JungKook jamás lo tuvo fácil, desde niño fue acosado por su sobrepeso y dulce inocencia. Su familia decide mudarse a la gran ciudad de Seúl cuando le proponen un gran trabajo a su padrastro.
Años más tarde, vuelve a Busan para entrar en una de las...
No tenía control de su cuerpo, ardía. Se sacudía ante los movimientos controlados por alguien a sus espaldas. Sus ojos se mantenían cerrados ante el placer proferido provocando que dejara caer la cabeza hacia atrás aterrizando en el hombro ajeno. Un gemido ahogado que hace eco entre los azulejos, el vapor ascendiendo, el agua de la ducha cayendo, las pieles mojadas y pegajosas. Una mano, grande y masculina sujeta su mandíbula colocando la fuerza suficiente sin lastimarla, la otra se sostenía de sus caderas impulsándose en su interior. Escuchar el ronco jadeo contra su oído más el vaivén tornándose fuerte, salvaje y rápido ocasionó que sus piernas comenzaran a debilitarse. La presión en su vientre bajo se convirtió en una particular sensación de flotar junto a los besos y lamidas a su mandíbula y cuello. Su visión nublada se detuvo de repente en el brazo apoyado de la pared.
Tatuajes, una manga con distintos dibujos, era…
El placer se intensificó quitándole cordura, estaba a punto de llegar. La agitada respiración descontrolada ajena golpeando su cuello. Sus ojos no lograban mantenerse abiertos cuando los embates aumentaron y lo único que escuchó al alcanzar la cúspide fueron sus gemidos.
Entonces despertó.
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Salgo del consultorio de la ginecóloga. Cómo cada año vengo a mis monitoreos, nueva actualización de estudios, entrega de nuevas dosis de pastillas, etc. La extraña sensación por culpa de ese sueño no ha desaparecido desde que desperté. No recuerdo absolutamente nada y eso me tiene algo frustrada. Aún tengo tiempo de llegar a clases cuando reviso la hora, dudo mucho que pueda concentrarme con pocas horas de sueño. Que JungKook me siga evadiendo también es un aliciente. Es un testarudo de primera. Tal vez el que le haya robado un beso el otro día ayude a la causa y a decir verdad, no sé porqué lo hice, solo me nació hacerlo. Eso y que estoy realmente confundida.
¿Me gusta? Claro que sí. O sea, JungKook es un hombre muy atractivo, no hay que ser ciegos tampoco para no darse cuenta que también posee un bonito corazón. Es amable y considerado con los demás, mientras con su pequeño grupo de amigos o familia es amoroso y protector. EunWoo no alcanza ni la mitad de todas esas cualidades. Y diablos, por qué traes a colación a ese idiota. Voy demasiado ensimismada en pensamientos cuando la mano de alguien sujeta suavemente mi brazo.
—¿SunTae? —es Haejung la madre de JungKook y Ara. Cómo siempre tan maternal y sonriente— Hola, cielo, ¿cómo estás?
—Muy bien, ajumma. —sin perder la sonrisa me reprocha con la mirada.
—Puedes hablarme de tú, no es molestia para mí.
Accedo moviendo la cabeza en una afirmación. Nuestras manos aún están entrelazadas.
—¿Qué hace aquí? ¿Acaso está enferma? —automáticamente mis ojos por encima de su hombro buscan algún integrante de su familia, ella niega.
—No, por suerte todos estamos bien. Vine hacerme estudios de rutina, con la edad uno se va deteriorando y uno debe mantener todo en orden para evitar futuros problemas.