"Te amo"

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- ¿Se puede saber por qué carajo tuve que pagar por cuatro cajas de pizza, Hanni? —A Danielle le habían prometido una cena y eso era lo que quería y lo iba a defender hasta morir. Atacó a la rubia y a Minji apenas las vio salir de la cocina— ¿Qué pasó con el aroma exquisito que salía de la cocina? ¿Qué pasó con los mariscos que vi que estabas usando? ¿QUÉ CARAJO PASÓ CON MI CENA? —les reprochó con mala cara.

Hanni giró los ojos mientras tiraba de la mano de Minji— Cálmate Dani, la comida se quemó, eso es todo —les informó.

-A mí dame una buena pizza con mucho grasoso y delicioso queso y haces mi noche —opinó Jungwon que aún seguía muy relajado en el sillón.

- Cállate idiota —el horno no estaba para bollos.

- Puedo… puedo… —la pelinegra se quería soltar de Hanni para volver a la cocina— Puedo intentar hacer algo con la comida que queda —dijo.

Hanni no aflojó su agarre sino que tiró más fuerte haciendo que Minji se acercara a ella— Tú no vas a cocinar nada. Danielle es una caprichosa que no entiende cuando se le dice que no —la cena no iba por buen lado.

- Cierra tu boca, rubia idiota —a Minji no le gustó nada eso e intentó caminar hacía Danielle pero nuevamente Hanni la frenó— Tú no tienes derecho a decirme malcriada a mí, cuando hace dos segundos llorabas porque la rarita prefiere este buen par de tetas a tu enorme culo —lo acompaño con gestos.

- El trasero de Hanni es perfecto —Minji habló sonrojándose cuando el chico que estaba al lado de Danielle la inspeccionó.

- Y tus tetas no están nada mal —opinó el tatuador.

- ¿CUÁNDO VAS A CERRAR TU SUCIA BOCA, ESTÚPIDO? —le reprochó Danielle.

- No le hables así a Jungwon —le advirtió Haerin.

Hanni estaba a punto de estallar, su cabeza no podía aguantar una discusión más entre estas tres personas, y de hecho hubiera salido a frenarlos con uno de sus gritos de alto si la cara de su novia no le hubiera llamado la atención. Con sus brazos en su espalda y balanceándose en sus talones miraba a Danielle con su cabeza torcida y su típica cara de idea— Min… —Hanni quería saber que le llamaba la atención.

La pelinegra la miró rápidamente respondiendo al llamado— Perdón… es que… es que… —Minji golpeó su frente con su palma reprochándose su actitud. Después de la "charla" en la cocina la tatuadora se había prometido no dejar que Hanni se sintiera dejada de lado por ella.

Hanni se acercó a ella y sacó la mano de la frente de la chica— No te pegues —acarició la zona y dejó un pequeño beso sobre ella— Me gusta esa cara, tu cara de idea —confesó.

- ¿Mi... mi… yo tengo una… mi cara de idea? —preguntó curiosa y torciendo su cabeza.

Hanni sonrió— Sí, esa que pones cuando piensas en alguno de tus dibujos o tatuajes —le aclaró recibiendo una profunda mirada de la pelinegra.

- ¿Cómo lo supiste? —Minji la examinó tratando de buscarle secuelas de algún súper poder —¿Tienes poderes? —le llegó a preguntar.

Hanni soltó una carcajada y abrazó a su chica— El único poder que tengo es el de conquistar a pelinegras tiernas como tú que me derriten con cada uno de sus gestos —le dijo besando su cuello y soltando varios resoplidos para hacer reír a Minji.

La pelinegra se escondió en el cuello de Hanni para aguantar su risa— No… no hagas eso —le pidió.

- Entonces dime qué pensabas —amenazó con sus dedos en las costillas de la chica.

No soy para ti (Bbangzas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora