Regresé a Londres y me tomé dos días libres para prepararme para mi tesis. El primer día, salí con mi mejor amiga Scarlet. Fuimos de compras y nos preparamos para la presentación. Scarlet me ayudó a elegir un outfit perfecto y me dio consejos para calmarme.
El segundo día llegó, y estaba muy nerviosa. Pero cuando comencé a presentar mi tesis, me sentí más segura. Hablé con confianza y claridad, y mis argumentos fueron sólidos.
Al finalizar, los profesores me felicitaron. Me sentí emocionada y aliviada. Y entonces, vi a Erick en la audiencia, sonriendo y aplaudiendo. Me había venido a apoyar.
Me acerqué a él, emocionada. "¡Gracias por venir!", le dije.
"¿Cómo no iba a venir?", me respondió. "Estoy muy orgulloso de ti, Rebeca. Lo hiciste excelente".
Me sentí especial con su apoyo. Scarlet se unió a nosotros, y los tres celebramos con un café.
Ese momento fue perfecto. Había logrado mi objetivo, y tenía a mis amigos a mi lado.
Después de la celebración, Erick me sugirió ir a cenar a un restaurante cercano. Scarlet se excusó, diciendo que tenía planes con su novio, así que Erick y yo fuimos solos.
La cena fue maravillosa. Hablamos sobre todo, desde nuestros sueños hasta nuestros miedos. Me sentí conectada con él de una manera que nunca había experimentado antes.
Después de la cena, Erick me llevó a un parque cercano. Caminamos bajo las estrellas, disfrutando del fresco aire nocturno.
De repente, Erick se detuvo y me miró a los ojos. "Rebeca, desde que te conocí, he sentido algo especial por ti. ¿Te gustaría salir conmigo? ¿Oficialmente?"
Cuando Erick me preguntó si quería salir con él, me sentí halagada y emocionada. Pero luego recordé mis prioridades y mi objetivo de enfocarme en mi carrera y personalidad.
"Erick, gracias por preguntar", le dije sonriendo. "Pero por ahora, no quiero salir con nadie. Quiero enfocarme en mí misma, en mi crecimiento personal y profesional".
Erick me miró con comprensión y respeto. "Entiendo, Rebeca. Admiro tu dedicación y enfoque. Estaré aquí cuando estés lista".
Me sentí aliviada y agradecida por su comprensión. Sabía que era importante mantener mi enfoque y no distraerme con relaciones sentimentales en ese momento.
"Gracias, Erick. Eres un gran amigo", le dije.
Erick sonrió y me abrazó. "Siempre estaré aquí para ti, Rebeca. Como amigo o como algo más, cuando estés lista".
Nos despedimos y continué mi camino, sintiéndome orgullosa de mi decisión y emocionada por el futuro.
El gran día finalmente llegó! Me gradué como Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas. Fue un momento emocionante, después de tanto esfuerzo y dedicación.
Subí al escenario para dar un discurso inspirador a mis compañeros graduados. Me sentí orgullosa de representar a mi promoción.
Y para coronar mi logro, me colocaron en el Cuadro de Honor como Mejor Estudiante. Me sentí abrumada de emoción.
Lo más importante fue tener a mis seres queridos presentes. Mis padres, Lisbeth y Carlos, estaban radiantes de orgullo. Mis hermanos, Mariana de (25) Años, y Cristian de (20) Años, también estaban allí para celebrar conmigo.
Y por supuesto, Erick y Scarlet, mis amigos y compañeros de aventuras, también estaban presentes. Scarlet y yo nos graduamos juntas, ¡fue un momento increíble!
Después de la ceremonia, nos tomamos fotos y celebramos con una gran fiesta. Fue un día inolvidable, lleno de amor, orgullo y logros.
Ahora, estoy lista para enfrentar nuevos desafíos y hacer realidad mis sueños en el mundo de la publicidad y relaciones públicas. ¡El futuro brilla con esperanza!
Mientras estábamos disfrutando, recibí una llamada inesperada. Era Holden, llamando para felicitarme.
Me sorprendió mucho, ya que no habíamos hablado en mucho tiempo. Pero me alegró escuchar su voz y acepté su llamada.
"Rebeca, felicidades por tu graduación", dijo Holden. "Siempre supe que lo lograrías".
Hablamos un rato, recordando viejos tiempos y compartiendo risas. Luego, Holden me dijo: "Te dejo disfrutar de tu celebración, Rebeca. Te lo mereces".
Pero entonces, algo me hizo detenerlo. "Espera, Holden", dije. "Quiero pedirte algo... aunque no lo merezco".
Holden se quedó en silencio por un momento. "¿Qué es, Rebeca? Puedes pedirme lo que quieras".
Me armé de valor y continué. "Bueno, mejor no. Olvídalo".
Holden insistió. "No, Rebeca. Dime qué es. Quiero saber".
Me sentí nerviosa, pero algo dentro de mí me empujaba a confiar en él. "Está bien... Holden, ¿podríamos vernos? Quiero hablar contigo sobre algo importante".
Holden se quedó en silencio por un momento. Luego, respondió: "Claro, Rebeca. Me encantaría verte".
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Me tomé unos tragos y, de repente, sentí el impulso de ver a Holden. Me despedí de mis amigos y me fui a su apartamento. Al llegar, la puerta estaba abierta. Toqué el timbre, pero nadie respondió. Me armé de valor y entré.
Escuché risas y seguí el sonido hasta una puerta entreabierta. Mi corazón se detuvo al ver a Holden con una mujer. No podía ver su rostro, pero escuché un gemido con el nombre "Paula". Me quedé helada.
¡Era Paula, su "ex" novia! Me sentí engañada y furiosa. Holden me había mentido.
Intenté irme, pero mi celular sonó, delatándome. Holden se dio la vuelta y nuestros ojos se encontraron. Su expresión fue de sorpresa y culpabilidad.
"Rebeca, ¿qué haces aquí?", preguntó, intentando sonar calmado.
Me quede en silencio, no sabia que decir.
Paula se dio la vuelta, y su mirada me fulminó. "¿Quién es esta?", le preguntó a Holden.
Holden se puso de pie, intentando mediar. "Rebeca, por favor, déjame explicar..."
Pero yo ya había escuchado suficiente. Di media vuelta y salí corriendo del apartamento, dejando atrás la mentira y el engaño.
Salí del edificio, destrozada, y me senté en las escaleras. Las lágrimas brotaban de mis ojos, y no entendía por qué me dolía tanto. No éramos nada, ¿por qué me sentía así?
Holden apareció, rogándome que le dejara explicarse. "Rebeca, por favor, déjame explicar... Las cosas no son como parecen".
Le grité, furiosa. "¡No, no son como parecen! ¡Lo vi muy claro! Estabas con ella, teniendo sexo. No soy ciega, Holden. No intentes taparlo. No me mientas más. Lo que más odio es que me mientan".
Mi voz temblaba de rabia y dolor. "Quise creer en ti. Me pediste que te esperara, que no estuviera con Erick. Me invitó a salir oficialmente, y le dije no por tu culpa. Por tu maldita culpa y tus estúpidas mentiras".
Holden intentó acercarse, pero lo rechacé. "Sabes por qué vine aquí? Vine a disculparme por tratarte mal. Pero te encuentro con tu supuesta ex novia. No, Holden. No te creo más. Decir que se separaron hace meses, que tenían problemas... Eso es caer muy bajo".
Me puse de pie, secándome las lágrimas. "Adiós, Holden. No quiero verte más". Y me alejé, dejando atrás el dolor y la decepción.
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LA MIRADA QUE LO CAMBIÓ TODO
Lãng mạnEn el momento en que sus ojos se encontraron, supieron que nada sería igual jamás.La vida les había llevado por caminos diferentes, pero el destino tenía otros planes.Un encuentro casual, un amor eterno. Donde la pasión y el destino se unen, comienz...