capítulo 26:Un abrazo de amor y calidez

0 0 0
                                    

Minho llegó a su casa, y Haneul notó inmediatamente que se veía algo triste. Sin decir una palabra, Haneul se acercó a él y lo abrazó fuerte.

Minho: [susurrando] Gracias, amor. La verdad es que Dak-Ho fue una buena persona en su momento, pero cometió errores que fueron culpa de otras personas. Ahora espero que descansé en paz.

Haneul lo abrazó con más fuerza y le dio un beso en la mejilla para hacerlo sentir mejor.

Haneul: ¿Quieres que hagamos algo para que te sientas mejor?

Minho: [susurrando] Bueno...

Haneul: ¿Quieres que leamos un libro?

Minho: [sonriendo ligeramente] Sí, la verdad es que yo creo que leyendo me sentiré mejor. Y si es con tu compañía, será mejor aún.

Haneul sonrió y lo llevó a la sala de estar, donde se sentaron juntos en el sofá. Haneul eligió un libro y comenzó a leer en voz alta, mientras Minho se acurrucaba en su lado, sintiendo la calidez y el amor que Haneul le brindaba.

A medida que Haneul leía, Minho se sintió más tranquilo y relajado, y su tristeza comenzó a desvanecerse. La compañía de Haneul y la lectura del libro fueron justo lo que necesitaba para sentirse mejor.

Haneul: ¿Quieres comer algo?

Minho: Sí, vamos a cocinar.

Haneul: Bien, pero creo que yo cocinaré algo especial para ti. Tú te quedas aquí leyendo y yo prepararé algo para ti.

Minho asintió con la cabeza, sonriendo, y continuó leyendo mientras Haneul se dirigía a la cocina.

Haneul se puso a trabajar, preparando una receta especial que sabía que Minho amaba. Poco después, el aroma a galletas frescas y deliciosas llenó la habitación, y Minho no pudo evitar sonreír.

Minho se sentía afortunado por tener a Haneul en su vida. La forma en que lo cuidaba y lo hacía sentir bien era algo que valoraba enormemente. Se sintió más relajado y tranquilo, sabiendo que Haneul estaba allí para él.

Después de unos minutos, Haneul regresó con una bandeja de galletas frescas y calientes, acompañadas de un vaso de leche fría. Minho se levantó de la silla y se acercó a Haneul, abrazándolo.

Minho: [susurrando] Gracias, amor. Eres el mejor.

Haneul sonrió y le dio un beso en la mejilla.

Haneul: [sonriendo] De nada, amor. Quiero que te sientas bien.

Mientras tanto con seok:

Seok llegó a su casa con una expresión triste, pero al ver a Joon-ho en la sala, su rostro se iluminó con una leve sonrisa. Joon-ho era su fuente de felicidad y lo más importante para él.

Joon-ho: Estás bien? No te lastimó Dak-Ho?

Seok: [susurrando] No te preocupes, estoy bien. Solamente algo triste por él. Aceptó su destino y pensé en que en algún momento fue una buena persona y en las muchas personas que lo lastimaron, haciendo que sea esa clase de persona.

Joon-ho se acercó a Seok y lo abrazó fuerte, haciéndolo sentir mejor. Seok se relajó en los brazos de Joon-ho, sintiendo la calidez y el amor que lo envolvía.

Joon-ho: ¿Y si vemos una película o salimos a un parque?

Seok: [sonriendo] Vayamos a un parque.

Joon-ho sonrió y se levantó, tomando la mano de Seok. Juntos, salieron al parque, disfrutando del sol y la brisa fresca. Caminaron paseando, hablando y riendo, pasando lindos momentos juntos.

La tristeza de Seok comenzó a desvanecerse, reemplazada por la felicidad y la alegría que sentía con Joon-ho. Sabía que con él a su lado, podía superar cualquier obstáculo.

Con jae-hyun:

Jae-Hyun se sentó en su casa, con una foto en su mano, gracias a un informante que se la había proporcionado. La imagen mostraba a Minho dándole una despedida a Dak-Ho. Jae-Hyun miró la imagen con indiferencia, sin sentir nada de tristeza. Para él, Dak-Ho siempre había sido solo un peón, un cómplice que había utilizado para alcanzar sus objetivos.

Se rió al ver la imagen, pero pronto se puso serio al darse cuenta de que ya no tenía complices. Pensó en lo idiota que había sido Dak-Ho, no haber pensado en cómo iba a morir. Jae-Hyun miró la foto un poco más, y luego la rompió con desprecio, tirándola al basurero como si no significara nada para él.

Jae-Hyun parecía ser un ser sin corazón, sin empatía, que solo se preocupa por sí mismo. No mostró ninguna señal de arrepentimiento o tristeza por la muerte de Dak-Ho, solo una indiferencia total. Se levantó de su asiento, y se alejó, sin mirar atrás, como si la foto y la persona que representaba ya no tuvieran importancia para él.

Su rostro era una máscara de frialdad, sin ninguna expresión que revelara sus verdaderos sentimientos. Era un hombre que había olvidado qué es la empatía y el amor, y que solo se preocupaba por su propio beneficio. La muerte de Dak-Ho era solo otra pérdida para él, una pérdida que no le importaba en absoluto.

el arte de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora