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—Gizel en serio no es lo que tú piensas—suplico Richard aún con nuestras manos juntas.

Negue nuevamente, no había nada que explicar ni tenía el por qué hacerlo.

—Debes dejarlo así. Se feliz con ella, que se nota que te ama un montón—aleje sus manos de las mías para solo mirar a la tal Athenea de pies a cabeza y alejarme.

Intente reprimir mis lágrimas y no llorar, ok sé que había hecho mal al principio besarme con Julián, pero al único que yo amo es a richard pero ya con esto. No había ni necesidad de explicarle mis sentimientos

—I'm stupid —murmure bajo aferrándome a la chaqueta que tenía. Hace un hijueputa frío y eso que lo amo, pero pareciera que en estos momentos fuera a invernar.

Gizel llegó a la habitación del hotel completamente destrozada, con lágrimas en los ojos, mientras le contaba a Isabella cómo se sentía. Isabella, impactada por el estado de su amiga y por la falta de explicaciones por parte de Richard, sintió una mezcla de tristeza y preocupación. En parte, ella también conocía algo sobre la situación y días atrás había aconsejado a Richard que le contara a Gizel lo que sucedía. Sin embargo, el consejo llegó relativamente tarde.

Subí cada escalón con el peso de mi alma por que de verdad ya no tenía ánimos de nada.

—¡Llegaste! ¿Cómo te fue con richard? ¿Son novios? ¿Se dijeron te amo? Cuentameeeee—Isabella se secaba las manos con el trapito de la cocina pero su sonrisa se borró al verme.—Gigi...—musitó bajo para luego escuchar mi pequeño llanto.

Allí se preocupó para acercarse rápidamente a mi y empezar a darme pequeñas palmaditas.

—Gigi ¿que sucede?—isabella acarició mi cabello suavemente.

Asome mi cara toda llena de lagrimas y sorbí mi nariz, apreté su mano para hablar en un pequeño hilo de voz.

—Richard tiene novia—dije sin más para luego romper en llanto otra vez,la cara de Isabella era un poema no sabía que decir exactamente y más por que no se la esperaba.

Isabella abrazó a Gizel con ternura, escuchándola atentamente mientras las emociones fluían de forma desgarradora. Ambas compartieron un momento de intimidad y complicidad, fortaleciendo su amistad en medio de la confusión y el dolor.

En otro lado de la ciudad, Richard enfrentaba sus propios dilemas internos, debatiéndose entre la verdad y la mentira, entre proteger a Gizel de los oscuros secretos que lo perseguían y arriesgarse a perderla para siempre. El peso de sus decisiones recaía sobre sus hombros, presionándolo desde todos los ángulos.

Mientras tanto, Athenea tramaba en silencio un plan para separar a Gizel de Richard, utilizando cualquier medio necesario para lograrlo. Conocedora de los secretos y debilidades de cada uno, estaba decidida a sembrar la discordia entre ellos y asegurarse de que Richard nunca descubriese la verdad sobre sus sentimientos por Gizel. Athenea acechaba en las sombras, observando cada movimiento, cada gesto, cada palabra de quienes se cruzaban en su camino. Su plan maquiavélico avanzaba sin contemplaciones, alimentado por la sed de venganza y el deseo de destruir cualquier posibilidad de felicidad para aquellos que se interponían en su camino.

En medio de la confusión y las intrigas, el destino de Richard, Gizel, Isabella y los demás personajes parecía teñirse de incertidumbre. ¿Podrían superar las pruebas que se avecinaban o sucumbirían ante las fuerzas oscuras que amenazaban con separarlos para siempre? La respuesta estaba por desvelarse en los próximos capítulos de esta apasionante historia.

Athenea no solo había urdido un plan para separar a la pareja incipiente, sino que además había tejido una red de mentiras y engaños para mantener a Richard a su lado, ocultando celosamente su verdadera naturaleza y sus oscuros propósitos.

Julían, por su parte, observaba en silencio desde las sombras, consciente de los oscuros vínculos que lo unían a Athenea y de los planes siniestros que se gestaban a su alrededor. Conocedor de secretos que podrían cambiarlo todo, sabía que el momento de actuar se acercaba, y que su papel en el destino de todos sería crucial.

•••

Pov Athenea

Desde que había llegado a Estados Unidos, mi objetivo siempre había sigo richard lo estaba siguiendo en cada paso que daba. No me quedaría de brazos cruzados después de lo que me había hecho hace 2 años. Claro ahora el señorito es famoso y las mujeres le caen del cielo, incluida la tal gizel esa niña mosca muerta no me lo va a quitar tan fácil.

—Te lo dije, que te alejaría de lo que más amas—le mire fijamente para acercarme a richard quien este me miro todo serio y molesto.

—Ya tu y yo hemos terminado hace 2 años. Como para que vengas ahora a dañar mi vida—se cuezo de brazos para mirarme de pies a cabeza.—¿qué carajos haces aquí?—pregunto indiferente.

Reí bajo mientras palmeaba suavemente su hombro y lo rodeaba para acercarlo a mi.

—Recuperar lo que es mío. Tu—deje un beso en sus labios para alejarme y reírme aún más.

Su cara no había expresión que pudiera descifrar simplemente era única. Inigualable, me encanta verlo asi.

—Yo no soy tuyo.—richard me miro para limpiar sus labios.—Tu y tus cosas todas raras. En serio basta—richard me miro por última vez para retirarse del lugar.

—No la tendrás tan fácilmente mi amor.—grite para que me oyera viendo como se alejaba poco a poco de mi.—Y esa tal gizel tampoco la tendrá tan fácil—con una sonrisa ladina saque mi móvil para buscar el número de mi compañero.

Julián baby 🌙:

—What's bro?

—¿Y así me saludas? Pendejo

—Ya ya no te quejes... ¿lo lograste?

—Bingo, esa pobre muchachita terminó más desilusionada

Se podía escuchar la risa de ambos en la llamada mientras miraba mis uñas, necesitaba arreglaras si quería acabar con ella y todo lo que tenía a su alrededor

—Mejor para mi, camino libre para conquistarla.

—Tienes que tener cuidado, tiene mucha gente a su lado incluido el cristiano Ronaldo.

—Tu no te preocupes por eso, déjamelo todo a mi.

Salvación |Richard Ríos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora