Alas

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Amma ya no podía con esto, notó que ya podía moverse, suponía que Dios se había dejado llevar lo suficiente como para olvidarse de retenerla por completo o tal vez pensó que bastaría con acorralarla.

«Ahora o nunca, Amma»

Ella levantó con fuerza y rapidez la rodilla y le dió en la entrepierna.

Dios exclamó de dolor y la soltó, Amma no se detuvo a mirar y salió corriendo.

No sabía cómo, pero había salido de la casa de Dios, aún afuera siguió corriendo y corriendo, hasta que llegó a una parte donde había un bosque.

«Unos ruegan por entrar en la casa de Dios, yo ruego porque no me atrape de nuevo»

Cuando se dió cuenta supo que estaba perdida, aunque supuso que si ella no sabía dónde estaba, Dios tampoco.

- ¿Quién anda ahí? -Dijo una voz a lo lejos.

Amma reconoció que la voz era de Azrael "El cuervo".

No tuvo tiempo de idear un plan porque pronto apareció entre los árboles frente a ella.

- Ah... Pero si es la pequeña rebelde, ¿Que te trae por aquí? -Dijo acercandose y tomándola del menton para que lo mirase.

- No lo sé, no sé cómo acabé aquí

- Bueno, siempre he dicho que las casualidades no existen -Dijo soltandole el mentón.

- Necesito preguntarte algunas cosas

- Ah, ahí está, ¿Qué necesitas?

Amma se quedó callada y miró a los lados, Azrael entendió y se recargó de un árbol.

- No te preocupes, es mi dominio, nadie puede escuchar

- Bien, quiero saber que conlleva tener la "marca divina"

- Iniciamos fácil, la "marca divina" te representa como una propiedad puramente de Dios, ningún ángel o arcángel que siga a Dios puede tocarte o mirarte, lo de mirarte aplica a largo plazo, si te miran mucho les empieza a doler la cabeza -Dijo sin apartar la mirada de Amma.

- Tú te le revelaste a Dios... -Dijo al notar que él no tenía esas repercusiones.

- Exactamente, fue difícil y en el transcurso mis alas perdieron el color blanco...

- Te queda bien el negro... -Dijo a forma de ánimo.

Azrael río, a comparación de la risa de Dios está le pareció más suave.

- ¿Que hay tras mi muerte?, se que hay más

- ... Si... Hay más...

La Esclava De Dios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora