PYROS Reino en Llamas [#starpop2024]

CAPÍTULO 6

Mientras la mañana avanzaba, la tensión en el resto de los príncipes había alcanzado un punto crítico. En una de las habitaciones más oscuras, lejos de la luz del día y de las risas que solían llenar los pasillos, Jin, Suga, Jimin y Jhope se reunieron en secreto. La ira y el resentimiento por la visión de Taehyung habían tomado un giro peligroso.

—¿Qué vamos a hacer con él?, —preguntó Jhope, su voz apenas un susurro mientras miraba a sus hermanos con preocupación… —No podemos dejar que se salga con la suya. 

Suga frunció el ceño, su mente llena de ideas oscuras. 

—Él realmente cree que es superior a nosotros, no podemos permitir que siga así. Debemos enseñarle una lección. 

Jin, el mayor de los cuatro, sintió cómo su corazón se hundía ante la dirección que estaba tomando la conversación. 

—No podemos hacerle daño —dijo con firmeza. —Es nuestro hermano. No importa lo que haya dicho; no podemos llegar tan lejos. 

— ¿Y qué sugieres? ¿Dejarlo seguir pensando que es mejor que nosotros? —replicó Jimin con desdén. —Eso solo lo hará más peligroso para nosotros. 

Jin miró a sus hermanos, sintiendo cómo la rabia comenzaba a consumirlos. 

—No estoy diciendo que debamos ignorarlo —respondió con calma. —Pero hay otras formas de manejar esto sin recurrir a la violencia. 

Sin embargo, Jhope parecía estar cada vez más convencido por las palabras de Suga. 

—Tal vez deberíamos atarlo y dejarlo en el bosque —sugirió, su voz temblando entre la emoción y el miedo. —Así tendrá tiempo para pensar en lo que ha hecho. 

La idea hizo eco en la mente de Suga, quien asintió lentamente con una sonrisa. 

— Sí… eso podría funcionar. Lo dejaremos allí hasta que decidamos qué hacer con él. 

Jin sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar sus palabras. Sabía que estaban cruzando una línea peligrosa, pero también comprendía que sus hermanos estaban cegados por el rencor y la inseguridad.

—No puedo permitir esto —dijo Jin finalmente, levantándose de su asiento con determinación. —Voy a hablar con nuestro padre y con Taehyung. No hagan algo estúpido de lo que se arrepentirán después.

Pero antes de que pudiera salir, Suga lo detuvo sosteniendo su brazo con una mirada intensa. 

—Si te vas ahora, serás parte del problema, —advirtió. —¿Tú también piensas como él; crees que es especial?

—¡Intenta detenerme!, —le respondió Jin, mirando a Suga por encima del hombro. 

Suga lo dejó ir, después de pensarlo mejor. Sabía que no tendría oportunidad ante la fuerza de Jin. 

Sin embargo, Jhope ya había tomado una decisión, y comenzó a moverse hacia la puerta después que Jin salio. 

—Vamos a hacerlo, —dijo con resolución.

En cuestión de minutos, encontraron a Taehyung en su habitación, aún sumido en sus pensamientos tristes y confusos tras la confrontación anterior. Sin previo aviso, los tres príncipes entraron en la habitación. Inmediatamente Suga utilizó las sombras para cegar a Taehyung. 

—¿Qué está pasando? —preguntó Taehyung alarmado mientras luchaba por liberarse.

—No te preocupes, —dijo Jhope con una sonrisa fría en los labios. —Solo queremos llevarte a dar un paseo. 

Antes de que Taehyung pudiera reaccionar o pedir ayuda, lo arrastraron fuera del castillo y hacia el bosque cercano donde los árboles altos parecían murmurar secretos oscuros.

Mientras caminaban hacia una parte distante del bosque, Taehyung sentía cómo el miedo comenzaba a apoderarse de él. 

—¿Por qué están haciendo esto?, —preguntó angustiado.

—Porque necesitamos enseñarte una lección, —respondió Suga sin mirar atrás.

Finalmente llegaron a un claro alejado donde decidieron atar a Taehyung a un árbol robusto y antiguo cuyas raíces parecían abrazar el suelo como si quisieran protegerlo del mundo exterior.

—Tendrás tiempo para reflexionar sobre tu arrogancia —dijo Jhope mientras aseguraba las cuerdas alrededor del tronco del árbol. 

—¡No soy arrogante!, —gritó Taehyung mientras luchaba contra las cuerdas que lo mantenían prisionero. — ¡Soy su hermano! ¡Por favor! ¡Déjenme ir!

Pero sus súplicas cayeron en oídos sordos; los rostros de sus hermanos estaban endurecidos por el rencor acumulado y la necesidad de demostrar quién era realmente superior.

—Veamos como te ayudan ahora tus visiones —murmuró Suga mientras retrocedía junto a Jimin y Jhope para observarlo desde una distancia segura.

Con cada paso que daban alejándose del claro donde lo habían dejado atado, Taehyung sentía cómo su corazón se partía en mil pedazos al ver lo lejos que habían llegado sus hermanos en esta espiral oscura.

—No puedo creer que hayamos hecho esto —murmuró Jimin para sí mismo, su voz apenas un susurro entre la brisa mientras se alejaban.

—¡No! ¡No me dejen aquí! ¿Jimin? — gritó Taehyung apelando a la bondad de su hermano, quien hasta el momento no había dicho una palabra.

Jimin se detuvo en seco, sintiendo cómo la culpa y el miedo comenzaban a apoderarse de él. Suga lo miró con desdén. 

—¿Te acobardas ahora? ¿Temes lo que Jin pueda decir? 

—Jin… —Jimin titubeó—. No es Jin quien me preocupa… Cuando padre se entere…

Jhope se detuvo también, frunciendo el ceño mientras miraba hacia el horizonte donde se alzaba el castillo familiar. La imagen del rey, su padre, apareció en su mente; su furia era legendaria y no perdonaría tal traición.

—¡Rayos! —comenzó Jhope—. El rey ejecutará a cualquiera que toque un cabello de su amado Taehyung. 

—Escuchen —dijo Jimin con tono conciliador—. Tal vez deberíamos regresar y desatarlo antes de que sea demasiado tarde, o algún animal del bosque lo ataque.

Suga frunció el ceño, pensando. Un minuto después suspiro. 

—Adelantate hasta el castillo —le dijo finalmente a Jimin con determinación—. Impide que Jin hable con nuestro padre. Nosotros lo llevaremos de regreso. 

Jimin asintió aliviado de que entrarán en razón y se hecho a correr al castillo. Mientras, Suga lo observaba en silencio. 

—Taehyung abrirá la boca —susurró Jhope.

—Lo sé —concuerda Suga mientras juega con una sombra entre sus dedos. —¡Vamos! Ya se me ocurrirá algo.