Tae-ho siguió pensando en sus recuerdos de la secundaria, recordando cómo era molestado por querer seguir su sueño de convertirse en un nadador competitivo. Los chicos de su clase solían decirle "Te gusta el agua?, entonces debe gustarte la del trapeador" antes de arrojarle un balde de agua sucia.
Tae-ho recordó cómo se sentía en ese momento, cómo se sintió herido y solo. Pero también recordó cómo Jae-hyun se reía de él, cómo parecía disfrutar de su sufrimiento.
Sin embargo, Tae-ho siempre había sido un chico optimista y despreocupado. Quería creer que Jae-hyun no era realmente malo, que solo estaba actuando así porque los demás lo estaban presionando. Así que justificó las acciones de su amigo, pensando que quizás solo estaba siendo un adolescente inmaduro o que se ríe de él porque lo amenazaron.
Tae-ho pensó que quizás Jae-hyun no era el culpable, que quizás era solo un pobre tipo que se sentía obligado a reírse para no ser víctima de la bullyng él mismo. Así que decidió perdonar a Jae-hyun y seguir adelante, sin dejar que la situación afectara su amistad.
Tae-ho se detuvo en una intersección y miró hacia el espejo retrovisor. Se vio a sí mismo, con una expresión pensativa y un poco confundida.
Tae-ho siguió pensando en su amigo Jae-hyun, intentando justificar sus acciones del pasado. Se decía a sí mismo que quizás Jae-hyun solo estaba siendo un adolescente inmaduro, y que sus acciones no eran tan malas como parecían.
Mientras tanto, en la casa de Jae-hyun, él se encontraba sentado en su sofá, pensando en su plan. Se dio cuenta de que necesitaba ganarse la confianza de Tae-ho, para que este lo ayude en caso de que algo salga mal.
Jae-hyun sonrió para sí mismo, pensando en cómo había manipulado a Tae-ho desde la secundaria. Lo había animado a seguir con sus sueños de natación, no porque realmente lo ayudara, sino porque quería ganarse su confianza y hacer que Tae-ho lo quiera.
Ahora, Jae-hyun pensaba en cómo podía usar a Tae-ho para su propio beneficio. Se dio cuenta de que si algo le sucediera, Tae-ho podría ser su vengador, alguien que lo proteja y lo defienda.
Jae-hyun se levantó del sofá y se dirigió a su habitación. Se miró al espejo y sonrió, pensando en cómo iba a manipular a Tae-ho de nuevo.
"Tengo que hacer que Tae-ho se sienta importante", se dijo a sí mismo. "Tengo que hacer que se sienta como si fuera mi mejor amigo".
Jae-hyun se acostó en su cama, pensando en cómo iba a lograrlo. Sabía que tenía que ser cuidadoso, ya que Tae-ho no era tonto. Pero Jae-hyun estaba seguro de que podía hacerlo, ya que había pasado años manipulando a Tae-ho sin que este se diera cuenta.
Tae-ho seguía pensando en su amigo Jae-hyun, intentando justificar sus acciones del pasado. Se decía a sí mismo que quizás Jae-hyun solo estaba siendo un adolescente inmaduro, y que sus acciones no eran tan malas como parecían.
Mientras tanto, en la casa de Jae-hyun, él se encontraba sentado en su sofá, pensando en su plan. Se dio cuenta de que necesitaba ganarse la confianza de Tae-ho, para que este lo ayude en caso de que algo salga mal.
Jae-hyun sonrió para sí mismo, pensando en cómo había manipulado a Tae-ho desde la secundaria. Lo había animado a seguir con sus sueños de natación, no porque realmente lo ayudara, sino porque quería ganarse su confianza y hacer que Tae-ho lo quiera.
Ahora, Jae-hyun pensaba en cómo podía usar a Tae-ho para su propio beneficio. Se dio cuenta de que si algo le sucediera, Tae-ho podría ser su vengador, alguien que lo proteja y lo defienda.
Jae-hyun se levantó del sofá y se dirigió a su habitación. Se miró al espejo y sonrió, pensando en cómo iba a manipular a Tae-ho de nuevo.
"Tengo que hacer que Tae-ho se sienta importante", se dijo a sí mismo. "Tengo que hacer que se sienta como si fuera mi mejor amigo".
Jae-hyun salió de su casa y fue a un lugar en donde vendían autos caros y de alta gama. Compró uno y llamó a Tae-ho para decirle que compró un auto para él.
Tae-ho respondió que iría en seguida y siguió pensando que después de todos Jae-hyun había cambiado y que solamente eran etapas de la adolescencia.
Fue hasta el lugar y Jae-hyun habló.
Jae-hyun: Amigo, compré este auto, y es para ti.
Tae-ho: ¿En serio? Justamente necesitaba comprar uno nuevo, pero es caro, estás seguro?
Jae-hyun: Completamente, quiero fortalecer nuestra amistad y quería darte un regalo digno y perfecto para ti.
Jae-hyun fue a abrazar a Tae-ho. Tae-ho no sospecho de esto y pensó que Jae-hyun realmente había cambiado, así que se fue feliz con su nuevo auto.
Jae-hyun se quedó allí un momento riendo y sonriendo, ya que las cosas iban como él quería. Y pensó:
"Pensamiento: Es un tonto, él será mi vengador en caso de que muera tratando de que algo salga mal en mi plan, será como mi verdugo".
Jae-hyun se fue del lugar sonriendo y orgulloso de si mismo por lo que había hecho ya que estaba seguro de que todo iría como a el le plazca.
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el arte de amar
RomanceEn un mundo donde el amor y la lealtad se entrelazan con la violencia y el poder, Haneul, un joven bibliotecario, se encuentra con Minho, un mafioso con un corazón de oro. A medida que su relación crece, deben enfrentar los peligros que rodean a Min...