CAPÍTULO 27

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Una semana después de su arduo viaje, los príncipes comenzaron a llegar de uno en uno de nuevo al castillo. Suga y Jin fueron los primeros en llegar. Al cruzar las puertas del imponente palacio, sintieron la satisfacción de haber cumplido con su deber.

El Rey, su padre, los recibió en el vestíbulo principal con una expresión de preocupación que se transformó en alivio al ver a sus hijos sanos y salvos. Con un abrazo cálido y firme, les dio la bienvenida.

—Me alegra verlos —dijo el rey con voz profunda—. He estado preocupado por ustedes. Jimin y JHope aún no regresan. 

A pesar de que sus hijos ya eran hombres adultos, el rey seguía preocupándose por ellos como si aún fueran niños. Desde la pérdida de Taehyung, inconscientemente se volvió más sobreprotector con ellos. Aunque los dejó ir, sentía que su corazón se marchitaba cada día que pasaba con ellos lejos. 

Jin fue el primero en hablar, compartiendo historias sobre las aldeas que habían visitado y cómo habían llevado provisiones a quienes más lo necesitaban. 

—La última aldea fue la más difícil —admitió Jin—. Pero logramos llegar antes de que fuera demasiado tarde.

Suga escuchaba atentamente a Jin cuando percibió una expresión fugaz en el rostro de uno de los consejeros del rey, un hombre llamado Lord Cedric, que era hermano de la difunta reina y madre de Taehyung y Jungkook. Era una mirada que parecía mezclar preocupación y desdén, pero tan rápida fue su aparición que Suga no pudo identificarla completamente antes de que desapareciera tras una sonrisa cordial.

Decidió no darle importancia en ese momento; había cosas más urgentes en las que pensar. Sin embargo, esa pequeña chispa de inquietud se quedó grabada en su mente mientras continuaban conversando sobre sus experiencias.

—Estoy orgulloso de ustedes —dijo Namjoon—. Han demostrado ser verdaderos príncipes. Pero debemos prepararnos para lo que viene; esta sequía es solo el comienzo si no encontramos una solución sostenible.

Mientras se retiraban del vestíbulo, Suga no pudo evitar volver a pensar en la extraña expresión del consejero Cedric. Algo le decía que había más detrás de esa mirada fugaz; tal vez estaba relacionado con la situación de los malos informes. Con determinación renovada, decidió investigar a este hombre.

La noche había caído sobre el castillo. El rey, Suga y Jin se encontraron en la sala del trono cuando un guardia irrumpió en la habitación, su rostro reflejando una mezcla de emoción y urgencia.

—Su majestad —anunció el guardia—, los príncipes Jimin y Jhope han llegado. Están a las puertas del castillo.

El corazón del rey se llenó de alegría al escuchar la noticia. Sin perder tiempo, se levantó de su asiento, seguido rápidamente por sus hijos. La preocupación que había sentido durante la ausencia de sus príncipes comenzaba a desvanecerse, reemplazada por la esperanza de que todos estuvieran juntos nuevamente.

Los tres salieron apresuradamente hacia la entrada principal del castillo. A medida que se acercaban a las puertas, el sonido de los cascos de los caballos resonaba en el empedrado, y pronto vieron las siluetas familiares de Jimin y JHope emergiendo en la penumbra.

Jimin estaba montado en su caballo negro, su figura erguida y decidida. A su lado, JHope sonreía ampliamente, irradiando energía positiva incluso después de un largo viaje. Al ver a su padre y hermanos esperándolos, ambos príncipes se desmontaron rápidamente.

—¡Padre! ¡Hermanos! —exclamó Jhope mientras corría hacia ellos.

El Rey los abrazó con fuerza, sintiendo una oleada de alivio al tenerlos nuevamente a salvo. Suga y Jin también se acercaron para recibirlos con abrazos cálidos y sonrisas sinceras.

—¿Cómo les fue? —preguntó Jin ansiosamente—. ¿Pudieron ayudar a las aldeas?

Jhope avanzaba con entusiasmo mientras compartía historias sobre su viaje. Habló sobre cómo habían encontrado comunidades unidas a pesar de la adversidad y cómo habían trabajado juntos para hacer frente a la sequía.

—Fue increíble ver cómo la gente se apoyaba mutuamente —dijo JHope—. Aunque enfrentamos muchos desafíos, logramos llevar provisiones a varias aldeas necesarias.

Jimin intervino con una expresión más seria en su rostro. 

—Pero no todo fue fácil. En una aldea nos encontramos con un grupo de bandidos que intentaron robar nuestras provisiones. Tuvimos que luchar para proteger lo que llevábamos.

El rey frunció el ceño ante esa revelación; sabía que sus hijos estaban expuestos a peligros reales en sus misiones. Sin embargo, también sentía orgullo por su valentía.

—Lo importante es que están aquí ahora —dijo el rey—. Y han hecho un gran trabajo al ayudar a nuestro pueblo.

Suga se dio cuenta de la expresión en los rostros de Jin y Jhope; ellos también habían sido atacados aunque no dijeron nada. No pudo evitar sentir una punzada de inquietud al recordar la mirada fugaz del consejero Cedric. Decidió que era momento de hablar con su padre y sus hermanos sobre ello más tarde; había algo más grande en juego que solo sus misiones individuales.

Después de compartir anécdotas sobre sus respectivas travesías, el grupo decidió regresar al interior del castillo para disfrutar de una cena familiar en honor a su regreso.



PYROS Reino en Llamas [#starpop2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora