¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
...
Durante el fin de semana del Gran Premio de Singapur, Lewis Hamilton, conocido por su enfoque en las carreras, se ve distraído por alguien del pasado. Una noche bajo la luz de la ciudad lo lleva a reconsiderar qué es realmente importante en su vida.
Singapur, después de una intensa sesión de clasificación, Lewis decide salir a dar un paseo por la ciudad. Las calles están llenas de vida, el aire cálido y un poco húmedo. Mientras camina, se encuentra con un pequeño mercado nocturno, donde se detiene a observar las luces y el bullicio de las carreras.
-Siempre me he concentrado en lo que está por delante... pero a veces, lo que se queda atrás es lo que más importa- dijo murmurando para sí mismo.
De repente, una voz suave pero familiar lo saca de sus pensamientos.
-¿Lewis?, ¿Qué haces aquí en Singapur?- preguntaste emocionada.
-¡Daniela! No esperaba verte por aquí... ¿Qué haces en Singapur?- dijo volteándose sorprendido.
Daniela era una amiga muy cercana a Lewis en sus primeros años de carrera, antes de que la fama y el ritmo acelerado de la Formula 1 los terminara separando.
-Trabajo en eventos internacionales. Vine para ayudar con la organización del Gran Premio... pensé que te vería desde las gradas en tu monoplaza, no esperaba que estuvieras caminando solo en la noche- dijiste
-A veces necesito un respiro de todo. Es fácil perderse en la rutina tan estricta, y Singapur siempre me ha dado una rara sensación de paz- dijo sonriendo nostálgico
-Siempre fuiste diferente, Lewis. A pesar de todo, siempre buscas un equilibrio entre todo esto- dijiste riendo suavemente.
-¿Y tú? Siempre pensaste que yo era demasiado apasionado por las carreras y los carros... ¿Todavía piensas lo mismo?- dijo mirándote fijamente.
-Sabes que nunca fue sobre las carreras, sino sobre cómo dejaste todo atrás. Incluyéndome a mí- dijiste sonriendo tristemente.
-Eso nunca fue mi intención, Daniela. Pero entiendo que se sintió así. He pensando en ti muchas veces... más de las que debería- dijo susurrando.
-¿Y qué es lo que piensas ahora, Lewis?- le preguntaste.
-Pienso que aquí, en este momento, bajo las luces de esta ciudad, quiero hacer algo que debí haber hecho hace mucho tiempo y no dejarlo atrás- dijo acercándose con voz suave.
El silencio entre ellos se llena de una electricidad inexplicable. Lewis se inclina lentamente hacia ella, sus ojos reflejando las luces doradas de Singapur, y la besa con una mezcla de arrepentimiento y esperanza de ser correspondido.
-Lewis...- dijiste susurrando con los ojos cerrados.
-No puedo prometer que la vida a mi lado será fácil, pero estoy cansado de correr solo. Si aún hay espacio en tu corazón, quiero intentarlo... quiero que seas parte de este viaje, quiero que estes a mi lado- dijo acariciando su rostro.
-Siempre hubo espacio para ti, Lewis. Solo que no sabías cómo ocuparlo- dijiste con una sonrisa susurrando.
-Entonces, empecemos desde cero. Bajo estas luces... con una nueva carrera, juntos- dijo con una risa suave llena de emoción.
Mientras el Gran Premio de Singapur avanza, Lewis se siente más ligero, más en paz. Al final del fin de semana, después de una actuación sólida, él y Daniela se encuentran en el mismo lugar de en la noche, pero esta vez, no como viejos amigos, sino como dos personas que estaba dispuestas a construir un futuro nuevo juntos.
