Capítulo 58

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Mattheo Pov:

Mattheo:¡Qué! -grité asustado.

No tenía ni la menor idea de qué hacer; estaba en shock

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No tenía ni la menor idea de qué hacer; estaba en shock. ¿Cómo que sus hijos iban a nacer ya?

T/n:Mattheo, por favor, llama a Draco -suplico mientras lloraba.

Mattheo:No hay tiempo, lo llamaré en el camino.

Como pude, tomé a t/n entre mis brazos y la saqué de ahí. Tenía que llevarla a San Mungo de inmediato. La subí a mi auto, mientras conducía t/n no dejaba de llorar. Jamás me gustó verla así. Yo trataba de mantener la calma, pero por dentro estaba muerto de miedo.

Finalmente llegamos a San Mungo. Me acerqué a una enfermera que se encontraba ahí.

Mattheo:Por favor, necesito... necesito ayuda.

Enfermera:¿Qué necesita?-dijo de mala gana.

Mattheo:¿Qué acaso no está viendo? Mi... ammm necesita ayuda. Sus bebés están por nacer -dije desesperado mientras apuntaba en dirección a t/n.

Enfermera:Oh, sí. Un segundo -dijo con la mayor calma posible.

Ya estaba bastante desesperado y frustrado por la actitud de esa estúpida enfermera y por cómo t/n no dejaba de llorar. Así que me acerqué a ella y tomé su mano.

Mattheo:Hey, mírame. Todo va a estar bien. Solo trata de inhalar y exhalar aire. Te prometo que vas a estar bien.

T/n:Tengo miedo -dijo algo asustada mientras comenzaba a inhalar y exhalar.

Mattheo:No tengas miedo. Todo va a salir bien. ¿Me escuchas?

T/n:¡Carajo, dónde mierda está el doctor! -grito molesta.

Mattheo:Tranquila, tranquila. Iré a preguntar.

Nuevamente volví a acercarme a aquella enfermera, pues temía que t/n me fuera a soltar un golpe de lo molesta que estaba.

Mattheo:Señorita, ¿dónde está el doctor?

Enfermera:Ya le dije que se espere -dijo molesta.

Mattheo:No puede esperar. ¿Acaso no está viendo que está a punto de dar a luz?

Enfermera:El doctor está ocupado. Tendrá que esperar un poco.

Juro que quería ahorcar a esta mujer, pues tenía una actitud tan estúpida, pero antes de que yo pudiera responderle algo más, me di cuenta de que t/n se había levantado de aquella silla en la que estaba sentada hace unos momentos y entonces, al llegar justo a mi lado, le dio un fuerte golpe a la mesa de la recepción llamando la atención de la mayoría de doctores y enfermeras, pero en especial la de aquella enfermera recepcionista que estaba siendo muy grosera.

T/n:¡Con un carajo, no escucho lo que le dijeron! Estoy a punto de dar a luz. ¡Ahora mueva su enorme trasero de esa silla y busque al maldito doctor Mungo Bonham! -grité molesta.

𝐌𝐚𝐭𝐫𝐢𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐀𝐫𝐫𝐞𝐠𝐥𝐚𝐝𝐨 (Mattheo Riddle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora