La querida del dragón; Katsuki Bakugo

❝ CRÓNICAS II ❞

Nunca doblegado, una historia de los años antes del reinado de los dragones por el Cronista Lucek de la Gimnospera.

Texto extraído: El Conquistador y su rosa.

Eventos, nacimientos y rumores de la realeza.

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En el décimo día del segundo mes del verano se celebró las nupcias entre la princesa (Nombre) Vanadey, hija de Serhat I y el príncipe de los dragones Katsuki Bakugo, heredero de Roca Dragón. Todos los visitantes coincidieron en señalar que había sido un acontecimiento magnífico. Los esponsales de la princesa y el príncipe estaban destinados a ser tan espléndidos como modestos fueron los de los reyes.

El Consejer Supremo Baljar en persona ofició los ritos matrimoniales en el Gran Templo de Andras. La celebración, aunque un poco abrupta, se trató de un gran banquete en dónde para sorpresa de nadie o de todos, se compartieron brindis mordaces.

Era visible la enemistad entre el príncipe de los dragones y el caballero de las Siete Armas, pues según algunos rumores, el humilde Sir había cortejado a dos de las damas del Conquistador: Lady Ochako Uraraka, hija del Señor de Alta Pradera y la mismísima princesa (Nombre), quien ya era su esposa oficial. Una cayó más que la otra y tristemente, se trató de la heredera de la Pradera. Los murmullos indican que aquella noticia devastó al príncipe y que fue la causa de su huída a Arkhos, el antiguo Continente Perdido.

De cualquier forma, Sir Izuku Midoriya y Lady Ochako Uraraka fueron prometidos en matrimonio después de que se anunciara las nupcias entre la princesa Vanadey y el príncipe salvaje. Se casaron dos meses después de lo que pronto empezaría a conocerse como la Boda Dorada.

Durante la noche de bodas, se dice que tanto la princesa como el príncipe no soltaron ruido alguno y muchos especularon que no se había consumado el matrimonio. Aunque no existe registro en ninguna crónica de la corte, los rumores extendidos por los criados y repetidos durante muchos años entre los plebeyos aseguran que los amigos del príncipe Katsuki le habían llevado siete vírgenes del otro lado del Alt'Chaac, de una de las casas de placer más lujosas de Owos. La princesa (Nombre) había entregado su doncellez muchos años atrás a su primer marido, de modo que no era posible que el príncipe Katsuki la desflorase en su noche de bodas. La labor de las owosís era cubrir esa carencia.

Al día siguiente, partieron hacia Roca Dragón, lugar ancestral del príncipe. La princesa se montó sobre el Terror Rojo y emprendieron su vuelo hacia la Ciudad Salvaje. Desde este punto en adelante, las fuentes difieren sobre los eventos ocurridos durante su largo matrimonio con el Şehzade. Tanto como Deste como los demás cronistas se mantuvieron en Victoria del Rey para documentar los eventos dentro de la Corte.

Como contrapunto a la historia de los cronistas contamos con El testimonio de la Líbelula de Arena, basado en la narración verbal de una de las damas de compañía de la princesa durante sus años en la corte de su marido (anotada por un escribano que no nos legó su nombre) que, en varias ocasiones, sirvió como confidente tanto de la princesa (Nombre), del príncipe Katsuki y de los Czares de ese entonces. El Cronista Deste y la Libélula de Arena no siempre coinciden en ciertos detalles, y en ocasiones, sus relatos son considerablemente diversos, entre sí y respecto a los registros cortesanos y las crónicas del Gran Lord Maestro Runciter y sus sucesores.

La Líbelula de Arena habla que una segunda boda se llevó acabo en Roca Dragón. Dado que los Rhyonar y los Belegnory poseían sus propias tradiciones, la madre del Şehzade, la Czaricsa Mitsuki decidió que las nupcias de su hijo debían de celebrarse debajo de los ojos de sus propios dioses. Se tienen registros breves y nada detallados de las ceremonias Rhyonar, pero si algo se sabe es acerca del ritual de sangre y fuego oficiado por los sacerdotes rojos. La pareja se retiró después para consumar su matrimonio en el tradicional Bosque Rojo.