La manzana envenenada

Episodio 16

Al otro lado del continente donde un prado seco y sin vida se encuentra a la sequía, la gran hambruna desataba todos los pueblerinos mas... Un gran frio de helado tormentoso venia desde las más grande cielos del palacio, más aún para tener una audiencia con la reina ella se la pasaba jugando ajedrez.

—F-D9

*Moverse* _ *Moverse*

—A su izquierda, Lord Vergueli

—Disculpe majestad. *Moverse*

—B-J12

*Moverse* _ *Moverse*

—Ejem! Mi reina, siento que... Es mi deber, contarle los rumores que me han llegado. _Dice el marqués.

—¿Rumores? _Dice la Reina.

—Bueno, a ciertas sospechas de que el reino esta por destituirse ya que. Tras el secuestro repentino de su alteza el príncipe... Y que, no hay más heredero que lo sustituyan me temo que, habrá un ataque a la corona.

—Ja, ja, ja. *Risa¨* —Marques, anote esto. Al que encuentre hablando, chismoseando, susurrando o pensando incluso seria enviado a la orca. ¿Qué tal suena eso?

—C-contundente su majestad.

—¡Muy bien, ahora retírate!

—Si, su majestad.

Levantándose del asiento del trono caminando con pasos apresurados a su habitación, abrió en abrupto las puertas asustando a si a las sirvientas que estaban limpiando.

—¡Todas fuera! ¡Ahora!

Con una voz furiosa las sirvientas salieron disparadas del susto, con un sentimiento de ira tiro de un solo golpe las cosas de valor al suelo haciéndose añicos, hasta que de pronto aparece un individuo justo en las sombras.

—Hui! ¡Hui! ¡Hui! ¿Pero, que desorden es esta dulzura? Vamos, siéntate y dime cual son tus preocupaciones.

—Desde que era una niña siempre he querido llegar a la cima mas allá que ser una mujer sin valor, tenía un sueño en darle lo mejor a mi futuro hijastro, pero... como ahora que lo eh logrado.... ¡Me lo quieren quitar, así como si nada!

—Oh, ya veo. *Bebe Te* —Pero sabes, cada acción siempre conlleva una consecuencia mayor, ¿no lo crees?

—Así, pero... ¡Yo soy la elegida! *Enojarse* —Yo debería ser la heroína de este cuento....

—Bueno querida mía, ¡hay una buena solución para esto!

—¿En serio? ¡Dime cual que es!

*Sonreír* —Si te lo digo, ¿Como me pagaras?

*Temerosa* —Ugh! ¿Qué quieres? ¿dinero, joyas... una isla?

—No, no, no. Las cosas materiales son inútiles para mí. Hay algo que busco y talvez tu... ¡Me la puedas dar a cambio de mi ayuda!

—Está bien, hare lo que pides.

—Muy bien, buena chica. Ahora lo que vas es esto....

Mientras tanto, al otro lado del continente se encontraba un camión transportando algo de tela, mercancía de mucho valor y... frutas con un aspecto de moras pero de un diferente color amarillo llegando al pequeño condado el primero en recibir toda la mercancía de las frutas fue el frutero.

—Oh, que valla tan rara es su color. _Exclamo. El frutero.

—¡Si, me llegaron hace poco este cargamento! Pero, solo me dieron esta caja.

—Aquí casi nadie me va a comprar, y además... *Oler* —Ughh! Emiten un olor realmente extraño.

—Lo siento señora, pero no acepto devoluciones. ¡Adiós!