CAPÍTULO 16

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Max llegó muy tarde en la madrugada. Le pregunté por qué había llegado tan tarde y me dijo que teníamos que hablar. Nos sentamos en la cama y me dijo que estaba tan distraído porque sus padres tenían problemas y estaba muy estresado con el trabajo. Yo sabía que no era eso, quizás sí, pero había algo más. Decidí creerle.

Después de aquella noche, Max volvió a ser el mismo de siempre. Me pareció que había superado sus problemas y que nuestra relación volvía a la normalidad. Pasaron tres meses sin incidentes, y pensé que todo había vuelto a su cauce.

Pero, en el fondo, siempre tuve la sensación de que Max me estaba ocultando algo. Aquella noche, cuando me dijo que sus padres tenían problemas y que estaba estresado con el trabajo, no me convenció del todo. Sentí que había algo más, algo que no me quería decir.

Pero decidí creerle, quería confiar en él. Y durante tres meses, todo pareció ir bien. Hasta que llegó ese fin de semana, cuando sonó el timbre del apartamento y mi mundo se vino abajo al ver a Scarlet en la puerta.

Me quedé helada al ver a Scarlet en la puerta de mi apartamento. No esperaba verla allí.

"¿Qué haces aquí?", le pregunté, tratando de mantener la calma.

"No te alegras de verme", me respondió, con una sonrisa sarcástica.

Justo en ese momento, Max apareció detrás de mí, con una sonrisa en el rostro.

"Scarlet, qué alegría verte", dijo.

Me sentí confundida y traicionada. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Max estaba actuando como si Scarlet fuera una amiga cercana?

"Max, ¿qué pasa aquí?", le pregunté, tratando de mantener la calma.

"Pasa que Scarlet vino a visitarnos", me respondió, como si fuera lo más normal del mundo.

Pero yo sabía que algo no estaba bien. Scarlet no era solo una amiga, y Max lo sabía. ¿Qué había pasado entre ellos? ¿Por qué Max me había mentido?

Me sentí como si mi mundo se estuviera derrumbando. No sabía qué creer ni qué hacer. Solo sabía que necesitaba respuestas.

Pedí permiso para salir temprano del trabajo y me dirigí a la empresa de Max sin avisarle. Quería sorprenderlo y ver si podía descubrir algo.

Cuando llegué, la secretaria me dijo que Max no había ido a trabajar ese día. Me pareció extraño, ya que él me había dicho que tenía una reunión importante.

"¿Está segura?", le pregunté.

"Sí, señorita", me respondió. "Hoy no ha venido a la oficina".

Me fui a casa, pensando que quizás Max estaba allí. Pero cuando llegué, el apartamento estaba vacío. No había rastro de Max ni de Scarlet.

Empecé a sentir una sensación de ansiedad y confusión. ¿Dónde estaba Max? ¿Qué estaba haciendo? Y, lo más importante, ¿por qué me había mentido otra vez?

Me senté en el sofá, tratando de calmarme y pensar en mi próximo movimiento. Sabía que tenía que descubrir la verdad, pero no sabía por dónde empezar.

De repente, sonó mi teléfono. Era un mensaje de texto de un número desconocido. Decía: "Rebeca, sabes que Max te está mintiendo. Quieres saber la verdad?"

Mi corazón latía con fuerza mientras leía el mensaje. ¿Quién era este número desconocido? ¿Cómo sabía lo que estaba pasando con Max?

Respondí al mensaje con una simple pregunta: "¿Quién eres?"

La respuesta llegó rápidamente: "Alguien que conoce la verdad sobre Max. ¿Quieres saber?"

Mi curiosidad estaba en alto. ¿Qué verdad podría ser? ¿Qué secretos estaba escondiendo Max?

"Si", respondí. "Quiero saber".

El número desconocido me envió una dirección. "Ven aquí si quieres saber la verdad".

Me sentí un poco asustada, pero mi necesidad de saber la verdad era mayor. Decidí ir a la dirección indicada, sin saber qué me esperaba.

Llegué a la dirección indicada, un café en el centro de la ciudad. Me senté en una mesa y esperé. Unos minutos después, una mujer se acercó a mí.

"Rebeca, supongo", dijo con una sonrisa amarga.

Asentí, intrigada.

"Soy Irina, una amiga de Scarlet", dijo, sentándose frente a mí.

Mi corazón se aceleró. ¿Qué tenía que ver Irina con todo esto?

"Max y Scarlet tienen una relación", dijo Irina, directamente. "Han estado mintiéndote desde el principio".

Me sentí como si me hubieran golpeado. No podía creer lo que estaba escuchando.

"¿Por qué me mintieron?", pregunté, tratando de contener las lágrimas.

"Max quería mantener su relación con Scarlet en secreto", explicó Sofía. "Y Scarlet... bueno, Scarlet solo quiere jugar con la gente".

Me sentí traicionada, engañada. Mi relación con Max había sido una mentira desde el principio.

"Gracias por decírmelo", le dije a Irina, tratando de mantener la calma.

Sofía asintió. "Lo siento, Rebeca. Pero tienes que saber la verdad".

"Tienes pruebas de lo que dices", le pregunté a Irina, necesitando saber que lo que me estaba contando era cierto.

Sofía asintió y sacó su teléfono. Me mostró fotos de Max y Scarlet juntos, abrazados y besándose. Mi corazón se hundió al verlas.

"También tengo mensajes de texto y correos electrónicos", dijo Irina. "Puedo mostrártelos si quieres".

Asentí, necesitando ver más pruebas. Irina mostró los mensajes y correos.

Me sentí devastada.

"¿Por qué me lo cuentas?", le pregunté a Irina. "¿Por qué te importa?"

"Por qué Scarlet también me hizo lo mismo", me dijo Irina, con una mirada de comprensión. "Y no quiero que le pase a otras personas, pero fingí que no pasaba nada, que no lo quería, por que en realidad yo no obtuve pruebas".Yo solo los vi.

Me sentí identificada con Irina. Ambas habíamos pasado por lo mismo con Scarlet.

"Me puedes pasar todo esto", le dije a Irina, refiriéndome a las pruebas que tenía.

Irina asintió y me pasó todos los mensajes, correos electrónicos y fotos que tenía. Me los guardé en mi teléfono, como evidencia de la traición de Max y Scarlet.

"Gracias, Irina", le dije. "Gracias por confiar en mí".

Irina sonrió débilmente. "Tengo que irme", dijo. "Pero prométeme que harás algo al respecto".

Asentí con firmeza. "Lo prometo. Haré que paguen por lo que me han hecho".

Irina se fue, dejándome sola con mis pensamientos y las pruebas en mi mano. Sabía que tenía que tomar medidas, pero no sabía por dónde empezar.

LA MIRADA QUE LO CAMBIÓ TODO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora