Seungmin despertó con cabellos rubios acariciando su cuello, las cosquillas que le producía y además los carnosos labios que besaban sus mejillas.
-No quiero que te vayas, pero deberías de despertar porque me habías dicho de un turno que tienes que cubrir.- mencionó la mujer completamente desnuda besando con hambre el cuello del pelinegro.
-No quiero ir...- admitió apretando sus ojos, ella sonrió acurrucándose más cerca de él.
-¿Estás seguro de que puedes faltar?- cuestionó subiéndose sobre él. -A mí me encantaría que te quedes un poco más...- mencionó el tono bajo y seguido a eso un gemido abandonó sus labios, sensible al contacto dado a la antigua actividad.
Kim rio, le gustaba estar con Daphne. Ella era cariñosa y tierna y sabía que no involucra sentimientos, pues no está de más mencionar que no supera al padre de su hijo.
-¿Qué hora es?- cuestionó, ella se inclinó hacia delante con la idea de ver la hora en su teléfono, deteniéndose cuando la boca del menor empezó a jugar con sus pechos. -Dime la hora.- insistió con una sonrisa mientras escuchaba jadeos salir de la boca de la linda chica.
-Son... las 6:03... de la tarde...- dijo como pudo, el chico se alzó de hombros.
-Nos da tiempo a una más.- susurró dándole la vuelta a las posiciones mientras la sonriente chica se dejaba hacer en sus manos.
Seungmin... era simplemente maravilloso, no importa el género, él haría maravillas con el cuerpo bajo y sobre él.
A las 7:25 Seungmin salía de la casa de la chica con marcas de labial por todo el cuerpo y uno que otro chupetes en su cuello, tenía que darse una rápida ducha o lo tacharían de putero.
Entró al departamento tras un rápido trote, no vivían muy lejos así que en unos cinco minutos ya había llegado, se bañó y al salir optó por algo sencillo pero a la vez llamativo y un maquillaje que hiciera destacar sus encantos, se encaminó al mismo bar de la noche anterior llevando con él la lista de canciones.
Al ingresar se dirigió a la barra, encontrando a Matheo limpiando una copa.
-Ojitos, pensaba que no vendrías.- dijo con una sonrisa, Seungmin la correspondió de labios sellados.
-Me retrasé un poco porque andaba haciendo un mandado, ya sabes, cositas de mi otro trabajo.- dijo y el hombre asintió a sus palabras, lo entendía. Y por su parte, obviamente Seung estaba mintiendo, pero eso no tenía que hacerlo notar, pues a nadie tenía por qué importarle su intimidad.
Sin embargo se dio cuenta de la mirada del hombre y de cómo bajaba hasta su cuello, percatándose de las marcas que Kim no se molestó en tapar previamente.
-Bueno... ¿Y ahora? ¿Dónde está la señorita Miller?- cuestionó.
El barman le hizo una seña de que lo siguiera así que sin mucho más así lo hizo, encontrando a la mujer allí, esperando por él.
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The secret revenge²
FanfictionUn amor no superado puede llevar a tantas cosas... Especialmente si tras él vive el sentimiento de rencor por un rechazo. ¿Hasta dónde sería capaz de llegar en busca de venganza? O... si realmente puede llevar a cabo su plan. Después de todo... Dond...