"Que se ponga el saco a quién le quepa"

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En la fiesta de aniversario

- ¿Me vas a dejar? —Hanni había apartado a Ricky un rato de la fiesta para hablar con él, necesitaba con urgencia resolver este tema cuanto antes y ponerse manos a la obra con Minji. Al principio, había pensado dejar que terminara la fiesta aniversario de sus padres, pero el grupo de amigas de su madre estaban muy entusiasmadas con la tatuadora y eso no le gustaba para nada, tenía que actuar cuanto antes— ¿Aquí en la fiesta de tus padres, con toda esta gente adinerada de testigo? —Era todo por las apariencias el chico.

- Ricky —Hanni suspiró— Tú más que nadie sabes que nosotros solo nos servíamos para mostrarnos, pero no la pasamos bien juntos. —Reconoció la pelinegra.

- Pero podemos intentarlo, o recurrir a terapia de parejas o no sé, probar con otras cosas como swingers, tríos o algo así. —A alguien se le veía lo bisexual.

Hanni se rió de la propuesta, no pensaba probar ninguna de esas cosas, ella lo único que quería era un trío con ella, Minji y su enorme pene— Sabes que eso no es lo mío, Ricky. —Le aclaró— Escucha, jamás te dije nada de tus gustos sexuales por las chicas que prestan servicios privados, mucho menos te negué dinero. Al contrario, te mantuve todo este tiempo, porque me servías, pero yo no te amo, y jamás te podría amar. —Hanni pudo ver un destello de tristeza en el chico así que pensó algo para aliviarlo— Pero estoy segura de que hay alguien por allí que te va a amar de la forma que quieras —salió con lo mejor que pudo.

El chico se quedó pensando las palabras de Hanni— Y sí, la verdad que un poco de razón tienes —también lo admitió— Pero no puedes hacerme esto ahora. ¿No podemos esperar un par de meses al menos? —ofreció una opción.

- No puedo —Miró hacia donde estaba Minji, en realidad hacía donde Minji estaba siendo arrastrada por su madre. Maggie iba mostrando y presentando a la tatuadora ante distintos grupos con orgullo, y cuando la chica lograba escapar de su madre, aparecía Daniel para llevarla con sus amigos. Hanni sonrió, la cara de Minji era algo que no tenía precio— Necesito que sea ya mismo —agregó con su vista aún en la alta.

- Ya veo —Ricky había seguido su línea de visión y con una pícara sonrisa miraba a la pelinegra que volvió a prestarle atención al muchacho— A decir verdad estoy un poco aliviado, no tenía muchas ganas de mudarme a New York, tú sabes cuánto me gusta el sol…

- Y las mejores rameras están en Los Ángeles —agregó Hanni desenterrando el secreto del muchacho.

- Oye —el chico levantó las manos libre de culpa— No fui yo quien lo dijo, Charlie Sheen y Huge Grant están de acuerdo conmigo —dijo— Además, si pago no se quejan del tamaño como otras —acusó con toda la intención.

Hanni tuvo que aguantar la risa en esto— Sabes que el tamaño no me importa —mintió, si Danielle la hubiera escuchado no se la iba a dejar pasar.

- Voy a dejar pasar esa mentira porque me hace sentir bien y porque me preocupa otra cosa —había que pensar en el futuro.

- Dime —lo apuró Hanni volviendo su mirada a Minji. La chica había logrado escapar de sus padres, pero lamentablemente cayó en las manos de Haerin que inmediatamente se la llevó a la pista de baile y sin vergüenza alguna se refregaba sobre ella. Hanni pensó que la alta estaba bailando de forma rara, lo que le combinaba a la perfección con su forma de ser, hasta que se dio cuenta que eran los temblores habituales en ella lo que la hacían moverse. La empresaria se tranquilizó cuando vio que su hermana rescataba a Minji de la bailarina y la alejaba un poco de la multitud para que tomara algo. Al igual que sus padres, Rei estaba al tanto de todo lo relacionado con Minji, bueno, no del todo, pero aún así la mayor de las hermanas le había agarrado un gran cariño a la alta aún sin conocerla y cuando la vio, lo primero que le dijo a Hanni fue: "Tenías razón, con ese mirar, torcer y abrir ya te la quieres comer a besos"

No soy para ti (Bbangzas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora