The omega sorcerer [Y.M][✓]

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Jimin sintió cómo su corazón se detenía un instante cuando vio a Yoongi arrodillarse frente a él. El ambiente del restaurante parecía desaparecer, dejándolos a ambos en una burbuja de intimidad donde únicamente existían ellos dos. Yoongi sacó una pequeña caja de terciopelo negro y la abrió, revelando un anillo delicado y hermoso, que brillaba bajo la luz tenue de las velas.

Yoongi lo miró con una mezcla de nervios y amor, su voz temblorosa pero firme.

—Jimin, nunca pensé que encontraría a alguien que me hiciera sentir tan completo, tan amado y aceptado. —Hizo una pausa. —Hemos pasado por mucho juntos, y cada momento a tu lado me ha enseñado lo que realmente significa amar. —tomando aire mientras lo miraba profundamente. —Quiero pasar cada día de mi vida a tu lado, quiero hacerte feliz, protegerte y amarte, tal como tú lo has hecho conmigo.

Jimin sentía sus ojos llenarse de lágrimas mientras escuchaba cada palabra, su corazón latiendo desbocado en su pecho. No podía creer que este momento tan perfecto estuviera ocurriendo frente a él.

—¿Te casarías conmigo? —preguntó Yoongi suavemente, con una expresión vulnerable que rara vez mostraba.

Jimin llevó una mano a su boca, tratando de contener la emoción que lo invadía. Las lágrimas rodaban por sus mejillas, pero no pudo evitar reír entre sollozos, sintiendo que el corazón le estallaba de felicidad.

—Sí, Yoongi. —respondió, sin dudar ni un segundo. —¡Sí!

Yoongi sonrió, aliviado y feliz, mientras deslizaba el anillo en el dedo de Jimin. Ambos se miraron, compartiendo una sonrisa llena de amor y promesas, sabiendo que aquel anillo era más que un símbolo: era el comienzo de un nuevo capítulo juntos.

Se abrazaron, sintiendo la calidez del otro, rodeados de aplausos de algunos comensales que habían sido testigos del hermoso momento. Pero para ellos, el mundo entero se desvanecía. En ese instante, solo existían el uno para el otro, unidos por un amor que los había llevado a superar cualquier obstáculo y que ahora les prometía una vida juntos.

Jimin y Yoongi se abrazaron con fuerza, sintiendo que sus corazones latían al mismo ritmo. La alegría y el amor que compartían en ese momento parecían tan intensos que las palabras sobraban; solo necesitaban la calidez del otro para comprender la magnitud de lo que acababan de prometerse.

—No puedo creer que esto esté pasando. —susurró Jimin contra el hombro de Yoongi, aún aferrado a él como si temiera que fuera un sueño.

Yoongi se separó lo justo para mirarlo a los ojos, con una sonrisa que no había desaparecido desde que Jimin había dicho "sí".