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Era un día fresco en el circuito de Monza. Los motores rugían a lo lejos, preparándose para la próxima carrera, y los fans ya estaban llenando las gradas, ansiosos por la carrera. Tú estabas en el garaje, ajustando unos cuantos detalles en los datos de la telemetría cuando una voz familiar te sacó de tu concentración.
-Siempre tan concentrada ¿eh?- Pierre se apoyó en la mesa a tu lado, con una sonrisa que siempre lograba desarmarte.
-Alguien tiene que asegurarse de que tu coche esté en perfectas condiciones- respondiste sin mirarlo, tratando de mantenerte calmada, con un tono de voz serio, aunque te delataba un poco.
Pierre soltó una pequeña risa y se inclinó hacia ti, bajando el tono de su voz.
-Creo que te concentras demasiado en el coche... y no en mí.
Finalmente lo miraste y viste ese destello juguetón en sus ojos que tanto conocías. Desde que habías comenzado a trabajar con él, habían formado una relación especial, una amistad que iba más allá de lo profesional. Pero últimamente, sentías que algo estaba cambiando, que las miradas se alargaban un poco más y las palabras tenían un significado más profundo.
-No me pagan por concentrarme en ti, Gasly- contestaste en tono bromista, intentando desviar el tema.
-Eso es cierto- admitió -Pero creo que no necesitas que te paguen para que lo hagas. Ya lo haces.
El comentario te dejó sin palabras por un segundo. Pierre siempre había sido directo, pero no de esta manera. Había algo diferente en tu tono, algo que no se podía ignorar. Sus palabras resonaron en tu cabeza mientras él se apartaba ligeramente, cruzando los brazos y observándote, esperando tu reacción.
-Pierre...- empezaste, pero no sabías cómo continuar. Sabias que había algo entre ustedes, pero hasta ese momento, ninguno había tenido el valor de decirlo.
Él noto tu balbuceo, en lugar de arrepentirse y retroceder, decidió avanzar.
-Mira, sé que esto puede ser algo complicado- bajó un poco la voz -Pero no puedo seguir ignorando lo que siento por ti y lo que siento cuando estoy contigo. Me haces sentir algo que no se compara con nada, ni siquiera con estar en el coche en la pista.
Sus palabras eran sinceras, y la intensidad con la que te miraba te dejaba sin aliento. Sabías que Pierre era impulsivo en la pista, pero esto era completamente diferente. Aquí no había adrenalina, ni coches, ni curvas; solo estaban ustedes dos; dos personas enfrentándose a lo que sentían.
-No esperaba que dijeras algo así- confesaste, mirando tus manos mientras jugabas con un tornillo. Sentías que la presión en tu pecho aumentaba, pero no querías huir -Pero tampoco puedo decir que no lo haya pensado.
-Entonces dime... ¿Qué piensas cuando estamos juntos?
Te tomaste unos minutos para respirar. Sabías que no había marcha atrás, era tu oportunidad de decirle lo que sentías, pero en el fondo, ya habías tomado una decisión.
-Pienso que eres una distracción... pero una de las buenas- dijiste con una sonrisa -Que me haces sentir que todo esto va a valer la pena. Las largas horas de tensión, momentos difíciles... todo se hace más llevadero porque sé que siempre vas a estar aquí.
Pierre te miró con una intensidad que te hizo temblar, pero no de miedo, sino de emoción. Era como si hubiera estado esperando esas palabras desde hacía mucho tiempo.
-¿Y eso te asusta?- preguntó suavemente.
-Un poco- admitiste -Pero lo que más me asusta es perder la oportunidad de ver qué podría pasar entre nosotros.
No necesitaste decir más. Pierre se inclinó hacia ti, y con un movimiento suave, rozó sus labios con los tuyos en un beso delicado. Fue un beso que no necesitaba palabras.
Cuando se separaron, ambos se quedaron en silencio por un momento, respirando profundamente, asimilando lo que acababa de suceder.
-creo que esta es la primera vez que algo fuera de la pista acelera mi corazón de esta manera- bromeó Pierre, con una sonrisa.
-Bueno, no te acostumbres- dijiste jugando -Todavía tenemos mucho trabajo por hacer.
Pierre rió, pero no soltó tu mano, entrelazando sus dedos con los tuyos mientras observaban todos los movimientos del paddock. Todo parecía seguir como siempre, pero para ustedes todo había cambiado.
-Oye- dijo con un brillo en los ojos -Después de esta carrera... tal vez podríamos tomar un descanso. Solo tú y yo.
Lo miraste, sintiendo que tu corazón volvía a latir rápidamente, pero esta vez no era por nervios, sino de la emoción.
-Eso suena como un buen plan..... Pero solo si ganas
-¿Ah sí?¿Y qué pasa si no gano?- preguntó con la ceja levantada.
Te acercaste a su oido susurrando.
-Igual me tendrás a tu lado.
Pierre sonrió de oreja a oreja, y tú sentiste que no importaba lo que pasara en la pista, ya habías ganado algo mucho mejor y más importante.
