CAPÍTULO 32

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El gran salón del castillo de Pyros estaba iluminado por la luz dorada del atardecer que se filtraba a través de los altos ventanales. El Rey Namjoon, con su porte majestuoso y su mirada sabia, se encontraba frente a sus cuatro hijos mayores: Suga, Jimin, Jin y Jhope. La preocupación en su rostro era evidente.

—Mis queridos príncipes —comenzó el rey con voz grave, —he tomado una decisión importante. Lord Cedric los acompañará en su viaje al reino de Whisper.

Los príncipes intercambiaron miradas de sorpresa y desconfianza. Suga frunció el ceño, recordando las intrigas que siempre parecían rodear a Cedric.

—¿Por qué él? —preguntó Jin, su tono lleno de escepticismo. —¿Podemos confiar en él, Padre?

—He hablado con él, —respondió Namjoon con un suspiro. —Aun así, sean cautelosos. Lord Cedric tiene conexiones que podrían ser útiles para nosotros. Además, debemos demostrar que estamos dispuestos a trabajar juntos por el bien del reino.

—Confiamos en lo que dices, padre, estaremos alerta —dijo Jhope, aunque aún parecía incómodo con la idea.

Namjoon sonrió levemente ante la lealtad de sus hijos.

—Yo también confío en ustedes para mantener la guardia alta. Recuerden que este viaje es una oportunidad para fortalecer nuestras relaciones con Whisper. Así que pase lo que pase, no utilicen sus habilidades allá; no queremos que nos vean como una amenaza.

—¿Pero, qué pasa si estamos en peligro? —Preguntó Jimin.

—Nada de habilidades —repitió su padre, mirándolos a los ojos. —Todo se puede resolver dialogando. ¡Pometanlo!

—¡Lo prometemos, su Majestad! —repitieron todos al unísono inclinándose ante él.

Mientras tanto, Jungkook, el príncipe menor, observaba desde un rincón del salón con ojos curiosos y llenos de admiración hacia sus hermanos mayores. Aunque aún era joven e inexperto en las complejidades del mundo político, sentía una profunda conexión con ellos.

—¿Puedo ir también, padre? —preguntó Jungkook con entusiasmo mientras se acercaba a su padre.

Namjoon se inclinó para mirar a su hijo a los ojos.

— No esta vez, pequeño. Ya lo habíamos hablado.

Jungkook hizo pucheros, pero entendió lo que su padre le decía.

— Está bien… Pero prometo entrenar duro mientras ustedes están fuera.

—Eso es lo que quiero oír —dijo Jin con una sonrisa cálida. — Ahora descansemos; partiremos al amanecer.

La noche pasó rápidamente. Al amanecer, los príncipes se reunieron en el patio del castillo junto a Lord Cedric, quien había llegado puntual y vestido elegantemente para la ocasión.

—Príncipes —saludó a Cedric con una sonrisa encantadora. —Estoy ansioso por emprender este viaje juntos.

Suga mantuvo una expresión neutral mientras Jimin, Jin y JHope intercambiaban miradas cautelosas.

Montando sus caballos, los cuatro príncipes partieron hacia el horizonte donde las montañas se alzaban majestuosamente contra el cielo azul claro. El sol se alzaba calentando el camino; la sequía finalmente había arrasado con todos los cultivos. Después de ver estos caminos llenos de nieve y árboles frondosos, ahora se veía un desierto interminable.

Montando su caballo negro con elegancia, estaba Lord Cedric. Aunque los príncipes habían decidido confiar en el juicio de su padre, la desconfianza hacia Cedric aún persistía en sus corazones.

—¿Estás seguro de que fue una buena idea traerlo con nosotros? — Murmuró Suga a Jin mientras avanzaban por el sendero polvoriento.

—Es lo que nuestro padre decidió, —respondió Jin con un suspiro. —Debemos mantenernos unidos y demostrar que somos dignos de confianza.

Al anochecer mientras continuaban su viaje, decidieron hacer una parada en una aldea para descansar. Al llegar, fueron recibidos por miradas curiosas y sonrisas tímidas de los aldeanos.

