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Jimin miró a su alrededor, impresionado por la elegancia del restaurante. Las luces suaves y el ambiente cálido le dieron una bienvenida acogedora, mientras una suave música de piano llenaba el aire. Yoongi, con una sonrisa pequeña, pero significativa, guio a Jimin al interior, sin soltar su mano.

—¿Todo esto es para mí? —preguntó Jimin, todavía un poco asombrado.

—Claro. —respondió Yoongi, con una mirada cómplice. —Quería hacer algo especial para nosotros, algo que nos recuerde lo afortunados que somos de estar aquí juntos.

Jimin sintió cómo el corazón se le aceleraba. Había esperado una noche sencilla, sin embargo, ver el esfuerzo de Yoongi por crear este momento íntimo y perfecto le hacía sentir aún más especial. Lo guio hasta una mesa que estaba en un rincón privado, decorada con una delicada disposición de flores y velas que creaban un ambiente romántico.

Ambos se sentaron, y Yoongi miró a Jimin con una calidez en sus ojos que parecía envolverlos en una burbuja de tranquilidad.

—Sabes. —comenzó Yoongi, tomando la mano de Jimin sobre la mesa. —quiero agradecerte por todo lo que has hecho por mí... por nosotros y esta noche es para celebrarte, para que sepas cuánto te amo y cuánto significas para mí.

Jimin sintió cómo una calidez se apoderaba de él, casi podía sentir el amor de Yoongi envolviéndolo. Una sonrisa suave se dibujó en sus labios mientras entrelazaba sus dedos con los de Yoongi.

—No necesitas agradecerme, Yoongi, estar contigo es el mayor regalo que podría pedir. —Hizo una pausa, mirándolo a los ojos con total sinceridad. —Me siento afortunado de poder vivir esto contigo, de compartir cada momento a tu lado y de que hayas sido elegido para cuidar de mí.

Los platos comenzaron a llegar a la mesa, y ambos rieron y charlaron mientras disfrutaban de la cena. Cada platillo era una nueva experiencia compartida, y cada bocado parecía reforzar la conexión que los unía. La noche avanzó entre risas y confesiones, entre miradas que hablaban más que cualquier palabra.

Finalmente, cuando llegó el postre, Yoongi se acercó un poco más, sosteniendo la mirada de Jimin con intensidad.

—Quiero que sepas que estoy aquí para ti, hoy y siempre. —Su voz fue baja, pero cargada de una promesa que iba más allá de cualquier palabra.

—Y yo para ti, Yoongi. —Jimin asintió, sus ojos brillando con emoción. —Hoy, mañana... siempre.

Ambos se quedaron en silencio, disfrutando del momento, seguros de que su amor había superado cualquier obstáculo y de que esta noche sería uno de esos recuerdos que los acompañarían siempre.

The omega sorcerer [Y.M][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora