Capitulo 23

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Un extraño empezó a convivir conmigo en el mismo apartamento a pesar de su máxima belleza cautivadora similar a un príncipe de historia, su comida es deliciosa, la limpieza es realmente cómoda, pero aun así tiene un lado torpe,

—Después de doblar la ropa y las toallas de esta forma se volvieron torpemente lindas, ¿verdad?

—Waaa!!! Para la próxima las doblare yo.

—¡Ah, es cierto! *Sonreír amigablemente. * —Compre muchas sales de baño porque te gustan. ¿Puedo ponerlas hoy?

"¡¡Él ya se instaló!!" Piensa Ryuudou en forma sorprendido al momento de decirle algo pero es interrumpido por Lean.

—Ah. Err... Ryuu-chan. ¿Está bien con la hora? Ya son las 8:30

—Waaa! Voy a llegar tarde.

Por otro lado, yo trabajo como obrero en una constructora a pesar de pasar todo el día en fueras de casa al llegar me reciben con buena comida y un baño caliente. Lean es un buen hablador y un buen oyente, incluso cuando hablo, de manera compaciente, él se queda mirándome e fijo escuchando todo lo que digo con sus intensos ojos azules, al ver mi reacción el comienza a hablar despacio y por extraño que parezca mi corazón se agita al escuchar su suave voz.

Para que un completo desconocido se quede en tu casa, incluso solo debería sentir el peligro en cualquier momento de pronto comienzas a pensar que es cómodo y no querrás apartarte de eso.

—¡Bienvenido de vuelta, Ryuu-chan!

—.... Estoy.... Estoy en casa.

Por otro lado, tengo que taparme las palabras "¿Cuándo vas a irte?" Ya que, al ver su sonrisa cuando me despide y cuando me recibe justamente en la entrada hace que mi corazón se sienta cómodo. Después de todo, no puedo decirle, no importa que.

—Hey, Ryuudou. ¿Es todo bien en casa? _Le pregunta su colega Yoshino después de haberlo invitado muchas en ir a la fiesta de la compañía.

—¡Que, Que, ¡Que! ¿Porque estas preguntando de la nada?

—Solo mírate al espejo. ¡Tu rostro luce muy reluciente!

—¿De verdad? No me di cuenta.

—Si, pareces más un ser humano ahora, que cuando estábamos en nuestro primer día de trabajo. Dime, ¿Te ha ido bien en tu nuevo departamento?

*Paralizarse* "¿Sera que lo descubrió rápido...?"

—¿Agregaron algún tipo de polvo mágico al estanque de agua?

—Desafortunadamente, el edificio no tiene un tanque de agua.

—Hola, bienvenidos. Aquí tienen sus bebidas.

—¡Gracias!

—¡Gracias! Ahora bebamos hasta no poder más.

—¡Así es!

La cerveza es un mal inicio en un día festivo si tienes que trabajar al día siguiente y además no acordarte nada después de que lo sucedió si quieren saber cómo desperté o como llegué a casa, vallan al capi 21 leyendo el principio.

—Ryuu-chan! ¿Qué sal de baño prefieres? _Lo dice de forma totalmente feliz.

—¡Eh! Ahh.... Esta de marino entonces...

Sintiéndome un tanto avergonzando, no puedo preguntarle qué fue lo que sucedió anoche o porque ambos estábamos desnudos en la misma cama.

—Ahhh. Que agradable baño....

_Al relajarse, de pronto se da cuenta de lo que estaba haciendo e rápidamente termino su baño y salió de golpe a remediar su error.

—Lean! quiero hablar-

—Ah. Ryuu-chan, ¡Ya está listo el almuerzo! Mira hice Pizza.

—Eh... bien entonces... ¡Vamos a comer! *Comer* —¡...Delicioso!

—Ja. Ja. Me alegro que te guste. ¡Ah! Se me olvidaba, por petición de suya compré estas extrañas cerveza verde, pensé que era jugo de manzana pero...

—Este es sake! Vamos extiende tu copa. ¡Ahora usemos este momento para enseñarte a beber alcohol y aprender más sobe nosotros! ¡Salud!

—¡Hu, si! ¡Salud...!

Aquí hay 3 cosas que nuestro prota Ryuudou paso por alto.

—¿Estas bien? Después de solamente dos copas de alcohol no logras controlarlo bien...

—Tu- ¿Te conozco?

La primera, se emborracha muy rápido. La segunda, a pesar de beber sake o cerveza sin ningún contenido de alcohol puede tolerarlo de un cierto punto. Y tercero.

—Sera mejor llevarte a la cama.

Al querer ayudarlo, es sostenido entre sus mejillas al momento en que sus labios son robados por un singular beso primerizo. Haciendo que Lean al recordar los viejos momentos se avergüence y lo aparte de momento.

—¡Espera... Espera un segundo yo...!

—¿Eh, por qué? ¡Después de mucho que lo hacíamos... Hick! ¿ta no tieres...?

La manzana envenenadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora