53

68 18 1
                                    

Jimin y Yoongi daban las pequeñas órdenes de cómo querían que fuera puesto el árbol de Navidad y entre otra cosa, Yoongi miro a Jimin por un momento y lo llevó a la habitación para poder hablar un momento, tenía una duda y quería que fuera respondida.

—¿Qué ocurre alfa? —preguntó Jimin.

—Quiero que me respondas algo que me ha generado dudas. —respondió Yoongi.

—Claro, dime. —le sonrió.

—Recuerdo que me dijiste que para regresar a la vida a alguien se debe de dar algo a cambio. —lo vio.

Jimin al escuchar eso, borró su sonrisa e inconscientemente llevó su mano a su vientre, se giró y vio la ventana notando pequeños copos de nieve que iniciaban a caer.

—Jimin. —lo llamo.

—Una vida por otra vida. —contestó Jimin.

—¿Qué significa eso? —le pregunto Yoongi.

—Para que volvieras alguien más debía morir. —se giró y lo vio. —Un sacrificio por amor.

—¿Quién murió? —lo vio.

Jimin mantuvo la mirada fija en Yoongi, con un brillo doloroso en los ojos. Hubo un largo silencio, como si estuviera reuniendo el valor para responderle. Tragó saliva y bajó la vista, su expresión reflejaba una mezcla de tristeza y amor.

—Yoongi… —su voz tembló levemente. —fue… fue nuestro hijo.

El alfa lo miró, sin comprender del todo al principio. Su mente intentaba procesar las palabras que acababa de oír. Sentía un nudo en el estómago mientras el significado de lo que Jimin acababa de confesar empezaba a asentarse en su mente.

—¿Nuestro… hijo? —susurró Yoongi, sin poder ocultar la conmoción.

Jimin asintió lentamente, sin levantar la mirada.

—Estaba esperando, Yoongi… estaba esperando a nuestro hijo cuando… cuando tú… te fuiste. —Trató de sonreír, pero su voz se quebró. —Yo sabía que traerte de regreso implicaba un precio, algo grande… y aun así… no lo dudé.

Yoongi sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor. Las palabras de Jimin lo golpearon con fuerza, como una ráfaga helada. Todo el amor, el sacrificio, el dolor que Jimin había guardado dentro de sí para traerlo de vuelta cobraba sentido. Se acercó lentamente a Jimin y, con una suavidad reverente, lo abrazó. Sentía que no había palabras suficientes para consolarlo ni para expresar el dolor que también ahora llevaba dentro de sí.

—Jimin… no sé cómo agradecerte ni cómo aliviar este dolor. —susurró, con la voz quebrada. —No sabía… no tenía idea de lo que habías sacrificado.

Jimin soltó un suspiro profundo, recostándose contra él, dejando que las lágrimas se escaparan finalmente.

—No tienes que agradecerme nada, Yoongi.  —Lo miró a los ojos, con una determinación suave. —Prefería tenerte aquí, vivo y conmigo, incluso si eso significaba perder algo tan valioso, para mí, tú eres todo.

The omega sorcerer [Y.M][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora