Conociendo a los suegros

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Los padres de Harry comenzaron a hacerte muchas preguntas sobre todo lo que habías hecho en aquellos años en que vivían en Irlanda. Respondiste cada pregunta y les contaste sobre varias cosas que habías hecho, claro que omitiste algunas otras que eran más personales.

-¿Aun recuerdan cuando los niños jugaban a las escondidas? –Pregunto la madre de Harry, Sara, mientras conversaba con los tuyos recordando los viejos tiempos.

-Ese día ___ se cayó del columpio –Tu padre se rió levemente-. Claro que lo recuerdo.

-Una pregunta –El padre de Harry te miro-. ¿Dónde quedo la promesa que se habían hecho?

-¿Promesa? –Preguntaron al unísono Harry y tú.

-La promesa de que se casarían de grandes –Las madres de ambos respondieron.

-¡Mamá! –Gritaron de nuevo al unísono, mientras sus caras se sonrojaban.

Los cuatro adultos se rieron y tu solo suspiraste antes de cruzarte de brazos. Harry te miro y se rió, pellizco levemente tu mejilla. Lo volteaste a ver.

-Lindas promesas que hacíamos de pequeños ¿Eh?

-¿Recuerdas que te pusiste un saco de tu papá? –Sonreíste recordando los tiempos pasados-. Según tu era un traje de boda.

-Y tú te pusiste unas flores blancas en el cabello, según tú eran la coronita de las princesas cuando se casan.

Ambos se rieron juntos. Lo miraste y recorriste con tu mirada desde sus ojos hasta sus labios. Te sentiste nerviosa al verlos.

-Te quiero mucho dientitos chuecos –Dijo el antes de tomar un mechón de tu cabello y comenzar a jugar con el-. Deberías cortarte el cabello.

-¿Por qué lo dices?

-Tu bello rostro siempre esta escondido detrás de cada mechón.

-Estoy bien así –Respondiste sonriendo-. Me gusta mi cabello de esta forma.

-Bueeenooo –El torció los ojos e hizo una mueca graciosa.

Paso un rato antes de que Harry y sus padres se comenzaran a despedir.

-Fue una linda tarde, Harold –Su padre se abrazo fraternalmente con el tuyo-. Vendremos a visitarlos a menudo.

-Será todo un placer tenerlos de visita –Tu padre respondió antes de separarse del padre de Harry-. Hasta pronto Louis.

Todos se despidieron y la familia de Harry subió a un auto de color verde que estaba afuera de la casa. Harry bajo la ventana del coche y se despidió con la mano de ti, lo despediste de la misma manera.

Entraste a tu casa y miraste a tu madre.

-Mamá, Jack va a venir.

-¿Si acepto la invitación? –Asentiste con la cabeza-. De acuerdo, vete a arreglar, yo preparare algo para comer.

Obedeciste a tu madre y subiste a tu cuarto, tomaste una ducha rápida y saliste a buscar algo para ponerte. Te pusiste unos jeans negros, una blusa azul y unas botas del mismo color, debido al frío que hacia te pusiste un saco de color gris.

Te miraste en el espejo y comenzaste a peinarte, pero no podías evitar pensar en el enano irlandés, en Harry.

-¿Por qué rayos pienso en el? –Te preguntaste un poco molesta-. Es solo un amigo, no lo puedo ver como nada más... Además Jack...

Sus azules ojos invadieron tu mente, sus besos, su risa, todo del espíritu del invierno.

Harry podría estar invadiendo tu mente pero había algo que, tal vez no demostraras mucho, pero que definitivamente estabas enamorándote por completo de Jack Frost...

Cuando estuviste lista bajaste a la sala, tu madre y tu padre también se habían arreglado. Te reíste en tus adentros al ver a tu padre practicar frente a un espejo caras que intimidaran. Tu madre estaba acomodando algunas cosas en la sala mientras su sonrisa seguía puesta de una manera reluciente.

Y llego la hora... Tocaron a la puerta.

Antes de que tu padre abriera, lo hiciste tú.

-Hola ___ -Te saludo Jack. Tenía unos pantalones de color negro, una playera de color gris y una chaqueta de igual color. Los usuales converse negros que usaba y estaba peinado de una manera un poco decente, pero no evitaba que esos cabellos peinados sin interés siguieran allí.

-Hola Jack.

-Te ves muy hermosa –Te sonrojaste y el sonrió.

-Igual tú... -Te interrumpiste-. ¡Quiero decir! Que te ves lindo, bueno, guapo... Tú me entiendes ¿No?

Jack se rió.

-Pasa... -Dijiste de una buena vez al sentir tus mejillas coloradas de la pena. Jack pasó y se encontró con tu padre y tu madre.

-Buenas tardes –Saludo de la manera mas amable y formal que pudo. Estrecho una mano con tu madre y después con tu padre-. Soy Jackson Overland.

-Es un gusto conocerte Jackson.

-Dígame solo Jack, por favor señora.

-De acuerdo –Tu madre sonrió-. Adelante, estas en tu casa.

-Muchas gracias.

Tu padre tenía ese semblante de hombre duro en el rostro, te daba, más que miedo, risa.

Se sentaron a comer, no te lo esperabas y Jack ayudo a tu madre a poner la mesa. Cuando terminaron de comer tu padre comenzó a hacer las preguntas típicas de: ¿Dónde vives? ¿Tienes hermanos? ¿Quiénes son tus padres? ¿De donde vienes? E infinidad. Jack las contestaba todas con amabilidad y ese semblante frió por parte de tu padre, un poco después fue cambiando a uno más suave.

Jack fue lo mas atento y amable que pudo, quería darle una buena impresión a tus padres, a sus suegros.

Después de un largo rato las preguntas se agotaron y el reloj ya marcaba las 8, era hora de que Jack se fuera.

-Fue un gusto conocerte Jack –Afirmo tu madre.

-El gusto fue todo mió, muchas gracias por invitarme –Jack se despidió formalmente de tus padres-. Hasta luego.

-Adiós Jack, cuídate mucho –Lo despediste con una enorme sonrisa y lo acompañaste a la puerta, el te hizo señas de que estaría en tu cuarto. Asentiste con tu cabeza y cerraste la puerta.

-Es un lindo muchacho –Dijo tu madre-. Me agrada bastante.

-A diferencia del inútil de Liam... -Cabe destacar que a tu padre nunca le agrado tu novio anterior-. El me parece una buena persona, pero que conste que lo estaré vigilando.

-Claro que si papá –Reíste-. Subiré a mi cuarto.

-Descansa pequeña –Tu padre te dio un beso en la frente y te dejo ir.

Cuando entraste a tu habitación te encontraste con el albino en tu cama.

-¿Qué tal lo hice? –Pregunto nervioso.

-Lo hiciste bien –Respondiste y te sentaste junto a el-. No tienes de que preocuparte, les agradaste a ambos.

Jack suspiro de alivio y sonrió.

-Sabes, me gusta mas como te vez así –Pasaste una mano por su blanco cabello-. Como realmente eres.

-Eso es bueno, no quisiera que te gusten mas las pecas –Bromeo. Te reíste y Jack te beso lentamente.

-Te amo Jack –Le susurraste antes de volver a besarlo. Ambos se recostaron en tu cama, pusiste su cabeza sobre su pecho mientras el comenzaba a acariciarte uno de tus brazos.

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I believe in you (LectoraxJackFrost)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora