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Y dicho y hecho, como si Matheo y Gilma fueran dos ángeles para él ya Seungmin contaba con una pequeña carrera a nivel local, todos los vecinos sabían del agradable chico de lindos ojos y nacionalidad coreana que se había convertido en la estrella...

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Y dicho y hecho, como si Matheo y Gilma fueran dos ángeles para él ya Seungmin contaba con una pequeña carrera a nivel local, todos los vecinos sabían del agradable chico de lindos ojos y nacionalidad coreana que se había convertido en la estrella de dicho bar, los sábados este se llenaba para escucharlo cantar por una o dos horas.

Seungmin... estaba tan feliz con su vida, ya le falta un semestre y medio para dar por terminada su carrera, finalmente graduarse teniendo notas espectaculares y...

¿Y?

Seungmin no estaba del todo seguro acerca de qué haría con su futuro, pues luego de estudiar ¿Qué es lo que se hace?

Digo, estaba consciente de que los trabajos no caen del cielo, créanme que lo sabía muy bien luego de más de tres años teniendo trabajos de mierda de medio tiempo y ese era el dilema.

Si bien le iba muy bien con el contrato que había firmado con el bar que había evolucionado ya a un sitio en el que diariamente se presentan distintas personas, seguía sin ser algo de lo que estaba seguro podría vivir toda su vida. Amaba cantar con todo su corazón, por algo se decantó por aquella carrera, pero el futuro incierto en el qué podría caer y ahogarse en un vaso de agua lo aterraba, y más que fracasar, era el hecho de que su padre tendría la razón, y eso no se lo podía permitir.

También tenía que pensar qué hacer con su estadía en el país, era estudiante, y para quedarse tenía que pedir un permiso luego de dar su carrera por acabada, así que estaba sinceramente nervioso.

No lo mataban las ganas, pues era cierto que se había ido de casa y ya habían pasado cuatro años y no se molestó ni en contactarlos, así que era un tema complicado. El volver a Corea era algo que tenía que pensar dos veces y de manera seria.

Lily estaba frente de él, chasqueaba sus dedos en su rostro en busca de atención del chico.

-¿No escuchaste nada de lo que dijo, Seung?- cuestionó Huening con su ceño fruncido en preocupación por lo muy disperso que lucía su amigo últimamente.

-No... lo siento, Li...- se disculpó de manera sincera para dar luego un sorbo a su jugo de cajita.

-No te preocupes, ¿Estás bien? Has estado raro estos días, Min.- dijo ella por su parte, no importándole tanto el hecho de que su amigo no hubiese escuchado su relación fallida.

-Sí, estoy muy bien. Sólo estaba pensando en algo.- dijo sin mucho rodeó, ambos asintieron.

-¿No escuchaste que nuestra Lily sufrió las garras del amor?- cuestionó, Seungmin negó con sinceridad porque no había escuchado realmente nada.

-Hae me terminó porque se está escribiendo con una chica que vive en Corea... es una amiga de su infancia.- explicó, el pelinegro hizo una línea con sus labios comprendiendo su dolor y dio dos pequeñas palmadas en su cabeza.

The secret revenge²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora