SAUDADE (CHESTAPPEN)

XXIII

Era un día donde tenía los sentimientos encontrados, por una parte sus gemelos cumplían un año y por otra se cumplía el primer año desde que Sergio entró en coma. No tenía ganas de levantarse pues la noche anterior había bebido más de lo permitido pero nadie podía juzgarlo por ese comportamiento, solo trataba de evadir su realidad y quizás lo hizo por unas horas pero ahora volvía a lo mismo.

Escuchó la puerta de su habitación abrirse.

— Max tienes que levantarte, es un día importante para tus hijos.

— Déjame en paz — Respondió con la voz rasposa— No tengo ánimos para nada.

— Yo sé pero ellos te necesitan porque eres su papá, eres su todo desde hace un año y no puedes dejarte vencer así como así — Se acercó quitándole las sábanas— Anda, bañate porque apestas a alcohol.

— Que dejes de joder maldita sea — Se levantó casi empujando al más bajo.

— Solo te estoy molestando porque preguntan por ti — Se sintió un poco nervioso, esa actitud le recordaba tanto a Esteban— Como sea, si no quieres hacer nada los llevaré al centro comercial mas cercano para que pasen el día.

— Lo siento — Suspiró — No es tu culpa, lo siento en verdad.

— Entiendo, yo siempre entiendo.

Cuando Lando estaba por irse Max lo abrazó por detrás pidiendo perdón una vez más.

— Ya enserio iremos juntos al centro comercial.

— Suéltame asqueroso — Lo empujó— Juro que si vuelves a comportarte como un idiota cavernícola iré a acusarte con el joven Sergio.

— Va a querer matarme — Se fue a la ducha rápidamente.

Se bañó y alistó bastante rápido saliendo de inmediato al living donde sus bebés lo esperaban, se puso de rodillas abrazándolos a ambos dejando besitos en sus mejillas.

— Feliz cumpleaños mi cielito lindo — Le arregló el cabello a Patricio luego miró a su leoncito— Feliz cumpleaños mi niño precioso.

— Papá — Se aferraron a los fuertes brazos de su progenitor— ¿Mami Gio irá con nosotros?

El corazón se le hizo chiquito al escucharlos preguntar eso.

— No puede ir por ahora.

— Mami Gio solo duerme — El de cabello negro juntó sus manitos acostando su rostro sobre esta— Quiero a mami.

— Tranquilo, iremos con mami en otro momento ahora iremos con Lando.

— ¿Mami Lano? — Liam preguntó mientras se le arrugaba la frente.

— Es tío Lano — Lo corrigió una vez más, la primera vez que los escuchó se sintió muy mal por su esposo— Mami solo existe uno y ese es Sergio ¿De acuerdo?

Asintieron para luego salir tomados de la mano de su papá quien los sentó en la parte de atrás del auto abrochando los cinturones de seguridad.

En el camino Max llamó a sus padres, sus suegros así como también a Carlos y Charles.

Ya en la compañía de toda su familia compraron torta en forma de corazones, bueno eso habían escogido los niños y quizás lo hicieron por su bonito color celeste además de algunos postres para compartir en ese momento tan especial.

Max estaba seguro de que si Sergio estuviera despierto habría hecho una fiesta ostentosa ya que era alguien que adoraba hacer cosas a lo grande y lo habría apoyado porque adoraba ver a su pecoso sonriendo.

Entre todos les cantaron el feliz cumpleaños a los gemelos que estaban felices pero en su pequeña cabeza extrañaban a su mami e imaginaban como sería su vida si al menos se despertara por unos minutos, vieron como el bebé de la familia que se llamaba Ollie era cargado con mucho cuidado y amor por sus tíos sintiendo algo extraño en su interior.