The omega sorcerer [Y.M][✓]

23

En un rincón tranquilo de su santuario, Yoongi y Jimin se miraron a los ojos, conscientes de la gravedad de la situación que se cernía sobre ellos y los innumerables universos que dependían de su intervención. El tiempo parecía haberse detenido, pero ambos sabían que cada segundo era vital. Jimin, con su apariencia delicada y etérea, pero con una fuerza interna que pocos podían igualar, tomó la mano de Yoongi. Su toque era suave, pero firme, transmitiendo una mezcla de seguridad y tristeza.

—Sabes que tengo que hacerlo, ¿verdad? —dijo Jimin, su voz apenas un susurro en el silencio del santuario.

Yoongi asintió, apretando la mano de Jimin con una ternura que únicamente él conocía. Como alfa, siempre había sentido una necesidad instintiva de proteger a Jimin, pero sabía que en esta misión, sería Jimin quien se enfrentaría a los peligros más grandes.

—Entiendo, Jimin. —respondió Yoongi, su voz profunda y resonante. —Pero no puedo evitar preocuparme, los universos están en caos, y no sabemos qué o quién está detrás de todo esto.

Jimin asintió, sus ojos brillando con una determinación inquebrantable.

—Voy a viajar por todos los universos, buscaré al causante de este daño y haré todo lo que esté en mi poder para detenerlo, pero necesito que cuides del sustituto mientras no esté. —Jimin miró a Yoongi con seriedad. —Es un fragmento de mí, una parte de mi ser que dejaré atrás para que pueda ir yo a sanar los universos que han sido afectados, sin tu protección, podría ser destruido, y todo nuestro esfuerzo sería en vano.

Yoongi inhaló profundamente, asumiendo el peso de la tarea que se le encomendaba. No era solo cuidar de un sustituto; era cuidar de una parte esencial de Jimin, la esencia misma de su poder.

—Lo protegeré con mi vida, Jimin, nada ni nadie se acercará a él sin pasar por mi primero. —declaró Yoongi, sus ojos oscuros brillando con una feroz determinación.

Jimin sonrió suavemente, sabiendo que podía confiar en Yoongi más que en nadie en cualquier universo. Se inclinó hacia él, rozando su frente con la de Yoongi, compartiendo un momento de paz antes de lo que se avecinaba.

—Mientras estés protegiendo al sustituto, yo sanaré los universos que lo necesiten. —dijo Jimin—Y cuando encuentre al causante, nos reuniremos de nuevo y juntos, acabaremos con esta amenaza de aquí.

Yoongi asintió, sus ojos llenos de una mezcla de amor y respeto.

—Volveremos a estar juntos. —susurró. —Y cuando lo hagamos, todo esto habrá terminado.

Jimin se apartó lentamente, pero no sin antes dejar un último beso en los labios de Yoongi, una promesa de su regreso. Con un último vistazo, desapareció en un destello de luz, dejando a Yoongi con la responsabilidad de proteger el fragmento de su ser.