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Cuando Seungmin salió a llevar a los chicos a la escuela y Jihyo también se fue, un medianamente sudado Chan terminaba de desayunar

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Cuando Seungmin salió a llevar a los chicos a la escuela y Jihyo también se fue, un medianamente sudado Chan terminaba de desayunar.

Recogió los platos de la mesa y limpió la cocina.

-Señor Bang, no hace falta que haga nada.- dijo la señora Lim al ver al hombre meter los platos al lavaplatos.

-No se preocupe... Si ya terminaron con la comida pueden irse más temprano.- mencionó y entre ambas compartieron miradas confusas.

-¿Podemos irnos?- cuestionó y el hombre asintió.

-Deben de estar cansadas, ayer limpiaron muy bien la casa, tómense hoy de descanso, yo me encargaré de servir la comida.- dijo, ellas asintieron a sus palabras. -También me encargaré de limpiar la cocina, han trabajado duro. Vayan a casa a descansar.- dijo y ambas mujeres asintieron.

-Muchas gracias, señor Bang.- ambas hicieron reverencias y él negó en su dirección.

-¿Entonces... ya nos podemos ir?- cuestionó y el hombre asintió en dirección a ellas.

-Ya acabaron el almuerzo, pueden retirarse y descansar.- dijo y ellas fueron a cambiarse para pronto irse. Tal y como prometió él se dispuso a recoger la cocina.

Y al momento de terminar escuchó la puerta. Lavó sus manos y se dirigió allí, Seungmin dejaba las llaves del auto en el sitio en el que iban.

-Buenos días, cariño.- dijo con una sonrisa, caminando en su dirección.

En la cara del otro se notaba la confusión, pues lo mandó a callar poniendo su índice sobre sus propios labios. -Las de limpieza están.- dijo y él negó.

-Yo pienso en todo.- dijo, acercándose hasta abrazar su cintura. -Les dije que se tomaran el día. Ya te puedo dar todo mi tiempo, Minnie.- dijo y el chico se sonrojó. -Mi beso.- pidió.

Seungmin rozó sus labios para luego sentir un lascivo contacto de parte del musculado.

-Tócame hasta que quieras. Soy tuyo mientras estemos solos.- dijo en un ligero susurro.

Seungmin sonrió al ser pegado a la puerta, su cuerpo siendo presionado contra el del musculoso, llevó sus manos hasta su torso, siendo tosco al momento de toquetear su trabajado pecho.

El chasqueo de sus labios, los apretones, chupones y jalones hacían pesado el ambiente, volviendo más que bruscos sus movimientos, y sus caderas haciendo un contacto placentero.

-Subamos... por favor.- pidió Seungmin mientras acercaba más las caderas del mayor hasta las suyas. -Te quiero ya.- dijo simple y el mayor sonrió.

-¿Es mi regalo de cumpleaños adelantado?- cuestionó y Kim sonrió.

-Digamos que sí.- se alzó de hombros. -Llévame a la cama, por favor.- suplicó y el mayor hizo lo pedido, subiendo juntos las escaleras hasta adentrarse en la habitación de Seungmin por pedido de él mismo. Sinceramente no se sentiría cómodo follado con el hombre en la misma cama que él compartía con su esposa.

The secret revenge²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora