Después de una vida tormentosa, termina en las garras del mismo ser que le puso ese destino con el que hace un trato para salvar a la única persona que le importa, solo hay una condición.
"Me perteneces completamente"
Pero ella lo odia y no se queda...
Al menos este no gritaba de agonía, se preguntaba el porque, bueno si se enfrentó y peleó con Dios, a lo mejor ya no le quedaba nada a lo que temer.
- ¿Te conozco?
- Me temo que no, soy nueva por aquí
- Ya veo... Hace tanto que no tenía una visita, ¿Verdad Azrael?, ¿A quién trajiste está vez?
- Me llamo Amma
- ¿Amarillis?
- No -Negó con la cabeza, no era la primera vez que le preguntaban algo así- Solo Amma
- Entonces señorita Amma... ¿Que desea del desecho del cielo?
- Una historia
- Oh, ¿Viniste por un cuento de hadas?, lo lamento pero solo sé historias de terror
- ¿Por qué estás aquí?
- Eso es fácil, señorita, perdí, perdí y él me quitó el lugar que me correspondía, yo solo quería que las cosas funcionarán, quería esa calma y libertad que él tanto anhelaba
- Supongo que hizo trampa
Él se rió y negó con la cabeza antes de soltar un ligero gruñido de dolor.
Amma dirigió su mirada a las muñecas del ángel caído y notó como estaban rojas, marcadas y con algo de sangre seca.
Tocó suavemente una de sus muñecas y este soltó una ligera exclamación de dolor.
- Lo siento
- Estoy acostumbrado
- No deberías -Sacó de su bolsillo del pantalon una pequeña caja, la abrió y colocó un poco de crema en las muñecas de él, haciendo que el soltara un suspiro de alivio.- Nadie debería sentir dolor
- Si estoy aquí, señorita, es porque lo merezco, según él
Ella suspiró y miró a Azrael un momento.
- ¿Puedes dejarnos a solas?
- ¿Y dejarte sola con él?, ¿Estás loca?
- Azra... Por favor
Azrael suspiró y miró a otro lado antes de asentir e irse.
- Supongo que eres una niña mala que quiere saber algo
Ella se descubrió un poco el cuello y se lo enseñó.
- ¿Sabes cómo quitarmela?
- Es la marca divina... Pero... Diferente, disculpe la pregunta, pero, ¿Esta medio borrada?
- Si, he logrado borrarla un poco
- Ja, si como no, esto debe ser un truco, ¿Qué más falta?, ¿A caso mataste un arcángel?
- No fui yo precisamente pero...
- Wow, wow, wow, alto, ¿Murió un arcángel?
- Uriel
- ¿¡Uriel!?, ¿Cómo?
- Dios le arrancó las alas y después la cabeza -Dijo para después apartar la mirada.
Él suspiró profundamente y después la miró.
- Señorita, le puedo garantizar que lo que le haya pasado es mejor que estar aquí
- Eso he visto -Dijo volviendo a mirarlo.- Mi punto es, ¿Sabes cómo quitarme la marca divina?
- ¿Qué me darías a cambio?
- Tal vez pueda liberarte
Él se quedó callado y luego miró a otro lado.
- No puedes romper mis cadenas, nadie puede, solo yo... Al igual que tu marca
Amma se tocó el cuello involuntariamente ante sus palabras.
- ¿Cómo?
- Solo sigue como vas
- Lucifer... Lamento lo que te pasó
- Todos... Créeme... Todos lo lamentan
- ¿A qué te refieres con eso?
- Yo era una luz, yo era la alegría del cielo... Hasta que lo perdí todo
- ¿Cuando fue eso?
- Durante la guerra...
- ... ¿Me puedes hablar de ella?
Él se rió un poco siniestro, causando escalofríos en Amma.
