CAPÍTULO 36

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El viaje de regreso a Pyros fue una mezcla de ansiedad y determinación. Jin, Jimin y JHope se movían con rapidez, sin detenerse en ninguna aldea ni hacer pausas para descansar. La urgencia de llegar y liberar a Suga los impulsaba hacia adelante.

Finalmente, después de lo que parecía una eternidad, avistaron las majestuosas torres del castillo de Pyros al fondo. El sol brillaba intensamente sobre la estructura dorada, como si celebrara su regreso. Al cruzar las puertas del castillo, fueron recibidos por la familiaridad del hogar, pero también por la preocupación que se reflejaba en los rostros de los guardias y sirvientes.

Sin perder tiempo, se dirigieron directamente a la sala del trono donde su padre, el rey de Pyros, los esperaba. Su figura imponente estaba rodeada de un aire de autoridad y preocupación. Cuando entraron en la sala, el rey levantó la vista y sus ojos se encontraron con los de sus hijos.

—¡Jin! ¡Jimin! ¡Jhope! —exclamó el rey con voz grave. —¿Qué ha sucedido? ¿Dónde está Suga?

La pregunta resonó en el aire como un eco inquietante. Jin dio un paso adelante, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros.

—Padre, al llegar al reino de Whisper… Nos acusaron de ser espías.

El Rey frunció el ceño mientras escuchaba atentamente.

— ¿Y Suga? ¿Está bien?

—Él está… bajo custodia, —continuó Jimin con voz temblorosa—. Lo retienen para asegurarse de que regresaremos por él. Lord Cedric se quedó con él.

—¿Qué quieres decir con que lo retienen? ¿Por qué no trajeron a Suga con ustedes? —dijo el rey; su rostro se tornó serio.

—Porque necesitamos llevar a Jungkook allí primero —explicó Jhope rápidamente. —Nos dijeron que si traíamos al hermano menor ante ellos, entonces liberarían a Suga.

—¿Para qué les dijeron que tenían otro hermano? —preguntó el Rey.

—Él ya lo sabía —respondió Jimin—; él sabía que éramos seis hermanos. ¿Cómo íbamos a saber que él pediría que lleváramos a Jungkook ante él?

El rey avanza lentamente, procesando la información mientras su mirada se vuelve más intensa.

—Así que eso es… —susurraba el rey para sí mismo. Mientras los príncipes lo miraban confundidos.

—Nos hiciste prometer que no usaríamos nuestras habilidades ni siquiera si estábamos en peligro —le recordó Jhope.

—¿Qué debemos hacer, padre?, — preguntó Jin, quien pensaba en cómo había vuelto a fallar al no poder proteger a su hermano.

—Déjame ir, padre —insistió Jungkook— y traeremos a Suga de regreso. No permitiremos que te quiten a otro hijo.

Pero Namjoon no lo escuchaba. Su mente estaba en un torbellino de emociones y pensamientos contradictorios. Había sentido una profunda angustia al ver a sus hijos regresar sin Suga, y la preocupación por Jungkook lo mantenía inquieto. La idea de enviar a su hijo menor al reino de Whisper lo llenaba de temor; no podía soportar la idea de que algo malo le sucediera.

Mientras se paseaba por la habitación, recordaba las visiones que había tenido en los últimos días. Eran imágenes vívidas de Jungkook entrando al reino de Whisper. En cada una de esas visiones, había una figura oscura e indefinida que siempre permanecía fuera de su alcance, como si estuviera oculta en las sombras. No podía discernir quién era ni qué papel jugaba en el destino de su familia, pero sabía que esa presencia era crucial.

—¿Por qué no puedo ver su rostro? —murmuró para sí mismo, sintiendo cómo la frustración comenzaba a consumirlo. La incertidumbre lo atormentaba; cada vez que intentaba profundizar en sus visiones, se encontraba con un muro impenetrable. Era como si el destino estuviera jugando con él, dejándolo a merced del caos.

Se sentó en su silla, pasando las manos por su cabello mientras trataba de calmarse. Sabía que debía actuar con rapidez y decisión; no podía permitir que el miedo lo paralizara. — No puedo dejar que el pasado se repita.

Con un profundo suspiro, se levantó y volvió a caminar por la habitación, reflexionando sobre sus opciones. Podía enviar a un grupo de guerreros experimentados para buscar a Suga, pero eso significaría entrar en guerra con Whisper y arriesgar las vidas del pueblo que aún esperaba por las provisiones.

Finalmente, decidió que lo mejor sería preparar a Jungkook para el viaje.

—Si hay alguna posibilidad de traer a Suga de vuelta —pensó,— debo confiar en la valentía y la determinación de mis hijos.

Sin embargo, no podía evitar sentir un nudo en el estómago al imaginar a Jungkook enfrentándose a lo desconocido. Aun era demasiado joven.

Se volvió a mirar a Jin, Jimin y JHope, quienes esperaban ansiosamente por él. Sus rostros mostraban una mezcla de preocupación y determinación.

—Padre —comenzó Jin con voz firme. — Estamos listos para partir nuevamente hacia Whisper.

—Primero Taehyung desapareció sin dejar rastro, —dijo el rey con voz grave—, ahora Suga tampoco volvió; no me pueden pedir que deje ir a Jungkook así como así.

—Él quiere ir—, interrumpió Jimin rápidamente. —No podemos dejarlo atrás sabiendo que puede ayudar.

—Su Majestad, —interrumpió Jin— Si no traigo de vuelta a Suga y a Jungkook, puedes tomar mi vida. Yo asumo la responsabilidad.

El Rey miró a cada uno de ellos antes de tomar una decisión final.

—Está bien —dijo finalmente. —Junkook irá con ustedes, pero deben prometerme que regresarán, todos juntos. Ninguno se quedará atrás esta vez. No podré soportar perder a otro hijo.

Los príncipes asintieron al unísono, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros, pero también una chispa de esperanza encendida por la confianza de su padre.

Y así, los cuatro príncipes salieron nuevamente al reino de Whisper, mientras el rey permanecía detrás observándolos desde un corazón lleno de amor y preocupación. Sabía que debía confiar en el destino —en ese hilo invisible que conectaba a todos ellos— incluso cuando las sombras parecían amenazantes e inciertas.

PYROS Reino en Llamas [#starpop2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora