"Mirar, torcer, abrir"

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- ¿Quién se va a mudar a mi departamento?

Danielle y la vendedora giraron su cabeza inmediatamente hacia la voz que habían escuchado. De hecho, la australiana lo hizo tan rápido que le quedó doliendo el cuello. Por supuesto que disimuló el dolor transformando la mueca en una sútil sonrisa.

Pero al contrario de las otras dos, Hanni giró lentamente y con la suma tranquilidad que la caracterizaba. No temblaba a la hora de hacer negocios por sumas gigantescas, mucho menos lo iba a hacer a la hora de sacar a patadas al desagradable ocupante de SU departamento. O al menos eso creía, porque el temblor, que digo temblor, el terremoto, que digo terremoto, el tsunami, que recorrió todo su cuerpo apenas sus ojos encontraron el cuerpo y rostro de la inquilina, tiró por la borda la tranquilidad y templanza anterior. En tan solo dos segundos, ese cuerpo que se había quedado estancado en la puerta de entrada, había logrado hacerle sentir lo que en sus 24 años de vida no había sentido. Con tan solo una mirada, la chica alta que tenía a tan solo 18 pasos, calculó Hanni rápidamente, había hecho que la empresaria se sintiera desnuda como Dios la trajo al mundo.

- ¿Se puede saber qué carajo eres? —La voz de Danielle sacó a las tres mujeres de sus distintos pensamientos—. ¿Tuviste una cita con Chris Brown o algo así? —Preguntó nuevamente la australiana que claramente se había centrado en los moretones, rasguños y pequeñas cortaduras que ocupaban la mayor superficie del rostro de la alta, aunque las lastimaduras no eran recientes, le daban un aspecto tétrico a su cara.

- Ella es Minji Kim, es quien vive aquí —antes de que la inquilina pudiera contestar, la señorita agente inmobiliaria apresuró las presentaciones para tratar de aliviar el momento—. Señorita Kim ¿Se encuentra bien? —preguntó haciendo varios pasos hacia la alta.

Apenas vio que la vendedora caminó varios pasos hacia ella, la inquilina retrocedió rápidamente alejándose de cualquier inquisición. La pared hizo que no pudiera retroceder más y agradeció que la mujer hubiera detenido su avance al notar su incomodidad— ¿Por qué están en mi casa? —volvió a preguntar a ninguna en particular.

Era lo único que iba a decir Minji, para después descansar contra la pared esperando que alguna de las otras mujeres le explicara por qué estaban allí mientras ella se dedicaba a inspeccionarlas desde su lugar. Cuando se topó con la mirada evaluadora de Hanni decidió que era mejor mantener la cabeza abajo, sus ojos contaban demasiadas historias que ni ella misma quería recordar. En cambio, Hanni acortó la distancia un poco sin sacar la mirada de la otra muchacha, no porque no quisiera, simplemente, no podía.

- Señorita Kim —la vendedora carraspeó antes de seguir hablando— Tengo entendido que usted le informó a mi jefe que no tenía problemas en tener compañeros de departamento —le dijo.

Lejos de contestar, Minji se limitó a asentir con su cabeza.

- De acuerdo —continuó la agente inmobiliaria— Estas señoritas —señaló a Hanni y Danielle de forma inútil porque Minji seguía sin mirarlas— Desean mudarse mañana mismo, si no hay inconvenientes, claro —agregó volviendo a mirarla y obteniendo la misma displicencia anterior— ¿Usted quiere entrevistarlas o hacerles alguna pregunta? —que más quería ella que alguien les hiciera pasar un mal momento a las dos mujeres que habían sido su pesadilla durante varias horas.

Nuevamente sin palabras, Minji se limitó a subir sus hombros restándole importancia a lo que estaba diciendo la mujer.

Suspirando, la vendedora siguió – Bien, una vez finalizados los problemas creo que no queda más que…

- Mhmmm —la carraspera de Hanni la detuvo— ¿Finalizados los problemas dijo? —Preguntó sin sacarle los ojos de encima a la pelinegra— Yo creo que aún no comienzan —agregó esperando recibir la atención de la más alta de las presentes en la sala, pero sin éxito alguno porque Minji seguía muy entretenida mirando el piso.

No soy para ti (Bbangzas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora