XV

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Llegó el día en el que los padres primerizos tenían que hacer compras para el nacimiento de los gemelos que llevarían por nombre Patricio y Liam Verstappen Pérez, ambos estaban emocionados pero Sergio parecía estar demasiado eufórico con la idea de comprar muchas cosas para sus niños, por esa misma razón fueron a su tienda favorita.

Estaban en el pasillo de ropa y detrás de ellos tres vendedores porque los habían reconocido, iba a ser una venta grande.

— Mira esto — Le mostró un lindo conjunto de pato a Max — Se ve tan lindo.

— Pero más lindo se verá cuando patito lo tenga puesto — Agarró un trajesito de marinero— ¿Crees qué a Liam le guste?

— Le encantará — Había tanto para comprar y si podía así que ¿Por qué no hacerlo? — Bien, quiero esto — Señaló las diferentes prendas— Y esto — Siguió indicándoles a los chicos que los seguían por detrás — Quiero estos en todos los colores disponibles.

— ¿Crees qué lleguen a usar todo?

— No lo sé pero más vale que sobre a que falte.

— A todo esto cariño, estaba pensando ¿Como los reconoceremos?

Sergio dejó de caminar y miró a su esposo con cara de ¿Eres o te haces?

— En primer lugar no creo que sean gemelos idénticos, en caso lo fueran tendrán algo por ahí que los distinga y para no confundirnos tendrán una bonita pulsera de oro con su inicial ¿De acuerdo?

— De acuerdo — No iba a discutirle nada a su lindo pecoso — ¿Qué color quieres qué sea su cuna?

— Ambos serán blancos pero la de Patricio tendrá peluches de patitos y la de Liam tendrá leoncitos — Afirmó.

Después fueron al aérea de peluches, luego a la de lámparas y también al de sábanas, recorrieron absolutamente todas las áreas y el más cansado era Max pero no se le ocurrió protestar, no sería el causante de algún enojo de Sergio quien seguía con una sonrisa en el rostro.

Cuando ya nada faltaba, por el momento, el rubio fue a entregar su black card.

— Por cierto cariño, mis padres nos invitaron a su casa en el campo ¿Quieres ir? Dicen que es para que te relajes y descanses un poco de la ciudad.

— Si quiero ir pero será después de amoblar la habitación de los bebés.

— No hay problema, sabes que papá espera y más si se trata de ti.

— ¿Me quiere tanto? — Revoloteó las pestañas.

— Te ama, eres su lindo yerno que le dará dos hermosos nietos así que eres su protegido.

— Me consta — Soltó una risita— ¿Lando irá con nosotros?

— Si deseas que vaya entonces irá con nosotros.

— Es que me acostumbré a sus servicios.

— Es muy bueno en su trabajo — La cajera le devolvió su tarjeta así que lo tomó.

— Señor Max las cosas serán entregadas dentro de una hora, gracias a usted y su esposo por su compra, vuelva pronto.

— De nada — Tomó la mano de Sergio para salir del lugar e ir a su auto— Es tu decisión si quieres llevarlo pero también hay personas que trabajan para papá en su casa de campo.

— Lo sé pero Lando ya sabe mis gustos cuando se trata de comida, bebida o algún postre.

— Está bien entonces.

Abrió la puerta para que el menor entre sin problemas, cuando rodeó el auto para entrar también se dio cuenta que el auto de Kelly estaba ahí, lo reconocía por obvias razones entonces se preguntó si lo estaba siguiendo o solo era pura coincidencia pero no le dijo nada a Sergio porque no quería preocuparlo.

SAUDADE (CHESTAPPEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora