En el avión rumbo a Los Ángeles
- Ahí está otra vez, Dani… ¡Mírala! ¡Mírala! ¡Mira que descarada esa perra! —Hanni estaba como loca cogoteando desde su asiento para tratar de mantener vigilada a la azafata que acechaba a Minji.
- ¡WOW! —Danielle se inclinó desde su asiento hacia el pasillo y Haerin hizo lo mismo con más esfuerzo porque ella estaba sentada cerca de la ventanilla— Esa tipa sí que sabe mover el trasero para llamar la atención —observó la australiana cuando la azafata intensificaba el vaivén de su trasero cada vez que pasaba por el asiento de la tatuadora. Tatuadora que, por haber sacado su pasaje después, se tuvo que conformar con la ubicación que le tocó y terminó sentada sola en un par de asientos a cinco o cuatro filas de distancia con sus compañeras de departamento.
- No veo a Minnie —comentó Haerin haciendo que las tres se estiraran un poco más en su asiento sin éxito alguno, no había rastros de la alta.
Hanni volvió a golpear sus manos en el apoyabrazos cuando volvió a ver la misma azafata inclinándose para ofrecerle algo a Minji, y de casualidad sus pechos resaltaban con el gesto.
- El rarón debe estar en todo su esplendor —comentó maliciosamente la australiana.
- Según Jungwon, eso se repite permanentemente —comentó Haerin desde su lugar— Al parecer Minnie tiene bastantes pajaronas revoloteándole por el estudio —agregó para intensificar el sufrimiento de Hanni
Danielle resopló divertida— Yo creo que la rari tiene para dar y repartir de a cuatro o cinco juntas y…
- Cállate, Danielle —fue lo único que le dijo Hanni.
Danielle no hizo caso y siguió— Y déjame decirte algo, Han, te lo mereces. Te lo mereces por cambiar nuestros pasajes de primera clase a turista. —Ahora ya estaba más tranquila, pero el berrinche que Hanni tuvo que soportar cuando su amiga se enteró que no viajaban en primera clase fue algo que puso a prueba su amistad.
Hanni giró los ojos sin dejar de inspeccionar la fila de Minji— ¿Y qué querías que hiciera? Dime ¿Qué carajo querías que hiciera, si Minji se negó a que le comprara el pasaje? Sólo me preguntó en qué línea y en qué vuelo viajábamos —explicó— Tuve que decirle a Olivia que cambiara los pasajes con urgencia mientras entretenía a Minji con otras cosas, no podía dejar que ella costeara un pasaje en primera clase —una risa nasal de Haerin llamó la atención.
- ¿Qué pasa? —le preguntó Danielle.
- Nada, solo me da gracia que asuman que Minnie no tiene plata —siguió riendo— A veces estaría bueno que ambas bajaran del pedestal donde se han puesto —comentó para irritar a sus amigas.
- Por favor, no vengas con tonterías. Estamos hablando de alguien que maneja un camión de helados y que se viste con la ropa que probablemente saca de donaciones o algo así. Mírala ahora, vamos a una de las ciudades más extravagantes del mundo y ella tan solo con un pantalón todo roto y una remera de mangas largas probablemente tres tallas más grandes, y no me hagan hablar de su equipaje. Solo trae una mochila. La maleta de mis cosméticos es más grande —Danielle se quedó pensando— Salvo que…
- ¿Salvo que...? —Hanni las escuchaba sin mirarlas, su vista estaba concentrada en otro lugar.
- Salvo que pusiera al rarón en exhibición y ahí estaríamos hablando de sumas exorbitantes de dinero. ¡DEMONIOS! Hasta yo misma invertiría en eso —parecía que lo decía en broma, pero era totalmente en serio.
Hanni giró los ojos mientras la bailarina volvió a reír, pero no por el comentario de Danielle— ¿Qué? —Volvió a preguntar la australiana ya cansada de esa risa idiota de su ex amiga con derechos.
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No soy para ti (Bbangzas)
Roman d'amourHanni, una máster en negocios, está acostumbrada a tener todo y a todos bajo su control junto a su socia y mejor amiga: Danielle. Con un chasquido de dedos, Hanni consigue todo lo que quiere. Sin embargo, su vida comenzará a cambiar cuando tenga que...