Un amor no superado puede llevar a tantas cosas... Especialmente si tras él vive el sentimiento de rencor por un rechazo.
¿Hasta dónde sería capaz de llegar en busca de venganza? O... si realmente puede llevar a cabo su plan.
Después de todo... Dond...
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Al salir del baño Chan lo esperaba en la puerta, siguió hasta su cuarto y al dejar el cepillo donde estaba antes volvió a salir, con Bang siguiéndole.
-Minnie...- llamó, no era la primera vez que mencionaba su nombre, sin embargo había tomado su muñeca con la idea de no ser ignorado, consiguiendo su atención junto a una mirada no muy cariñosa.
-¿Qué quieres?- cuestionó soltándose de su agarre.
-No estés molesto.- pidió, volviendo a tomar su mano, Seungmin liberándose de su agarre de nuevo, más brusco esta vez.
-Tengo cosas que hacer, deja de joder.- bajó las escaleras sin esperar respuesta. -Los espero en el auto.- dijo en un tono neutro, sin molestarse en mirarlos a ninguno de los de la mesa, salió de la casa y encendió su teléfono dentro del auto.
Vio los varios mensajes de Chan y Jihyo, pero no le importaban a decir verdad.
Llamó a Yizhuo y tras unos cuantos tonos ella contestó.
-Ey, perdido.- dijo ella en tono divertido.
-Necesito que nos veamos.- pidió y dada su urgencia Ning se preocupó.
-¿Todo bien?- una respuesta negativa bastó para que ella se preocupara. -¿Qué pasó? ¿Es muy malo?- volvió a preguntar, con su preocupación aumentando.
-No, no es tan malo. Pero necesito que nos veamos.- dijo y vio a los chicos salir de la casa por lo que se apresuró a hablar. -No quiero estar en la casa hoy, dime que tienes el turno de tarde.- pidió.
-Tengo en la mañana, pero trabajo desde casa hoy.- dijo y Kim suspiró aliviado. -Ven a casa en lo que lleves a los niños a la escuela.- tras escuchar eso se sintió aliviado.
-Okey, nena. Voy a manejar, te cuento todo allá.- dijo y ella dio una afirmativa por lo que terminó la llamada.
El camino a la escuela era silencioso y ninguno de los tres se molestó en hacer que eso cambiara.
Tras dejarlos a ambos llegó a la casa, dejó las llaves y se apresuró a irse sin llamar la atención de Bang.
Caminando hasta la casa de las chicas y tocando el timbre ahí, sonrió al ser recibido por ambas.
-Qué odio siento en mi interior.- admitió sentando frente a ambas pero en dirección a la rubia, ya que Ning estaba concentrada en su trabajo.
-Cuéntame, te escucho.- dijo Mijeong con una ligera sonrisa, encontrando divertido el que en la mirada de Seungmin se notase el sentimiento que decía sentir.
-Ayer pasamos toda la mañana juntos, fuimos a un hotel y no me acuerdo ni de cuantos polvos nos echamos, sinceramente. Llegamos a la casa y entramos por separado para no levantar sospechas. Estábamos en mi cuarto a nada de un rapidín y una de las señoras de aseo me toca la puerta pidiéndome que vaya a buscar a los mocosos más temprano.- se tomó un momento para suspirar, tapándose con sus propias manos sus ojos, sus codos apoyados en la mesa.
