No soy para ti (Bbangzas)

"Y la cuenta está empatada"

Miércoles por la tarde, en la oficina de Hanni

- ¡Hanni! ¿Estás lista? —Danielle entraba de golpe en la oficina de su socia, como ya era de costumbre. Un cierto nerviosismo en la australiana hacía saber que este no era un día cualquiera— ¿Qué pasa? —se frenó en seco cuando vio al doctor personal de Hanni sacándole sangre a su amiga.

- La señorita Pham no se sentía bien y me pidió que llamara al médico —contestó una atenta Olivia.

Danielle frunció el ceño y se acercó preocupada hacía la rubia— ¿Hay algún problema? ¿Tuviste otro mareo, Han? ¿Almorzaste? Haerin me dijo que vigilara que comieras —indagó.

Hanni giró los ojos, era raro ver a Danielle preocupada por alguien, pero cuando lo estaba era verdaderamente escalofriante— Solo es rutina, Dani. No me he sentido muy bien estos días y el doctor Connor piensa que puede ser algo que estoy comiendo y no me está haciendo bien —contó— Y deja de ser tan chupamedias de Haerin ¿Quieres? —la australiana estaba cumpliendo al pie de la letra con su plan "Rescatando el amor de Haerin".

- ¡Bien! —el doctor terminó la extracción y se aseguró de guardar todas sus pertenencias— No se preocupe, señorita Marsh. Por lo que la señorita Pham me ha contado, estoy seguro de que es una simple indigestión sumado con un posible cuadro de estrés y nervios —aseguró— Pero de paso usamos estos análisis para un chequeo diario —agregó— Los resultados van a estar para el viernes —agregó agarrando su ordenado maletín.

- Muchas gracias, doctor —lo saludó Hanni— Olivia lo va a acompañar —el hombre asintió y siguió a la mujer hasta la puerta.

- Oye Han, si quieres puedo hablar con la secretaria de George y pedirle que nos pasen la reunión…

- ¡Ni se te ocurra, Danielle! —Hanni estaba lista— Sabes que desde que llegamos a New York tengo los ojos en ese negocio, no pienso dejar pasar la oportunidad —le dijo mientras agarraba su cartera. Mientras Hanni estaba vestida con un impecable vestido negro, con su cabello agarrado en una tirante cola, Danielle tenía el pelo suelto y lo combinaba con un serio traje de mujer empresarial.

- Solo preguntaba para cumplir con el deber de amiga y porque Hae me obliga —se hizo la despreocupada— Estuve repasando las cifras con Dojin —al parecer alguien había hecho un nuevo amigo— Y se quedó sorprendido de mis números —y admirador— Aunque cree que podemos apretarlo por el lado de los costos un poco más —Hanni sonrió ante esto, los Tiffany no tenían salida.

- De acuerdo. Dejo eso en tus manos —le dijo mientras abría la puerta de su oficina para dejar pasar a su amiga.

- Olivia, ya sabes dónde voy a estar, ve preparando el champagne —le dijo a su secretaria.

- Y avísale a Haerin que paso a buscarla por el estudio de danzas —parece que esta noche toca festejo.

- Por supuesto, señoritas. Mucha suerte —la secretaria las despidió con una sonrisa.

Más tarde, en Tiffany & Co.

- Por aquí, por favor —Lisa, la secretaria de George Tiffany las hacía pasar a la oficina del hombre— El señor Tiffany va a estar con ustedes en unos segundos —les informó— ¿Puedo traerles algo? —preguntó.

- Un café negro para mí —le dijo Danielle sin mirarla— Bien caliente, si viene frio no se moleste en traerlo —agregó exigente.

Hanni rechazó la oferta con un gesto de su mano y la secretaria salió del lugar.

- Tiene una oficina más pequeña que la tuya, Han —observó Danielle— ¿Y oíste? El viejo George nos va a atender, no hay perra a la vista —no había dicho nada de Joy al parecer— Alguien se achicó ante la gran Pham —rió.