Mientras Hyein le seguía demostrando su más reciente aprendizaje a cada persona que se le cruzaba, incluida las bailarinas que esperaban por el diseño de Minji, un monstruo verde se despertaba de a poco en el interior de Hanni.
- Pensé que iba a ser divertido verle la cara a mi hija —Maggie le comentó tanto a Youngae como a Danielle que estaban a su lado en la puerta de casa— Pero ahora que lo pienso mejor, no me parece tan divertido —sacó mejores conclusiones luego de percibir la rabia que salía de los poros de su hija— Esa mujer no me cae para nada bien —agregó de mala manera.
- Había olvidado cuánto detesto a la perra esa —comentó Danielle señalando a la recién llegada— Algo se trae entre manos —dijo— ¡Haerin! —no hizo falta que Danielle le dijera, la perceptiva bailarina ya estaba sacando a las tres pequeñas del jardín con ayuda de la Hermana Victoria y Nina.
- Y por la cara de Hanni, ella la detesta mucho más que ustedes y yo juntas —esta vez fue Youngae la que señaló lo obvio— ¿Creen que ya sabía que éramos los padres de Minji? —Danielle y Maggie la miraron, estaban tan ocupadas queriendo molestar a Hanni, que no se habían dado cuenta de ese detalle. Joy acababa de descubrir que los señores Yoon tenían relación con Pham & Marsh Investment.
- Por la cara de tu marido, él debe estar pensado lo mismo —opinó Maggie. Tanto Dojin como Daniel habían dejado de acosar a las bailarinas para acercarse a Hanni como soporte de la ex-rubia.
- ¡Dios! Se van a sacar chispas —Maggie señaló a Joy Tiffany y después a su hija— Parece que estuviéramos viviendo un duelo de miradas mortales —apuntó mirando como una ya erguida Hanni enfrentaba desde la distancia a la dueña de la joyería que no se quedaba atrás con su postura desafiante.
- Bueno, si la muy idiota se atrevió a venir hasta la casa de sus enemigos va a tener que soportar mucho más que un par de miradas —Danielle estaba que hervía y caminó con fuerza para juntarse con los dos hombres detrás de Hanni. Youngae y Maggie se miraron y después de varios segundos siguieron a la australiana.
- ¡Joy! —Minji se acercó a la elegante mujer con entusiasmo y hacía que el monstruo verde estirara sus brazos recién levantado y listo para iniciar batalla. Hanni respiraba profundo y contaba hasta diez una y otra vez, su mirada nunca dejó a la mujer.
– Tranquila, Hanni —sintió que el padre de su novia le murmuraba.
La ex-rubia volvió a respirar hondo y se concentró en el dolor que aún emanaba su cuerpo por las cosas que su pelinegra había hecho con ella. Minji le había demostrado con cada embestida, con cada segundo que pasó besando su piel y con cada letras que formaba hermosas palabras que la amaba como a nadie y Hanni no podía dejarse llevar por la simple presencia de esa idiota que para ella no era más que una vil estrategia en contra de sus inversiones. Pero para nada ayudaba a calmar los celos de la empresaria que la joyera luciera espléndidamente bien en un vestido blanco de tela ligera que destacaba las largas piernas. Mucho menos hizo para calmar al monstruo el hecho de que la sonrisa de Joy se extendiera apenas vio a Minji llegar a abrazarla— ¿Qué haces… qué haces aquí? —preguntó Minji aún entusiasmada. El tono jovial de su novia hizo que el monstruo sacara sus uñas una por una.
- Vine a verte —contestó Joy— Te extrañaba demasiado —palabras mágicas.
Y Hanni trató, y recontra trató de apaciguar la ira que provenía de su interior, los celos, el enojo y todo lo que la llegada de esa mujer le ocasionaba, pero escuchar esas palabras seguido de ver como esa estúpida mujer acomodaba un mechón de pelo caído de Minji y le acariciaba la mejilla como si nada, todo su cuerpo se movió con rabia hacia el dúo. Sus padres, los señores Yoon y Danielle la seguían desde atrás.
ESTÁS LEYENDO
No soy para ti (Bbangzas)
RomansaHanni, una máster en negocios, está acostumbrada a tener todo y a todos bajo su control junto a su socia y mejor amiga: Danielle. Con un chasquido de dedos, Hanni consigue todo lo que quiere. Sin embargo, su vida comenzará a cambiar cuando tenga que...