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«Advertencia⚠️⚠️⚠️: Este capítulo podría contener agresividad, acoso, violencia y escenas perturbadoras e inquietantes que podrían perturbar a algunos lectores, si eres sensible a esto eres libre de saltarlo, no es obligatorio leerlo si no estás cómod@, evita comentarios ofensivos al respecto pues por eso se pusó una advertencia al inicio, por su comprensión y atención, gracias»

Amma fue primero a la mesa de los postres, encontrándose con un aroma a cereza casi embriagador.

- Parece que disfrutas la fiesta -Dijo Azrael al otro lado de la mesa, no la miraba directamente, parecía estar centrado en una ensalada de manzana

- Si, creo que me recuerda a mi hogar... En los convivios... Cada quien preparaba una comida casera navideña... Y comíamos todos juntos... Yo y... -Amma se detuvo de golpe antes de pronunciar aquel nombre, pero después de unos momentos se obligó a continuar.- Fani... Ella preparaba puré de papa y lasaña, algo simple pero era lo que más me gustaba de todo...

- Fani... -Azrael pusó un gesto pensativo antes de chasquear los dedos. - Ah, Fani Méndez

- Esa misma

- Si, ya la recuerdo, es la que te lleva flores todos los días...

Amma se quedó petrificada un momento y luego lo miró como si le hubiera dicho que había visto un ser místico, algo increíble e impensable para ella.

- ¿Qué?

- Fani te lleva flores a diario a tu tumba, te cuenta como han ido las clases... Como si pudieras oírla... Te extraña mucho, ella y la pequeña...

Amma no respondió, necesitaba un momento para procesarlo, la verdad con todo lo que había pasado no había tenido tiempo para pensar en que estaba muerta y que había pasado después de su muerte.

- ¿Sabes?, para ser una humana que decía estar sola y no necesitar de nadie... Te querían... -Negó con la cabeza. - Te quieren bastante todavía

- Pero... ¿Por qué?, no hice nada para merecerlo... De Tara lo entiendo... ¿Pero Fani?...

Azrael alzó los hombros y la miró finalmente con una suave sonrisa.

- Eso también me llama la atención de los humanos, tienen un cariño por las personas que menos piensas... A veces es raro, doloroso... Y otras veces inocente y tierno

Amma no lo había notado pero había dejado salir una lágrima, por primera vez se sentía conmovida y triste.

«... Desearía... Haberle aceptado una salida al centro... Una "perdida" como ella le llamaba»

- Y a ella le habría encantado que aceptaras

Amma se congeló y lo miró estupefacta, pero se recuperó pronto.

Azrael sonrió y le dio una palmada en el hombro para después irse.

Ella respiró profundo y después se dirigió a la mesa del ponche.

Amma tomó un vaso y lo empezó a llenar de ponche mientras Uriel estaba a su lado, sin prestarle atención por estar distraído con otros ángeles.

«Diviértete mientras puedas... Uriel»

Tomó un sorbo de ponche y de inmediato se sintió mareada, se tocó la cabeza y pusó una mano firme en la mesa.

«Mierda...»

Pudo sentir una mirada en ella y miró a su lado, Uriel, Amma se aguantó una maldición, además de que apenas se sostenía en pie.

Uriel se acercó y sonrió divertido y con burla en su mirada.

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