Mientras descansaban bajo el manto de lo que antes fue un gran roble, comenzaron a escuchar historias sobre el hombre a cargo de las ventas de provisiones del reino de Whisper.

—Es un hombre excepcional. A pesar de ser parte de la realeza, siempre ha mostrado compasión por los más pobres. —Comentaba un anciano de voz temblorosa.

Los príncipes intercambiaron miradas intrigadas. Jimin se inclinó hacia adelante, ansioso por escuchar más.

—Siempre está dispuesto a ayudar a quienes lo necesitan. Vi cómo regaló provisiones a familias que no podían pagar ni un simple trozo de pan —dijo una joven con ojos brillantes.

—Eso es admirable —comentó J-Hope con sinceridad. — No muchos nobles hacen eso.

—Exactamente —continuó el anciano. — Mi hijo me contó que cuando fue, vio cómo entregó sacos llenos de arroz y legumbres a una madre con tres hijos hambrientos. Ella no podía comprar nada porque había perdido su trabajo en la cosecha. El hombre simplemente le dijo: —No te preocupes; esto es para ti y tus pequeños.

Las historias siguieron fluyendo mientras los aldeanos se reunían alrededor para compartir las experiencias que habían escuchado. Cada relato era más conmovedor que el anterior; todos hablaban del mismo hombre: humilde, compasivo y generoso.

Suga escuchaba atentamente, sintiendo cómo su corazón se ablandaba ante las palabras del anciano.

—Parece que realmente se preocupa por su gente —reflexionó en voz alta.

—Si —asintió Jin pensativo. —Estoy ansioso por conocerlo cuando lleguemos a Whisper.

Jimin sonrió emocionado ante la idea.

—Me encantaría ver cómo interactúa con su pueblo.

Lord Cedric observaba desde un costado, pero no pudo evitar sentir cierta incomodidad al escuchar las alabanzas hacia otro príncipe mientras él permanecía en silencio.

Finalmente, a la mañana siguiente después de descansar y disfrutar de las historias compartidas por los aldeanos, los príncipes decidieron continuar su camino hacia Whisper con renovada curiosidad. Cinco días después cuando estaban más cerca del reino de Whisper, pasaban la noche en la última aldea antes de llegar.

— Es conocido por su astucia — comentaba un hombre.

— Hace unos días fui por provisiones y, alguien intentó robarle. No se en que estaba pensando el ladrón, pero pensó que podría salirse con la suya. Sin embargo, ese hombre no es alguien a quien se pueda subestimar.

Los príncipes se inclinaron hacia adelante, ansiosos por escuchar más.

— El lo descubrió antes de que pudiera hacer nada — continuó el hombre. — Con una calma impresionante, lo confrontó y le dijo: 'Si quieres comida, hay maneras mejores de conseguirla'. El ladrón intentó escapar, pero el lo atrapó con facilidad.

— ¿Y qué pasó después? — preguntó Jimin con interés.

— Fue ejecutado inmediatamente, — dijo el hombre con gravedad. — El no tolera la deshonestidad en su reino. La justicia es rápida allí.

Los príncipes intercambiaron miradas sorprendidas; aunque entendían la necesidad de mantener el orden en un reino, también sentían un escalofrío ante la severidad del castigo.

— Eso es… bastante drástico— comentó pensativo Suga.

— Pero también muestra cuán comprometido está con su pueblo, — añadió Jin. — No permite que nadie ponga en peligro la seguridad de los demás.

A medida que continuaban escuchando historias sobre el hombre de Whisper, los príncipes comenzaron a formar una imagen más clara de él: un líder fuerte y decidido que no dudaba en tomar drásticas para proteger a su gente.

Al día siguiente, los príncipes Jin, Suga, J-Hope y Jimin finalmente llegaron al reino de Whisper. La travesía había sido larga y agotadora, pero la emoción de estar en un nuevo lugar les daba energía.

PYROS Reino en Llamas [#starpop2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora