En el living de la mansión Pham
- ¿Qué pasó? ¿Cómo estás? ¿Dónde está Minji? ¿Y Hyein? ¿Cómo te fue en la playa, cariño? ¿Te divertiste? ¿Quieres comer algo? —estás eran apenas unas de las tantas preguntas que Hanni le entendió a su madre apenas Sohyun y ella entraron en la mansión. Unas iban dirigidas a la pelinegra otra a la pequeña que llevaba en sus brazos. Hanni las distinguió por el tono que usó su madre para las de ella era un tono inquisidor mientras que las preguntas hacía Sohyun iban con toda la dulzura posible.
Hanni giró los ojos ante la locura de Maggie— Estoy bien, mamá. Tengo mucho en mi cabeza, pero estoy bien —aseguró— Minji y Hyein están juntas —contestó bajando a Sohyun para que la pequeña fuera a saludar a los recientes hospedados en la mansión Pham. Al parecer, ya todos estaban más tranquilos y con la llegada de Dojin, los grupos se habían dividido y las conversaciones eran variadas y con un aire más ligero.
- ¿Las dejaste solas? —le preguntó Maggie sorprendida.
- Sí, madre —no necesitaba que Maggie le recordara las ganas que tenía de estar espiando esa interacción— Me cuesta —confesó— Pero Minji tiene que encontrarse con su hija y Hyein con su madre —afirmó con seguridad y caminó hasta donde Danielle ya estaba lista para la cita con su impecable vestido negro y su ahora rubio cabello alisado. La australiana hablaba con Youngae, Dojin y Daniel en lo que parecía una animada conversación y Hanni estaba segura de que sea lo que sea que estuvieran hablando al menos la iban a alejar de la mirada inquisidora de su madre e iba a hacer que su mente saliera de la playa un poco al menos.
- Estás preciosa, Dani —la felicitó Hanni.
- Lo sé, Han —admitió su socia con poca humildad— Pero escucha esto… —señaló a Dojin— te vas a morir cuando te enteres… empieza a hablar, viejito número dos —Daniel y el padre de Minji giraron los ojos.
- Buenas tardes, Hanni —el hombre pasó de la órden de Danielle y priorizó la educación saludando a la que aún era novia de su hija antes que nada— Tengo entendido que recibiste una pequeña sorpresa ¿Es así? —lo decía por Hyein. Hanni asintió con una sonrisa— Y también tengo entendido que mi hija dejó la famosa semillita en tu vientre…
- ¡Oh Dios! —Danielle no evitó la carcajada— ¿La semillita? ¿En serio? —miró a Dojin— Ya tenemos una monja que se encarga de decir esas estupideces, así que tú lo tienes que decir tal cual es, viejito número dos… ¡Tu hija preñó a Hanni! ¿Oíste? —entre adultos, la australiana no se controlaba— TU hija y su inmenso rarón le llenaron la cocina de humo a mi amiga y…
- Danielle, hija mía —la hermana Victoria aparecía en la conversación silenciando a la joven australiana— ¿Qué es lo que te ha hecho alejarte del rebaño de Dios? ¿Con qué pecado te has visto tentada por Satán? —la mujer se persignó.
Danielle abrió los ojos grandes— Eeeh… hermana no es lo que…
- Hija mía, voy a rezar por ti y cuando volvamos le voy a pedir al padre que te exorcice —concluyó la monja— Mientras tanto sería bueno que rezaras cincuenta padres nuestro y cincuenta ave maría hija. ¡Tenemos que sacarte de ese mal camino! —la monja dio media vuelta y dejó el grupo.
- No te preocupes, Dani —Hanni vio la cara de su amiga y le palmeó la espalda— Poco va a tardar la hermana en darse cuenta que tú del mal camino no sales ni porque te bañes en agua bendita —todos se rieron del sujeto en cuestión.
- Yo que tú me cuidaría de las bromitas, pelinegra culona —le advirtió su socia— No querrás que cuente enfrente de tus suegros lo que tú y cierta rarita han estado haciendo en la cocina… o en tu oficina… o en cierto callejón cercano al…
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No soy para ti (Bbangzas)
RomanceHanni, una máster en negocios, está acostumbrada a tener todo y a todos bajo su control junto a su socia y mejor amiga: Danielle. Con un chasquido de dedos, Hanni consigue todo lo que quiere. Sin embargo, su vida comenzará a cambiar cuando tenga que...