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N/a: Ya somos 2K. Muchas gracias por el apoyo. Y disculpen por tardar en actualizar, mi país en esta pasando por algo grave en estos momentos. Tratare de actualizar los días que había dicho y por favor tenerme paciencia
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Ambos al separarnos del beso, mordí mi labio. Sin duda la noche de hoy había sido mágica.

—Gracias por la noche de hoy—susurre algo tímida viendo a richard quien sonreía encantado por el beso que nos habíamos dados

—No tienes que agradecerme, sabes que te mereces esto y mucho más mi amor—richard con cuidado beso mi mejilla para acariciar mi cabello.—ahora ve y entra para descansar—Susurro richard para meter sus manos en el bolsillo.

Sin más asentí para acercarme de nuevo y besar su mejilla, con cuidado abrí la puerta de la habitación donde me hospedada, este sonrió indicándome que ya entrara por lo que asentí y entre despidiéndome. Aún con en ramo de rosas cerré la puerta para apoyarme en esta y sonreír como boba viendo a Isabella mirarme con una sonrisa picarona.

Así que deje el ramo de rosas en la cama y empecé a caminar de un lado a otro en la habitación, aún pensando en la cita con Richard. Había sido una noche mágica, llena de risas y complicidad. Pero algo en su interior la inquietaba, un sentimiento confuso que no lograba descifrar.

Busqué a Isabella para desahogarme y buscar consejo. Al ver que está ya venía sonreí y le hice seña para que se sentara conmigo y me miro Isabella para preguntar.

—¡Hola, Gigi! ¿Cómo te fue con Richard?—Sonrio tiernamente Isa. Gigi es un apodo que siempre me decía de pequeña y de verdad escucharlo de nuevo me hizo sonreír aliviada

Pero suspire antes de responder.

—Fue increíble, Isa. Richard es tan atento y caballeroso, nos divertimos mucho juntos—me acoste en la cama con una sonrisa boba, miraba el ramo de flores para chillar tiernamente aún pasando todo como caratula de película.

Aunque sabía que Isabella notó la duda en mi voz al hablar y preguntó con preocupación.

—¿Pero qué pasa, Gigi? Escucho que algo te perturba—Isabella como pudo colocó los ramos de rosas en la otra cama para acostarse a mi lado a escucharme.

Con un nudo en la garganta, confesó:

—Al final de la noche, Richard me besó. Fue tan romántico, pero siento que algo no está bien. No sé si estoy lista para una relación seria.—susurre con alguna inquietud mirándola,mostraba nerviosismo y sabía perfectamente que no estoy preparada para algo. Mis decepciones amorosas con otros chicos lo decían todos y siempre traían desgracias al no saber nada del fútbol.

Isabella escuchó atentamente y luego dijo con voz tranquilizadora:

—Entiendo cómo te sientes, Gigi. A veces las emociones se vuelven confusas cuando el corazón se pone en juego. Tal vez necesitas tiempo para reflexionar sobre tus sentimientos y hablar con Richard de manera sincera.—platico Isabella para acariciar mi cabello, me coloco que boca abajo apoyando mis manos en mi barbilla escuchándola atentamente. Sus consejos siempre caían como anillo al dedo y la verdad es que tenía razón

Gizel asintió, agradecida por las palabras reconfortantes de su amiga. Sabía que Isabella siempre estaba allí para apoyarla en los momentos difíciles.

—Gracias, Isa. Siempre sabes qué decir para calmarme. Creo que debería hablar con Richard y aclarar mis sentimientos antes de que las cosas se compliquen más.—Explique para abrazarla y suspira.. debía esperar aunque sea un poco sentía que todo iba muy rápido y que en algún momento las cosas se saldrían de control y esperaba que no llegara a suceder eso.

Con un último suspiro, Gizel miro a su amiga para luego quedarse mirando por la ventana, perdiéndose en sus pensamientos. La charla con Isabella le había dado fuerzas para tomar una decisión importante. Se prometió a sí misma ser honesta consigo misma y con Richard, sabiendo que la comunicación abierta era clave en cualquier tipo de relación.

Decidió escribir una carta a Richard, expresando sus sentimientos y pensamientos de una manera clara y sincera. Quería asegurarse de que él entendiera sus preocupaciones y temores, y así poder avanzar juntos en la dirección correcta.

La noche caía lentamente mientras Gizel se sumergía en la escritura de la carta, dejando que sus emociones fluyeran libremente en cada palabra. Sabía que el camino hacia la verdad y la claridad no sería fácil, pero confiaba en que su amiga Isabella y su propio coraje la guiarían en el camino correcto hacia la felicidad y el amor verdadero.

•••

Por otro lado, richard llegaba tranquilamente a su habitación cerrando la puerta, sin duda la mejor noche la había tenido Gracias a Gizel, algo agotado se quitó los zapatos y se tiró a la cama. Por suerte hoy no tenía nada de actividades y tenía libre. Antes de que cerrara los ojos, noto una caja en la habitación.

Algo raro por que esa caja no estaba allí y menos cuando él estaba, no decidió darle tanta importancia y solo cerró los ojos para poder descansar. Sin duda le había agotado estar con la linda de chica.

Su chica

Sonaba tan bien en su imaginación que fue imposible sonreír, sin más decidió subir algunas de las fotos que se había tomado con ella y aún tenía planes, quería hacerla sentir segura,amada, tranquila, esperanzada. Sin duda Gizel despertaba un millón de emociones en el que no sabía cómo controlarlas. Pero sabía que ella tenía algo que lo hacía poner así, lo hacía querer más de ella, tenerla a su poder, no bueno.

Tenerla para el solo sin compartirla con nadie, pero también debía respetarla y amarla con todo su corazón.

—Que me has hecho Gizel...—susurro richard viendo la foto donde la chica salía con el lindo vestido que le había comprado—Me tienes tan hipnotizado. Dios mío me encantas demasiado—susurro richard para dejar boca abajo el teléfono junto la foto de Gizel. Y así caer en un profundo sueño
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Actualización 14. Disculpen la tardanza, disculpen si hay algún error.

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Salvación |Richard Ríos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora