VII

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La casa de los Verstappen Pérez estaba en silencio solo unas risitas provenían del jardín donde los mejores amigos estaban pasando el rato.

Charles había decidido ir a visitar a su chequito y le pidió a Carlos ir juntos, el mayor aceptó sin más pues también quería ver cómo iban las cosas pero decidió que les daría su espacio así que fue a la cocina en busca de algo para tomar.

— ¿Estás trabajando para Max?— Había sido una sorpresa ver a Lando.

— Para Sergio — Lo corrigió mientras seguía en su labor de hacer la ensalada de frutas que le había pedido el mexicano.

— ¿Te tratan bien? — Buscó algo que fuera de su agrado en el refrigerador.

— ¿Importa? — Suspiró — No te metas en mis asuntos.

— No quieres que me meta pero siempre llamas para ir por ti donde sea que estés ¿Un poco desubicado no?

— No lo haré entonces.

— Que complicado eres enserio — Tomó un Sprite y lo bebió sin más.

— No estás obligado a entenderme, quizás Charles es más fácil que yo.

— No hables en doble sentido porque sabes que no me agrada que te refieras así cuando se trata de él.

— Si tanto te gusta deberían estar juntos.

— No voy a discutir eso contigo — Se retiró dejando a Lando con un disgusto.

El timbre de la casa sonó demasiadas veces así que el bajito fue a abrir, delante de él estaba una mujer que sinceramente no le agradaba.

— ¿A quién busca? — No quería ser descortés pero no tenía ganas de ser amable en ese momento mucho menos con esa loca.

— Quítate.

La mujer, quien era Kelly se encaminó por la gran sala haciendo sonar los tacones que traía puesto.

Cuando Sergio escuchó ese sonido pensó que era su madre así que se levantó seguido de Charles y fueron hasta la sala.

Fue un encuentro tan indeseado que el ambiente se tornó demasiado pesado para todos.

— ¿Qué haces en mi casa?— Este era su lugar, como se atrevía a venir.

— ¿Tu casa? Que yo sepa es casa de mi novio y tú solo la zorrita que está aprovechándose de su buen corazón.

— Cuida tu boca Kelly, no vaya a ser que te la rompa — Charles habló, no iba a permitir que nadie el falte el respeto a su chequito.

— Otra zorrita, medio Mónaco estuvo entre tus piernas ¿No? Es tan raro que no estés igual que tu amiguito — Se burló.

Charles estaba a punto de golpearla pero Carlos lo atrapó entre sus brazos y le susurró suavemente que no le diera lo que estaba buscando, así que el ojiverde se calmó, solo un poquito pero se calmó.

El castaño al ver que ella estaba buscando cualquier reacción violenta decidió respirar, por su bien y el de su bebé.

— No sé cuáles sean tus intenciones al venir a mi casa pero te aviso que no eres bienvenida, aunque creo que eso ya lo sabes, no me interesa nada de lo que tenga que ver contigo asi que puedes irte ya.

— Esperaré a Max.

— No sé que asuntos tengas pendientes con mi esposo pero si piensas que estará aquí y te dará atención estás muy equivocada, solo llega a casa y viene directo a mis brazos lo demás no importa — Obvio que no era verdad pero molestarla es parte de.

— Estás mintiendo porque él no te ama.

— Quien sabe pero me hizo un bebé y ya estamos casados, supongo que es algo que tú no vas a tener ni en tus mejores sueños — Sonrío.

— ¡Ese bastardo no es suyo!

— No grites, escandalosa — La tomó del brazo y la jaló hacia la puerta— Si vuelves a pisar mi casa no seré tan amable como ahora y escúchame bien — Casi la empujó fuera de su hogar— Max es mío ahora y tú ya no eres nadie, jamás lo serás búscate a alguien de tu nivel — Le cerró la puerta en su cara.

Sergio suspiró fuerte, casi chilla del coraje pero no podía darle el gusto de verlo alterado y perdiendo los papeles.

— Lo hiciste bien chequito, esa loca cree que tiene derecho solo porque el otro idiota no la deja.

— Ni me lo digas — Rodó los ojos — Vamos a comer ensalada de frutas.

Y así fue, hasta incluyó a Lando en la conversación de temas que no podrían incomodar a alguien aunque tres de ellos podían sentir cierta tensión.

Horas después Max volvió a casa, lo primero que hizo fue quitarse la corbata y desabrochar dos botones de su camisa.

Estaba por ir a su habitación pero fue interceptado por Lando que parecía que ya iba de salida.

— Señor Max, hace unas horas una mujer vino a su hogar y le faltó el respeto a su esposo. No quiero informar de esto al señor Christian pero si vuelve a pasar lamentablemente tendré que decirle.

El rubio ya podía suponer quien había sido.

— No te preocupes Lando, no volverá a pasar así que no le digas nada a mi papá.

— Bien, entonces me retiro.

Cuando se retiró Max buscó a Sergio, lo encontró acostado en el jardín, tenía los ojos cerrados, la respiración lenta y se veía tan apacible.

No podía negar que era muy lindo pero su actitud era tan irritante.

Se sentó a su lado pero el menor no notó su presencia, lo observó por unos minutos y se atrevió a tocarle el cabello.

— Charles ¿No he habías ido hace mucho ya?— Preguntó aún con los ojos cerrados.

— Charles no tiene la mano tan grande ¿O sí? — Mantuvo su toque.

Sergio abrió los ojos de golpe, ante sus ojos estaban una de las vistas más calientes jamás antes vista, Max tenía la cara un poco roja, sus labios rosados y por su cuello bajaba un poco de sudor, tenía la camisa desabrochada de dos botones.

Miró a otro lado para disimular cualquier reacción indeseada.

— Tu novia estuvo aquí, no quiero que vuelva a pasar porque no te va a gustar lo que puedo hacerle.

— Hablaré con ella.

— Bueno — Quitó la mano de Max de su cabello y se sentó— Tengo hambre.

— Lando ya se fue así que me tocará conseguirlo.

— Quiero... — Empezó a nombrar muchas cosas que eran combinaciones muy raras.

Por supuesto, eran antojos de su embarazo y posiblemente más adelante le de asco lo que se metió a la boca pero en ese momento necesitaba comer todo lo que tenía ganas.

Ese día no discutieron porque al parecer ninguno tenía la fuerza y mucho menos la voluntad de hacerlo, era mejor comer en silencio sin tratar de amargarle el momento a nadie.

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No le crean a Max, es onvreeeeeee☠️ no come ni deja comer osh.

Como ven ayer casi me desviv0 porque mi holandesa no ganó en casa, necesito que arreglen ya ese tractor 🙎🏻

Max buena onda😋

SAUDADE (CHESTAPPEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora