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Yoongi miraba los números cambiando en la pequeña pantalla del ascensor. Con cada piso que marcaba, su corazón latía con más fuerza. Comenzaba a sentirse ansioso; no sabía si tendría la oportunidad de hablar con Jimin. Había pensado en lo que iba a decirle, pero ahora comenzaba a preguntarse si las palabras iban a permitirle llegar hasta él… 

Al llegar a su destino, salió del ascensor y caminó por el pasillo. Sus pasos eran vacilantes pero al mismo tiempo certeros. Esta vez, sin dudar, levantó la mano y tocó el timbre. La última vez había tocado la puerta esperando no ser escuchado; pero ahora quería que Jimin supiera que estaba ahí. 

Aunque el tiempo transcurría con normalidad, la espera parecía eterna. Apenas habían pasado unos segundos y él podía jurar que habían sido largos minutos. Sus manos, temblorosas por los nervios, se apretaban una contra la otra. ¿Y si Jimin no quería volver a verlo? 

Sus pensamientos se pausaron al escuchar la puerta abrirse. Pero al contrario de lo que imaginó, sus ojos no se encontraron con la calidez de aquellos bellos ojos ámbar; en cambio, una profunda mirada color verde estaba puesta sobre él.

Taehyung lo observaba en silencio, como si esperara la respuesta de una pregunta que se había pronunciado en silencio.

—Sé que probablemente soy la última persona que quieres ver… —murmuró Yoongi, intentando mantenerse firme.

—Al contrario —respondió Taehyung sin dudar—, eras la persona que deseaba ver.

Yoongi suspiró pesadamente, intentando encontrar las palabras correctas.

—Tae, sé lo que debes estar pensando… Y entiendo que quizá nada de lo que diga cambie lo que sientes. Sé que fui un cobarde, que te hice hacerte cargo del desastre que yo mismo provoqué. Que no solo ayudaste a Jimin, también a Hoseok… y yo… 

Taehyung lo interrumpió, su voz calmada pero firme:

—¿Qué haces aquí, Hyung?

—Quiero disculparme con Jimin… —respondió, sus manos comenzando a temblar de nuevo. Temía que Taehyung no le permitiera verlo. ¿Quién dejaría pasar a alguien que había herido a una persona importante?

—¿Por qué? —cuestionó.

—Porque nunca debí dejar que lo que pasó entre nosotros sucediera… —murmuró. Yoongi sentía su voluntad flaquear; la mirada de Taehyung se había vuelto severa.

—¿Por qué? —insistió Taehyung, tratando de guardar la compostura.

—Jimin no merecía sentirse como una opción, como alguien que no era suficiente —sus ojos comenzaron a cristalizarse—. Tae…

Taehyung suavizó su mirada al ver una lágrima corriendo por la mejilla del Mera; nunca había visto a Yoongi de aquella forma; parecía estar sufriendo…

—¿Qué significa Jimin para ti, Hyung?

Taehyung miró como el cuerpo de Yoongi reaccionaba a su pregunta; todo en él parecía tocar tierra firme en medio de una tormenta.

—Amor. —No había ningún tipo de duda en su respuesta. Taehyung sintió su corazón latir con fuerza.

—Entonces, ¿qué fue lo que sucedió, Hyung? —cuestionó curioso.

Yoongi se tomó un segundo antes de responder.

—Tenía miedo —admitió—. Una parte de mí sabía lo que sentía por Jimin, solo no quería admitirlo; quizás por eso me aferré tanto a la idea de mis sentimientos por Hoseok, porque en el fondo sabía cuál iba a ser su respuesta. Siempre es más fácil ser quien resulta herido…

Recuerdos de lo efímero y lo eterno | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora