|CAPÍTULO 13|

934 123 134
                                    

Me estoy estresando muy rápido, enervando todavía más ante la acumulación de textos que leer y por el entrenador de básquet a quien le apetece una hora más de las tres que entrenamos dos días a la semana. También porque dentro de poco habrá un evento estudiantil en la universidad. Todas las carreras de salud deberán prestar un servicio gratuito a las personas que estén de paso cerca del campus. En nuestro caso presentaremos algunas actividades dinámicas y planes de alimentación, además de algunos snack nutritivos como regalo.

¿Y adivinen quiénes serán los que estén a cargo? El representante de la carrera Cha EunWoo, y dos de los primeros mejores alumnos. O sea, Kim SunTae y yo.

Desde esa tarde no volvimos hablar. Ni siquiera por mensaje o cuando teníamos clases compartidas, éramos dos completos desconocidos y a decir verdad, era una completa mierda. La peor parte es que comencé acostumbrarme a su presencia.

—Anda, tienes que decir que sí. Park SooYoung consiguió mesas.

Estoy cansado, quiero dormir una semana entera sino es que un año pero tampoco quiero encerrarme a escuchar mis pensamientos negativos. Gyu intenta una vez más por milésima vez convencerme de salir en la noche un día de semana. Suspiro profundamente y me levanto dejando que la silla ruede hacia atrás un par de centímetros hasta golpear mi cama, acción causante que mi compañero retroceda su cuerpo del susto unos milímetros. Me mira con ojos abiertos, expectante.

—Vamos.

Salta de felicidad, viene a mí y me abraza efusivo. Mingyu tiene alma de niño pequeño inquieto. Parte de su esencia y lo que a muchas chicas de este lugar les llama la atención. Avisa a los demás por el grupo que tenemos y la reacción es similar, están contentos de que me tome una noche fuera para divertirme. Entonces Jaehyun, quien pienso es el más serio de los cuatro —junto conmigo—, manifiesta que debo dejar de ser tan monótono. No pensé que ellos tuvieran ese concepto de mí.

Ya son las diez cuando estamos en las calles de Seomyeon. Mis buen animo sube en aumento cuando el ambiente festivo nos rodea, somos un buen grupo que sabe reír y hacer bromas. Joy rodeada por mi brazo sobre sus hombros está bastante producida a diferencia de Rosé que va casual pero bonita. Tengo la ligera sospecha de que no se llevan del todo. Siendo sincero, no me gusta la forma en que la hace a un lado. Cómo si las palabras de la rubia o su simple presencia no fueran interesantes y puedo ver claramente en el rostro serio de Jaehyun que tampoco le simpatiza.

Entramos al bar. Es amplio, la iluminación es baja y de ciertos colores. La música está a un volumen alto pero aceptable. En uno de los laterales hay una extensa barra de madera en la que sirven tragos, detrás una pared iluminada en azul llena de estantes de piso a techo con botellas de distintas variedades de bebidas alcohólicas. Casi como una colección. Casi al fondo se vislumbra una tarima superior donde el dj está pasando música con todo el equipo correspondiente. También hay mesas redondas altas distribuidas por todo el sector y en el lateral contrario a la barra un gran espacio apartado de la puesta por una clase de cadena con sillones y mesas, es a donde nos dirigimos pues Joy logró lugar en el vip.

Nos acomodamos a nuestro gusto y una camarera llega tomando nuestro pedido. No me siento muy conversador, Joy parece más cómoda pero casi toda su atención está en mí. La cercanía un poco más íntima entre ambos es bastante notoria y se que tendré que explicarles después a los chicos en que posición estoy con la chica sino no me dejarán en paz. Apenas llega la primer ronda decido que está noche no me preocuparé por nada y solo disfrutaré. Me lo merezco.

Luego esa sensación de tranquilidad y necesidad de distracción desaparece cuando Mingyu con una expresión de sorpresa en sus ojos bien abiertos me indica disimuladamente con la barbilla que voltee. Lo hago encontrando la presencia de Cha EunWoo y Kim SunTae llegando. Ninguno parece asombrarse cuando nos observan desinteresadamente con rapidez y apuesto a que la flaquita se dio cuenta de mi actitud displicente cuando solo gire ignorándoles.

𝘾𝙐𝙀𝙎𝙏𝙄𝙊𝙉 𝘿𝙀 𝙋𝙀𝙎𝙊 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora