The omega sorcerer [Y.M][✓]

25

Jimin recorrió el paisaje desolado, reconociendo los signos de la oscuridad que había sembrado tiempo atrás. Sabía que este era el lugar donde todo había comenzado a desmoronarse, donde su poder había rasgado el tejido de los universos.

Con una determinación renovada, Jimin cambió su forma, adoptando la apariencia de su contraparte en este oscuro universo. No podía arriesgarse a ser descubierto antes de entender completamente lo que había sucedido aquí. Se dirigió a la mansión que sabía que el Jimin de ahí vivía, pues lo había visto salir de esta.

Al entrar en la mansión, el aire estaba cargado de una energía oscura, pero no era tan opresiva más bien era de protección a la otra magia que estaba afuera. De repente, una figura emergió de las sombras: era Yoongi, o al menos una versión de él. Este Yoongi emanaba una magia oscura, pero no con la intensidad suficiente para causar un daño significativo.

Jimin se detuvo, observando cautelosamente a la figura frente a él. Esta versión de Yoongi parecía diferente, como si algo lo estuviera conteniendo, luchando por mantener el control. Había una tristeza en sus ojos, algo que Jimin no esperaba ver en alguien que manejaba la oscuridad. Yoongi lo miró por un momento, y su expresión cambió de sorpresa a una mezcla de alivio y preocupación.

—Jimin. —dijo, su voz suavizándose mientras daba un paso hacia él. —¿Dónde has estado? Te he estado buscando por todas partes.

Jimin mantuvo su disfraz, inclinando la cabeza ligeramente para ocultar la confusión que sentía. Sabía que la versión de él en este universo no tenía magia, lo que complicaba aún más su misión.

—Solo salí a dar un paseo. —respondió, intentando sonar convincente. —¿Acaso no puedo?

Yoongi lo observó con atención, sin sospechar que estaba hablando con alguien que no era su Jimin.

—Agust escapó. —lo vio. —y es peligroso para ti andar fuera y menos por los alrededores sin protección.

Jimin no estaba seguro de cómo responder, ¿Quién era ese tal Agust? Sin embargo, sabía que no podía desviar su atención de su misión principal: encontrar la fuente de la magia dañada y corregir su error.

—Lo sé. —hablo. —solo me sentí agobiado en este lugar.

Decidió, sin embargo, que era crucial aprender más sobre esta figura misteriosa. Agust podría tener alguna conexión con la magia que había corrompido este mundo.

—Solo me preocupas. —Soltó el pálido.

—No debes de preocuparte. —dijo. —yo iré a la biblioteca.