CAPÍTULO 14

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Finalmente Suga llegó a su destino con Taehyung aún inconsciente debido al sedante que le dio. El bullicio del mercado en los límites del reino era abrumador. Suga, con su capa oscura y la capucha bien ajustada, se movía entre la multitud con cautela. Los gritos de los comerciantes, el tintineo de las monedas y el aroma de especias exóticas llenaban el aire, creando una atmósfera vibrante que contrastaba con la tensión que llevaba dentro.

Mientras avanzaba, sus ojos escudriñaban cada rincón en busca de alguien en específico. Y entonces fue cuando lo vio: un extranjero de aspecto misterioso, vestido con ropas sencillas, que caminaba con paso firme entre los puestos.

Había algo en la forma en que el hombre se movía, como si estuviera tratando de pasar desapercibido. Sin pensarlo dos veces, comenzó a seguirlo, manteniéndose a una distancia prudente mientras se adentraban más lejos del bullicio del mercado.

El extranjero giró por un callejón estrecho y Suga aprovechó la oportunidad para acercarse un poco más. La luz de la tarde apenas llegaba a ese lugar, creando sombras alargadas que parecían ocultar secretos oscuros. Finalmente, cuando estaban lo suficientemente alejados de las miradas curiosas, Suga decidió hacer su movimiento.

-¡Espera! -llamó mientras se acercaba al hombre.

El extranjero se detuvo y giró lentamente hacia él, sus ojos oscuros observándolo con cautela.

-¿Qué quieres? -preguntó con voz grave.

Suga respiró hondo antes de hablar.

-Tengo algo que te puede interesar, -dijo, intentando sonar convincente.

El hombre repasó a Suga con la mirada, claramente intrigado pero aún desconfiado.

-¿Y qué es? No tengo tiempo para jugar, niño. Tengo negocios que hacer.

-Sé lo que haces -dijo Suga, tratando de mantener la voz firme a pesar del temblor en su interior. -Compras jóvenes para venderlos en otros reinos.

El extranjero arqueó una ceja, sorprendido por la acusación directa.

-No sé de qué estás hablando. Y si así fuera, no es asunto tuyo.

-Podría serlo -insistió Suga, sintiendo cómo la adrenalina corría por sus venas. -Tengo a alguien que te puede interesar.

El hombre lo observó detenidamente antes de responder.

- Muestrame...

Suga tragó saliva y caminó pasando por un lado del hombre hacia el callejón donde había dejado a Taehyung; el hombre lo siguió con cautela.

Mientras avanzaban juntos, Suga luchaba contra sus propios sentimientos de culpa y traición. ¿Realmente estaba dispuesto a sacrificar a Taehyung? La respuesta seguía siendo confusa.

-Es joven y fuerte. Podría valer mucho en el mercado -dijo Suga cuando casi llegaban.

Al llegar al lugar donde había dejado a Taehyung, Suga encontró al joven sentado contra una pared, mirando hacia abajo sin expresión en su rostro. Suga se paralizó momentáneamente al verlo, pero Taehyung ni siquiera levantó la mirada para verlo, ni le dirigió una palabra. Parecía... resignado.

El extranjero dio un paso adelante con una sonrisa calculadora en su rostro.

-Mmmmm... Veo que es mercancía valiosa -dijo mientras examinaba a Taehyung como si fuera un objeto. - Bien. ¿Cuánto quieres por él? -dijo impacientemente el comerciante.

Era un momento crucial; Suga tenía que decidir si seguiría adelante con este oscuro plan. Con el corazón latiendo desbocado en su pecho, supo que esta decisión sería definitiva.

(...Unos momentos antes...)

Taehyung despertó con la mente nublada, como si una densa niebla hubiera envuelto sus pensamientos. Le tomó un tiempo ubicar dónde estaba. El último recuerdo claro que tenía era de estar atado a un gran árbol en el bosque, gritando desesperadamente a sus hermanos que no lo dejaran allí. Pero después de eso, todo se volvió confuso; la oscuridad lo había engullido y había caído inconsciente. Fue entonces cuando comenzaron las visiones.

Mientras su mente comenzaba a despejarse, imágenes fragmentadas comenzaron a surgir. Visiones extrañas y vívidas que parecían fluir como un río desbordado. Se vio a sí mismo en diferentes escenarios: colgando en el hombro de Suga mientras este caminaba por el bosque, en el lomo de un caballo negro con Suga mientras cabalgaban a toda velocidad, recostado en un rincón oscuro donde un hombre lo miraba con avidez, y luego, finalmente, cruzando la frontera del reino que lo vio crecer a manos de un comerciante extrajero. Esa última imagen lo golpeó con fuerza.

Taehyung se incorporó lentamente, sintiendo el frío del suelo contra su piel. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en un rincón sombrío, alejado del bullicio del mundo exterior.

-Esto debía pasar -murmuró para sí mismo mientras intentaba asimilar la situación. La sensación de inevitabilidad lo envolvía como una manta pesada. Había sentido durante mucho tiempo que su destino estaba sellado de alguna manera; las visiones siempre habían sido más que simples sueños.

De repente, escuchó pasos acercándose. Pero no pudo reaccionar; su mente estaba tan enfrascada en lo que debía suceder con él que se quedó con la mirada perdida, mientras una figura emergió lentamente de las sombras: era Suga, quien se detuvo a cierta distancia de él como si hubiera quedado congelado.

Luego, un rostro desconocido que lo miraba como si fuera un objeto valioso en exhibición entró en su campo de visión.

- Mmmm... Veo que es mercancía valiosa -dijo el hombre. - Bien. ¿Cuánto quieres por él?

-Es el mismo hombre de mi visión -pensó Taehyung mientras registraba cada detalle vívido.

-Esto es... inevitable... Algo que no puedo controlar -pensó abatido, aceptando el rumbo del destino que parecía haber sido escrito para él.

El sol comenzaba a ponerse en el horizonte, mientras Taehyung observaba cómo Suga cerraba el trato con el comerciante. La escena era surrealista.

Suga intercambió palabras con el comerciante, gesticulando con las manos mientras sellaban el acuerdo. Taehyung sintió que su estómago se revolvía al darse cuenta de lo que eso significaba: él estaba siendo vendido como si fuera un objeto, un bien comercializable. La realidad lo golpeó con fuerza; ya no era un príncipe, sino un campesino vendido a un extranjero con un futuro incierto.

Mientras Suga se alejaba, Taehyung no pudo evitar sentir una mezcla de confusión y tristeza. ¿Qué había llevado a su hermano a tomar esa decisión? Las preguntas giraban en su mente como hojas arrastradas por el viento. No podía entender cómo Suga había llegado a ese punto, pero lo que más le impactó fue la mirada en sus ojos: tristeza, culpa, remordimiento.

A medida que cruzaba la frontera hacia lo desconocido, Taehyung comprendió el porque de los recientes rencores que habían comenzado a albergar sus hermanos hacia él. No le guardaba resentimiento a Suga ni a sus otros hermanos; sabía que esto iba más allá de ellos. Era como si el destino hubiera tejido una red compleja que los atrapaba a todos sin importar sus intenciones.

-Esto pasaría con ellos o sin ellos -pensó Taehyung mientras observaba cómo la figura de Suga se hacía cada vez más pequeña en la distancia. Su corazón latía con fuerza al imaginar lo que podría haber sido si las circunstancias hubieran sido diferentes. Deseaba poder volver a verlos algún día; anhelaba abrazar a su padre y su madre nuevamente, y conocer finalmente a su hermanito que aún no había nacido.

Las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos mientras recordaba los momentos felices compartidos con su familia: las risas en el palacio, las historias contadas junto al fuego y los días soleados pasados explorando los bosques cercanos. Todo eso ahora parecía tan lejano e inalcanzable.

PYROS Reino en Llamas [#starpop2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora