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Después de dejar a Yoongi en su cama, se adentró más en ese espacio desconocido, siguiendo una sensación inexplicable que lo guiaba. Había algo en el aire, algo pesado y tangible, como si el tiempo y el espacio estuvieran distorsionados a su alrededor.

Al llegar a la biblioteca, Jimin se detuvo frente a las estanterías que se alzaban interminables a su alrededor, llenas de libros cuyos lomos parecían resonar con secretos que aún no se habían revelado. Sus dedos recorrieron las cubiertas de los volúmenes con una delicadeza casi reverente, pero fue cuando sus dedos tocaban un libro en particular cuando algo extraño ocurrió. Un susurro bajo, casi imperceptible, se filtró entre las páginas.

"Jimin..."

El nombre resonó en su mente como un eco lejano. Sintió la urgencia de acercarse más, como si algo invisible lo llamara. Su pulso se aceleró, y antes de que pudiera reaccionar, su mano ya estaba estirándose hacia el libro. El brillo dorado en su cubierta parecía hacerla vibrar ligeramente, como si estuviera vivo, esperando ser tocado.

—Jimin, no. —Pero justo cuando sus dedos iban a rozarlo, una voz grave y firme lo detuvo.

Se giró rápidamente, sobresaltado, y sus ojos encontraron al pálido que lo observaba con una expresión seria y profunda. El hombre estaba de pie entre las sombras, su presencia autoritaria y tranquila llenaba el espacio, y la tenue luz de la biblioteca lo rodeaba como un halo. El pálido caminó hacia él sin prisa, y con una mano, le tomó la muñeca, guiándolo suavemente lejos del libro que lo había cautivado.

Jimin intentó hablar, pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta. Algo no estaba bien, algo dentro de él lo instaba a acercarse más al libro, a comprender lo que había sentido, la extraña conexión que había experimentado al tocarlo.

—¿Por qué? —preguntó, con la voz temblorosa, intentando comprender. —Sentí algo... como si estuviera vinculado a él, como si me estuviera llamando.

El pálido suspiró profundamente, como si la respuesta fuera algo que había temido tener que decir. Su mirada era tanto suave como preocupada, como si estuviera observando algo más allá de lo que Jimin podía ver.

—Esos libros no deben ser tocados por personas como tú. —respondió con seriedad. —Están vinculados a fuerzas que no comprendes, si los tocas, si sigues buscando lo que te llama, podrías liberar algo mucho más oscuro de lo que imaginas.

Jimin frunció el ceño, confundido.

—Pero... ¿Por qué me siento tan atraído por él? ¿Qué significa todo esto? —preguntó, sin poder evitar la curiosidad que lo carcomía.

Yoongi lo miró fijamente, y por un instante, Jimin sintió que lo estaba viendo más allá de su superficie, como si pudiera leer sus pensamientos más profundos. Era extraño, pero Jimin no pudo apartar la mirada. Finalmente, el pálido habló, su voz suave pero cargada de advertencia.

—Todo lo que es atrayente debe ser deseado. —Explico. —Hay cosas que es mejor dejar en la oscuridad, donde pertenecen.

Jimin quería entender, pero el pálido no parecía dispuesto a darle más respuestas. Lo que sentía al acercarse al libro... Esa sensación de pertenencia, de llamada... le revolvía el estómago. ¿Qué significaba todo eso? ¿Y por qué, de alguna manera, sentía que algo dentro de él se había despertado?

The omega sorcerer [Y.M][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora