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Maday Zambada
Me asomé por la puerta, los ninis no lo dejaban pasar.
- Rodrigo!
- Sam! (grito)
- déjalo pasar (mire a piyi) por favor
- el patrón dijo que no dejáramos entrar a nadie más (respondió alguien que no era el piyi)
- a mi me vienen valiendo verga las órdenes de tu patrón
- tranquilo wey
- las órdenes fueron claras
- entonces déjame salir (dije alterada)
- el patrón dij...
- a ver a ver, tu "patrón" no decide que puedo y que no puedo hacer con mi vida okey (mire al muchacho que hablo) así que con todo el respeto que me deberían tener quítense pls (trate de empujarlo)
- puta madre loco (dijo el chino) déjenla salir chingada madre
- no, no puede salir
- como de que no, (se acercó a la puerta) claro que puede
De un leve jalón no se como pero me sacó por la puerta y comenzamos a correr hasta salir de la casa y entrar a su camioneta con varios "ántrax" afuera.
Sin más, lo abracé y sentí que mi hombro empezó a mojarse.
- oye está bien, estoy bien (dije)
Lo único que se escuchaba eran sollozos de los dos, mi mejor amigo, mi guardaespaldas, mi compañero de aventuras, mi japonés estaba llorando por mi.
Que dicha tan más grande. Minutos después de que él comenzara a llorar yo también lo hice, creo que las hormonas del embarazo de su mujer le estaban afectando.
- tranquilo Rorri, ya cálmate si estoy bien
- pensé que te iba a encontrar muerta en un barranco (me miro) regresa con tu papá por favor
- no, no puedo hacerlo, mi papá no quiere que sea feliz con Néstor
- admite que tú tampoco estás siendo feliz aquí, tu felicidad es tu familia Mad. Tu papá solo quiere lo mejor para ti, eres la niña de tus ojos tu papá te ama y haría todo por ti
