salió del despacho; yo cogí mi móvil y le escribí. Puse "cenamos juntos en mi casa". Ella lo leyó y contestó "Valee 🤍🤍". Apagué el móvil al ver la hora; se suponía que había quedado con Noah.

+Superintendente, ¿puedes venir al garaje?+ Noah 

+Joder, puto vago+Noah 

Bajé para encontrarlo y le vi junto a Gus.

-¿Y este qué hace aquí?- Gustabo miró al suelo.

-Me lo ha contado. Me pasé con ella, pero la quiero y no voy a dejar que tratéis de salvarla sin mí. No quiero que me sigáis dando de lado- Suspiré mirándole con asco; hice una señal con la cabeza y ambos se subieron al coche.

-Vamos a ir a una cabaña hacia el oeste. Se supone que desde esa cabaña se hizo una llamada para avisar sobre el paradero de una niña desaparecida que se llama Beth- Noah puso cara de aprobación; Gustabo preguntó igualmente.

-¿Y? Digo, hay muchas personas que se llaman Elisabeth- Tenía razón, pero en este caso era muy probable que fuese ella.

-Llamó una niña diciendo que creía que su hermana estaba encerrada en la cabaña en la que estaba y, antes de poder decir su propio nombre, colgó. Le dio tiempo a decir que su hermana era Beth Zalacta- Noah siguió pensando en voz alta.

-La "z" última tiene sentido. Quizás en el sobre ponían las iniciales de alguien de su familia. Entonces Diana perdió a su hermana, joder- No sabía mucho más de ella; lo de su madre no lo había llegado a explicar nunca y tampoco sabía que había perdido a una hermana.

-Esa niña fue dada por muerta. Se encontraron huesos, pero no el cuerpo completo. Se cree que un animal salvaje se la comió. La cabaña está en un bosque- Terminé de contarles todo y marqué la ubicación para que Noah llegase.

-Ya estamos- Salimos del coche y dimos una vuelta por el lugar. No había nada en especial que llamase la atención, solo la casa.

-Entramos, ¿no?- Gustabo no se paró ni a esperar la respuesta; entró directamente y al segundo escuchamos un pequeño grito de asco.

-¡Mierda!- Noah se fue a una esquina; yo entré y vi a Gustabo a punto de vomitar. Miré hacia el frente y vi dos cuerpos en descomposición con posturas de estar tomando el té.

-Vomito, eh- En otras ocasiones diría que está exagerando, pero ahora tenía razón. Los cuerpos estaban llenos de bichos y dejaban ver parte de los esqueletos de ambos.

-Subo a ver qué me encuentro- Subí las escaleras encontrando lo que parecía un cuarto de un niño. La puerta tenía escrita las alturas. Gustabo subió y miró la habitación.

-Joder, qué pobreza, coño- Gustabo se adentró en ella, encontrando una doble pared.

-Toma, para que luego digan que no soy el mejor de toda la maya- Pasé de él y entré en ese sitio. Era como una celda de prisión, pero rodeada de cosas quirúrgicas.

-Hostias, mira, hay un panfleto sobre cómo crear prótesis de caras humanas y coserlas a la perfección- Quizás eso se había vuelto una de las cosas más raras que podríamos haber encontrado allí.

-Mira, un libro, Alicia en el país de las maravillas, y una cosa de esas de hacer ganchillo de las viejas- Salimos de la casa minutos después sin haber encontrado nada que nos ayudase a seguir con la investigación.

-Volvemos a comisaría; tengo cosas que hacer- Miré a Gustabo ir a su Z. Conduje hasta mi casa sin pasar por comisaría.

-Hola- Diana vino hacia mí; me quitó las pistoleras y las guardó.

-Se supone que deberías dejar las armas en comisaría- Suspiré como modo de evasión.

-¿De qué querías hablar el otro día?- Pregunté y miré a la mesa viendo que ella había hecho la cena.

-Da igual- Insistí en mi pregunta con un simple gesto.

-Bueno, me he dado cuenta de que no recuerdo muchas cosas de mi infancia- Asentí serio; ella sonrió de nuevo para cambiar de tema.

-¿Qué has hecho hoy?- Por alguna razón me pilló desprevenido; igualmente no quería mentirle.

-He ido con Gustabo a una casa- Me miró extrañada.

-¿A una casa? ¿Para qué?- Pensé en cómo maquillar la verdad para no asustarla.

-En busca de pruebas para un caso. ¿Y tú?- Ella dejó de preguntar y contestó.

-Williams quería ir a una señora que hace hipnosis; dice que me puede ayudar, pero prefiero seguir así- Aunque ella no lo supiera, lo mejor era que no recordase nada.

-Bueno, y ya. ¿Comemos?- Le sonreí tranquilo mientras empezaba a comer. Aunque la veía tan tranquila, me pude dar cuenta de que algo se olía.

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