Amma por fin volvió a su habitación y se dejó caer en la cama.
«Carajo, me siento sucia de tanto hablar con ese miserable»
Suspiró y miró el techo, era primera vez que veía hacia arriba y se percató que el techo era el cielo nocturno, miles de estrellas brillando y tibtineando sobre ella.
Ella soltó un aire de asombro, era hermoso en todos los sentidos.
Movió un poco la cabeza para despejarse, por un momento sintió su determinación flaquear.
«Conque así quieres jugar... Ja, juguémos»
Se levantó de la cama y se acercó a la ventana, ahí sobre el marco de la ventana vio su dije.
«Azrael...»
Tomó el dije y luego se lo colocó nuevamente, se sentía frío.
«Cuervo travieso»
Sonrió para ella misma con ese pensamiento, ahora que tenía el dije nuevamente se sentía más segura.
«Ahora entiendo... Porque lo portaban...Era una pizca de esperanza»
Amma suspiró y miró por la ventana apretando el dije entre sus manos sobre su pecho.
«Aun tengo muchas preguntas...»
«Pero creo que tengo a la muerte de mi lado»
Amma sonrió pero esa sonrisa se borró inmediatamente cuando escuchó la puerta abrirse de un portazo.
«Dios...»
Ella escondió el dije entre sus ropas y se volteó para mirarlo, pero para su sorpresa no era él.
- ¿Quién eres y que haces aquí?
- Me llamo Uriel, querida, solo quería hechar un vistazo más de cerca -Dijo mirándola de arriba a abajo.
- Ya lo hiciste, ahora largo
- Veo que eres tan feroz y revelde como decían las malas lenguas
- ¿Malas lenguas?
- Tranquila... Ya no hay más...
«Malditos psicópatas»
- ¿Me acompañarias en un paseo?
«Muchos desean la muerte...Yo solo quiero revivir y de ser posible venderle mi alma al diablo para no volver aquí»
- Supongo que tengo tiempo
Ambos empezaron a caminar fuera del recinto, poco a poco el blanco se fue transformando en tierra seca, pero no hacía calor, al menos ella no lo tenía.
- Iré al grano -Dijo mirándola con seriedad.
Amma suspiró y asintio, agradecía que al menos él no tuviera la intención de fingir frente a ella.
- Se que no te agrada Dios
- ¿Se me nota mucho? -Dijo con sarcasmo.
- ¿Sabes lo peligroso que es?
Amma se tensó pero comprendió todo.
- Tu también estás en contra de Dios
- ¿Qué te hizo llegar a esa conclusión?
- Que si quisieras hablar algo permitido estaríamos en la casa de Dios, pero me alejaste y me tragiste a tu dominio donde Dios no puede meterse, además de que tu aura me lo dice
- En este plano o eres Azrael o eres un Arcangel
- ¿Nadie más se ha podido liberar?
- No, solo Azrael y lo hizo durante la guerra
- ¿Guerra?
Uriel guardó silencio, ella captó que no era un tema lindo, ni uno que le imcubiera.
- ¿Está es tu manera de resistirte?, ¿Obedecerlo?
- No puedo desobedecer, nadie puede...
- Yo acabaré con eso
Uriel soltó una carcajada y luego la miró con ternura.
- Ya di a qué rayos viniste realmente -Empezaba a ponerse nerviosa.
- Vine a desearte suerte... Y a corroborar tu determinación
Después de eso, él se pusó tenso y triste.
- Espero que eso sea suficiente... Y que el te tenga el aprecio suficiente para permitirlo, aunque ya tienes una ventaja
- ¿A que te refieres?
- Tu no tienes alas
- Las tengo
Uriel frunció el seño y Amma se destapó un poco el cuello.
- Aún no es muy tarde, busca la forma de librarte de ella... O serás su esclava por siempre
Ella asintio y Uriel sonrió, después se acercó a ella y le susurró al oído "cierra los ojos".
Para cuando los abrió nuevamente ella estaba en su habitación de nuevo y Uriel se había ido.
ESTÁS LEYENDO
La Esclava De Dios
FantasyDespués de una vida tormentosa, termina en las garras del mismo ser que le puso ese destino con el que hace un trato para salvar a la única persona que le importa, solo hay una condición. "Me perteneces completamente" Pero ella lo odia y no se queda...