26

531 92 97
                                    

El miércoles también había transcurrido con normalidad; los buenos días, unos cuantos besos y demás, con la diferencia que ese día Seungmin tuvo que sacar sus dotes culinarios a relucir, pues Jihyo tenía que hacer unas cosas más en la oficina y no...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El miércoles también había transcurrido con normalidad; los buenos días, unos cuantos besos y demás, con la diferencia que ese día Seungmin tuvo que sacar sus dotes culinarios a relucir, pues Jihyo tenía que hacer unas cosas más en la oficina y no había podido llegar a tiempo.

Él no rechistó a la petición de la mujer, quien al llegar casi a las 10 de la noche, cuando ya todos estaban dormidos, cayó demasiado exhausta como para darse el tiempo de felicitar a su esposo a las doce en punto.

Cuando ella ya estaba en cama, dormida y demasiado cansada como para darse cuenta de que su esposo no estaba. Seungmin y Chris estaban en el patio, sus manos entrelazadas, la cabeza de Min descansaba en el hombro del mayor mientras hablaban de la vida y poco más.

Seungmin le contaba su viaje a Estado Unidos y todo de lo que había trabajado al vivir allí y sinceramente vivir bien.

-Eres un chico increíble, cariño.- besó su cabello.

-Gracias, pero creo que sólo es que me esfuerzo por las cosas que quiero lograr.- dijo por su parte y sonrió al ver la pantalla de su teléfono, la cual revisaba cada poco comprobado la hora y que dieran las doce en punto para ser el primero que felicitar al hombre.

-Feliz cumpleaños, Banggie.- dijo con una gran sonrisa en el rostro, besando los cachetes del mayor repetidas veces.

-¿Por eso querías quedarte hasta esta hora?- cuestionó curioso y el menor asintió dando muchos besos en los hermosos huecos que se hacían en sus mejillas al sonreír.

-Claro que sí, cariño... tú eres mi amor.- dijo y el mayor lo abrazó contra su pecho. -Tengo algunas cosas en mi habitación... pero creo que será mejor que te las dé a la tarde.- dijo y el mayor se alzó de hombros.

-Que estés aquí en este preciso momento es el mejor regalo que me puedes hacer, si te soy sincero.- dijo y el menor sonrió.

Se separó un poco de él sólo para acercar sus labios a los del mayor, comenzando un beso que de a poco subía la intensidad. Terminando con Seungmin sobre sus piernas y sus erráticas respiraciones juntándose por la cercanía.

-Sabes... que te deseo como el primer día.- dijo Chan sobre su cuello.

-Yo a ti te amo como el primer día. Te voy a dar uno de los mejores cumpleaños de toda tu vida.- dijo y el mayor sonrió.

-Eres muy especial para mí.- admitió con sus ojos sobre los de Seungmin, este sabía que estaba perdido en ellos, porque había empezado a leer todas y cada una de las reacciones del mayor.

Una nueva sesión de besos comenzó, con Bang mordiendo sus labios, pronto bajando por su cuello y teniendo intenciones de despedirse de la camisa del chico.

-No... ¿Estás loco?- cuestionó cuando sintió su camisa ser movida y el mayor frunció el ceño.

-¿No puedo ver lo que es mío?- cuestionó y el menor negó. -¿Ni el día de mi cumpleaños?- cuestionó y el menor negó.

The secret revenge²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora