Un amor no superado puede llevar a tantas cosas... Especialmente si tras él vive el sentimiento de rencor por un rechazo.
¿Hasta dónde sería capaz de llegar en busca de venganza? O... si realmente puede llevar a cabo su plan.
Después de todo... Dond...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luego de catorce horas y tras todo los trámites que debía hacer para entrar al país ya estaba pasando por la última puerta.
Allí lo esperaba una mujer mayor pero elegante, muy hermosa a decir verdad. En manos llevaba un cartel que ponía "Thiago Kim" así que rápidamente se acercó a ella.
-Hola, señora Bang. Es un gusto por fin conocerla.- dijo y ella extendió su mano a forma de saludo.
-El gusto es mío, Thiago.- devolvió el saludo cordialmente. -Y puedes llamarme Jihyo, "señora Bang" suena muy anticuado.- añadió con una sonrisa y él asintió a sus palabras.
-Como usted prefiera, Jihyo.- y tras sonreírle un poco más ambos se dirigieron al auto.
-Traes pocas cosas teniendo en cuenta el mucho tiempo que viviste ahí.- dijo y él asintió a sus palabras subiendo la maleta al carro.
-Es que no soy muy gastivo y me gusta donar y regalar cosas. Casi todo lo que tenía pesado y así se lo di a mis amigos. También soy muy ahorrativo.- explicó y ella asintió algo impresionada.
-Entra al carro, corazón.- indicó cariñosa y él no hizo más que obedecer entrando al asiento del copiloto y mantenían una tranquila charla al respecto de la vida que pronto llevarían.
-¿Qué edad tiene ella?- cuestionó con sus ojos fijos en su celular.
-Mis dos amorcitos tienen 17 y 12 añitos, son Jake y Minji, pero quien va a tomar las clases de canto es Ji.- indicó y entonces Seungmin asintió.
-Si no es demasiada molestia, ¿Cree que podría parar para comprarme una línea? No quiero estar incomunicado.- dijo y ella asintió cordialmente.
-Es allí, ¿Quieres que vaya contigo o crees que lo puedas manejar solo?- cuestionó y rápidamente él negó con una sonrisa.
-Creo que voy a poder solo, ya vuelvo.- salió del auto y se dirigió a la tienda para comprar una línea a su nombre, sinceramente había olvidado una que otra palabra de su idioma, pero la charla con Jihyo en el auto le recordó muchas de ellas.
Unos siete minutos después salió sonriente, tomando asiento en el puesto de copiloto nuevamente.
-Ya, todo listo.- dijo con una hermosa sonrisa en su rostro y la mujer asintió poniendo en marcha el coche.
-Sabes que me dijiste que también ibas a ser el niñero de mis hijos, pero es cierto que por lo menos Jake está grandecito para eso, por lo que digamos que... ¿Sabes conducir, no?- cuestionó y recibió una asentimiento por parte del alto. -Okey, tú te vas a encargar de llevar y traerlos a ellos de la escuela, vigilar que Jake no se escape y cuidar que Minji no meta a sus amigas sin que sus madres sepan que van a estar en casa.- resumió y Seungmin asintió, eso sería fácil.
-Trabajo hecho, Jihyo. Los niños no son un problema para mí. Me entiendo con ellos.- se alzó de hombros mientras ella sonreía.
-Es un alivio escuchar eso, pero creo que antes deberías probarlo, mis hijos... yo los amo con todo mi corazón y doy mi vida por ellos, pero uno conoce a su ganado, y sé que los míos son bien complicados.- dijo y Seungmin se permitió reír a la gran preocupación que expresaba la mujer.
